Fijación de carbono en sistemas agroforestales gestionados por pequeños productores de los Andes del Ecuador
Carbon fixation in agroforestry systems managed by small producers of the Andes in Ecuador
Añazco-Romero Mario1
*Fernández-Gómez Nathaly2
1Docente investigador, Universidad Técnica del Norte, Ibarra, Ecuador
2Ingeniera Forestal, Universidad Técnica del Norte, Ibarra, Ecuador
*Autor para correspondencia: nvfernandezg@gmail.com
https://doi.org/10.54753/blc.v11i2.1089
Recibido:20-11-2021
Aceptado:15-12-2021
RESUMEN
Los ecosistemas de montaña son extremadamente vulnerables al cambio climático, razón por la cual se encuentran particularmente en riesgo las poblaciones de montaña que dependen de la actividad agrícola y ganadera. Esta investigación se desarrolló en cinco sitios, en las provincias de Imbabura y Carchi con el objetivo de determinar la tasa de fijación de carbono (C) en sistemas agroforestales gestionados por pequeños productores en los Andes del Ecuador. Adicional a esto, se adaptó la metodología al contexto socioeconómico y productivo de los pequeños productores. Las unidades experimentales fueron cinco prácticas agroforestales representativas de la región andina norte. Se cuantificó el contenido de C a partir de la biomasa aérea para cada especie forestal. Para cuantificar la biomasa de las especies agrícolas y pastos, se utilizó el método directo de muestreo destructivo. La cantidad de C de cada una de las prácticas agroforestales fue determinada multiplicando el valor de biomasa aérea por la fracción de C 0,5. La mayor tasa de fijación de C fue de 87,13 Mg CO2 ha-1 y se registró en la práctica silvopastoril de Eucalyptus globulus en asocio con Pennisetum clandestinum. Tanto en esta práctica como en las que Alnus nepalensis está asociado con Coffea arabica, e Inga insignis asociado con Phaseolus vulgaris, las especies forestales fijan el 89% del C total y las especies agrícolas el 11%. Los sistemas agroforestales andinos manejados por pequeños productores fijan C con tasas superiores a sistemas similares desarrollados en otros sitios localizados tanto dentro como fuera del país.
Palabras clave: agrosilvícola, silvopastoril, región andina, captura, carbono.
ABSTRACT
Mountain ecosystems are extremely vulnerable due to climate change, which is why mountain populations that depend on agriculture and livestock are particularly endangered. The research was carried out in five places, in Imbabura and Carchi provinces with the objective of determine the carbon fixation rate in agroforestry systems managed by small producers in the Ecuadorean Andes. In addition, the methodology was adapted to the socioeconomic and productive context of small producers. The experimental units were five agroforestry practices, representative of the northern Andean region. The C content was quantified from the aerial living biomass for tree species. The direct method of destructive sampling was used to quantify the biomass for crop and grass species. The amount of C of each agroforestry practice was determined by multiplying the aerial biomass value by a C fraction of 0.5. The greatest C fixation rate was 87.13 Mg CO2 ha-1, and it was recorded in the silvopastoral system, where dispersed Eucalyptus globulus trees were integrated with Pennisetum clandestinum. Both in this system and those in which Alnus nepalensis is integrated with Coffea arabica, and Inga insignis with Phaseolus vulgaris, the tree species fixed 89% of total C and crop species, 11%. Agroforestry systems that are managed by small producers fix C at greater rates than similar systems developed in other areas, both inside and outside the country.
Keywords: agri-silvicultural, silvopastoral, Andean region, capture, carbon.
INTRODUCCIÓN
Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2) han aumentado hasta alcanzar registros sin precedentes, según la World Meteorological Organization (WMO). Esta organización en su último informe señala que el CO2 alcanzó 410,5 ± 0,2 ppm, este valor constituye el 148% respecto a los niveles preindustriales. El aumento de CO2 de 2018 a 2019 fue mayor que lo observado entre los años 2017 a 2018 y mayor que la tasa promedio anual de crecimiento durante la última década (WMO, 2020).
El sector de la Agricultura, Silvicultura y Otros Usos del Suelo (AFOLU, por sus siglas en inglés) es responsable de alrededor de un cuarto (~10-12 Gt CO2 eq año-1) de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero (GEI) netas principalmente procedentes de la deforestación, las emisiones agrícolas provenientes del suelo y la gestión de nutrientes y de la ganadería [Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), 2014].
Desde otra óptica, el sector AFOLU que es parte del problema, tiene también el potencial de formar parte de la solución, siendo la Agroforestería una ciencia que se estructura con aportes de la silvicultura, la agricultura y ganadería, una alternativa viable para prevenir y mitigar el cambio climático (IPCC, 2000). La Agroforestería fue reconocida como estrategia para la mitigación de GEI en el marco del Protocolo de Kioto, específicamente como parte del plan para el secuestro biológico de C (Ramachandran et al., 2010).
La Agroforestería tiene un gran potencial de crear sumideros de C y mitigar las emisiones de la agricultura, al tiempo que aumenta la capacidad de adaptación (Nath et al, 2021), conservando la agrobiodiversidad in situ, a través de técnicas de bajo consumo de insumos que aportan a la mitigación de los GEI [Food and Agriculture Organization (FAO), 2014]. Sin embargo, la información es escasa respecto al potencial de la Agroforestería en las diferentes zonas climáticas y altitudinales del Ecuador que son aptas para este fin como la región andina del país.
Los pequeños productores en los Andes ecuatorianos manejan desde épocas preincaicas y prehispánicas, sistemas integrados de producción donde las personas interactúan con los árboles; estos sistemas proveen el 60% de los alimentos consumidos en el país [Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), 2013].
En la región andina del Ecuador, la provincia del Carchi, es la zona donde se registra mayor variación de temperatura llegando a probables incrementos para la década del 2020. Si se mantienen las tendencias esgrimidas en los escenarios de emisiones actuales, se esperaría un incremento de hasta 4,43oC a finales de siglo (Jiménez et al, 2012).
Por lo antes señalado, el objetivo de esta investigación fue determinar la tasa de fijación de C en sistemas agroforestales gestionados por pequeños productores en el norte de los Andes del Ecuador, específicamente en las provincias de Imbabura y Carchi. La metodología utilizada se adaptó al contexto socioeconómico y productivo de los pequeños productores de la región andina.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La investigación se realizó en cinco sitios, ubicados en los Municipios de Ibarra, Cotacachi y Pimampiro en la provincia de Imbabura, y San Gabriel y Mira en la provincia de Carchi (Figura 1).
Figura 1. Mapa de ubicación de las provincias de Imbabura y Carchi.
Metodología
La investigación es de carácter cuantitativo y el método empleado es correlacional. La metodología utilizada consta de cinco procesos cronológicamente bien definidos: selección y cálculo de la muestra; caracterización de las prácticas agroforestales; instalación de las unidades experimentales y toma de datos de campo; determinación del contenido de C y análisis de los datos obtenidos.
Selección y cálculo de la muestra
El universo del estudio estuvo conformado por el total de Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) existentes en las provincias de Imbabura y Carchi, con un total de 48.027 UPA. Se emplearon las ecuaciones de tamaño de muestra (n) y tamaño de muestra ajustado (n2).
(1)
(2)
Se calculó la varianza (S2) con la información de las UPA identificadas en el Diagnóstico del Sector Agropecuario realizado por las Unidades Zonales de Información de Imbabura y Carchi, (UZI-I 2011 y UZI-C 2011) del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP). Se empleó el valor de “tα” de Student al 20% de probabilidad estadística y como error se consideró el valor del 20% de la media. El tamaño de la muestra obtenido fue de cinco UPA.
Caracterización de las prácticas agroforestales
Las cinco UPA corresponden a cinco prácticas agrupadas en dos tipos de sistemas agroforestales representativos del área de estudio, siendo estos: sistemas silvopastoril y agrosilvícola.
La práctica silvopastoril corresponde a árboles dispersos de eucalipto Eucalyptus globulus asociados con pasto kikuyo Pennisetum clandestinum, localizada en el Municipio de San Gabriel, en la provincia de Carchi a una altitud de 2.865 m.s.n.m. Los árboles de E. globulus tienen 20 años de edad, una altura promedio de 15,20 m, un DAP promedio de 16 cm y una densidad de 1.111 árboles/ha. Los árboles pertenecen a la segunda generación, por lo cual se aplicó el manejo de rebrotes para estos individuos.
Las prácticas agrosilvícolas fueron las siguientes:
La práctica de árboles dispersos de aliso Alnus nepalensis asociados con café Coffea arabica se localiza en la zona de Intag, Municipio de Cotacachi a una altitud de 1.968 m.s.n.m. Los árboles de A. nepalensis tienen 23 años de edad, una altura promedio de 20,14 m, un DAP promedio de 54 cm y una densidad de 64 árboles/ha. Los tratamientos silviculturales aplicados a los árboles fueron podas y raleos.
La práctica de lindero de nogal Juglans neotropica asociado con granadilla Passiflora ligularis, se localiza en el Municipio de Pimampiro a una altitud de 2.087 m.s.n.m. Los árboles de J. neotropica tienen 18 años de edad, una altura promedio de 8,59 m, un DAP promedio de 34 cm y una densidad de 120 árboles/ha. El tratamiento silvicultural fue la poda de raíces para los árboles, posteriormente se llevó a cabo el aprovechamiento una vez concluido el estudio.
La práctica de cultivo en callejones de aguacate Persea americana asociado con maíz Zea mays, se localiza en el Municipio de Mira a una altitud de 2.610 m.s.n.m. Los árboles de P. americana tienen cuatro años de edad, una altura promedio de 2,78 m, un diámetro promedio de 10 cm y una densidad de 625 árboles/ha. Los tratamientos silviculturales aplicados fueron podas a los árboles.
La práctica de fajas de árboles de guaba Inga insignis asociada con fréjol Phaseolus vulgaris se localiza en el Municipio de Ibarra a una altitud de 2.250 m.s.n.m. Los árboles de I. insignis tienen ocho años de edad, una altura promedio de 6,94 m, un diámetro promedio de 25 cm y una densidad de 150 árboles/ha. El tratamiento silvicultural aplicado fue la poda de ramas basales.
Instalación de las unidades experimentales y toma de datos de campo
Se utilizó la metodología para la determinación de C en pequeñas propiedades rurales (Rügnitz et al. 2009). Se estableció una parcela rectangular de 1.000 m2 en la práctica de árboles dispersos de E. globulus con P. clandestinum y en la práctica de árboles dispersos de A. nepalensis con C. arabica. Para el caso de las plantaciones lineales de J. neotropica asociada con P. ligularis (lindero), I. insignis asociada con P. vulgaris (árboles en fajas) y P. americana asociada con Z. mays (cultivo en callejones) se consideró como una sola parcela al conjunto de árboles.
Se midió la altura total de las cinco especies forestales. El DAP se midió a 1,30 m desde el nivel del suelo para el caso de E. globulus, J. neotropica y A. nepalensis; mientras que, para I. insignis y P. americana se registró el diámetro basal a los 5 cm del suelo, ya que presentaron ramificaciones del fuste por debajo de la altura del pecho. Además, se consideró la densidad de la madera de las especies forestales (kg/m3).
Determinación del contenido de C
Se determinó el contenido de C a partir de la biomasa aérea viva en el caso de las especies forestales, para lo cual se utilizó la fórmula propuesta por FAO (1998):
Biomasa aérea viva = D * V *FE (3)
Donde:
D = Densidad de la muestra (kg/m3)
V = Volumen del árbol
FE = Factor de expansión (valor: 1,1)
Para cuantificar la biomasa de las especies agrícolas y pastos, se utilizó el método directo de muestreo destructivo, para lo cual se obtuvo muestras de cinco componentes: raíz, tallo, ramas, hojas y frutos. Estas fueron pesadas por separado para obtener el peso húmedo y luego fueron colocadas en el horno a 105°C, posteriormente se pesaron hasta alcanzar un peso constante y finalmente se registró el peso seco.
La ecuación general propuesta por Bell & Fischer (1994) se utilizó para obtener el valor de la biomasa seca de las especies agrícolas y pastos:
BStcomp = (Psm/Phm) * BHtcomp (4)
Donde:
BStcomp = Biomasa seca total del componente (kg).
Psm = Peso seco de la muestra (gr).
Phm = Peso húmedo de la muestra (gr).
BHtcomp = Biomasa húmeda total del componente (kg).
Para estimar la cantidad de C de cada una de las prácticas agroforestales, se multiplicó el valor de la biomasa aérea por la fracción de C: 0,5 (FAO, 2015; IPCC, 2003).
C (práctica agroforestal) = BT (práctica agroforestal) * FC (5)
Donde:
C (práctica agroforestal) = Cantidad de C de la práctica agroforestal (kg).
BT (práctica agroforestal) = Biomasa total de la práctica agroforestal (kg).
FC = Fracción de C IPCC 2003 (valor: 0,5) (IPCC, 2008).
Finalmente, al resultado de C de la práctica agroforestal se aplicó el factor de conversión 44/12 (FAO, 2015; IPCC, 2008) de unidades de C para transformar a unidades de CO2 equivalente y se transformó las unidades de kg en toneladas, dividiéndolo entre 1.000, obteniendo t CO2.
Análisis estadísticos
Se procedió con los análisis estadísticos de la información utilizando pruebas estadísticas paramétricas. Se realizaron análisis de correlación simple entre el contenido de C de cada práctica agroforestal y las variables: número de árboles/ha referente a las especies forestales, y número de plantas/ha referente a las especies de cultivos y pastos.
RESULTADOS
La mayor tasa de fijación de C se registró en la práctica silvopastoril donde los árboles dispersos de E. globulus se encuentran asociados con P. clandestinum (Figura 2); cabe mencionar que ambas especies son introducidas.
Figura 2. Tasa de fijación de C por las diferentes prácticas agroforestales.
El C total por hectárea estuvo influenciado por la densidad (número de árboles/ha) en cuatro de las cinco prácticas agroforestales. E. globulus con una densidad de 1.111 árboles/ha captura 77,56 Mg CO2 ha-1; A. nepalensis con 64 árboles/ha captura 36,53 Mg CO2 ha-1; J. neotropica con 120 árboles/ha captura 19,99 Mg CO2 ha-1 e I. insignis con 150 árboles/ha captura 8,76 Mg CO2 ha-1. En el caso de P. americana con 625 árboles/ha captura 3,47 Mg CO2 ha-1 y su cultivo asociado que es Z. mays captura 335% más C que la especie forestal en sí (Figura 3).
Figura 3. Influencia de la densidad de las especies forestales en la tasa de fijación de carbono.
El aporte en la cantidad de C fijado por las distintas especies forestales, cultivos agrícolas y pastos que conforman cada práctica agroforestal, es similar en tres de las cinco prácticas estudiadas. En las prácticas E. globulus asociado con P. clandestinum, A. nepalensis asociado con C. arabica e I. insignis asociado con P. vulgaris, las especies forestales fijan el 89% del C total y las especies agrícolas el 11%.
En la práctica de cultivo en callejones, P. americana fija el 23% y Z. mays el 77%; es el único caso donde el cultivo agrícola captura más C que la especie arbórea. Mientras que, el lindero de J. neotropica aporta con el 95% del C fijado y P. ligularis, el 5%.
A nivel de individuo en las especies forestales, la mayor fijación de C fue de A. nepalensis con 0,57 Mg CO2 árbol; J. neotropica 0,17 Mg CO2 árbol; E. globulus 0,070 Mg CO2 árbol; I. insignis 0,058 Mg CO2 árbol y P. americana 0,006 Mg CO2 árbol (Figura 4).
Figura 4. Tasa de fijación de C de acuerdo con la edad, densidad de la madera y altitud de las especies forestales en las prácticas agroforestales.
A. nepalensis ubicada a 1.968 m.s.n.m., la densidad de su madera es de 282 kg/m3 y 23 años, es la especie localizada a menor altitud, con la menor densidad de madera y la de mayor edad de sus árboles y registra la mayor tasa de fijación de C. Las especies E. globulus y J. neotropica localizadas a 2.865 m.s.n.m. y 2.087 m.s.n.m., con densidades de madera de 500 kg/m3 y 527 kg/m3 y edades de 20 y 18 años respectivamente, tuvieron tasas de fijación inferiores a las de A. nepalensis.
En lo que respecta a las especies de cultivos y pastos, Z. mays es la especie que mayor cantidad de C fija, siendo este de 11,63 Mg CO2 ha-1 con 17.700 plantas/ha; a esta le sigue P. clandestinum con 9,57 Mg CO2 ha-1 con una densidad de 308.642 plantas/ha; C. arabica 4,61 Mg CO2 ha-1 con 1.936 plantas/ha; P. vulgaris 1,09 Mg CO2 ha-1 con 11.950 plantas/ha; P. ligularis fija 0,99 Mg CO2 ha-1 con una cantidad de 455 plantas/ha.
Del análisis realizado mediante el clustering jerárquico aglomerativo (Figura 5), se desprende que las especies P. clandestinum y Z. mays forman un grupo que se distingue por una mayor cantidad de C fijado. Los distintos órganos que conforman la biomasa aérea de las especies de cultivos agrícolas y pastos, capturan diferentes cantidades de C y difieren de una especie a otra.
Figura 5. Agrupamiento de especies agrícolas y pastos asociados en las diferentes prácticas agroforestales.
En Z. mays los frutos (mazorcas) fijan el 73% equivalente a 8,53 Mg CO2 ha-1 y la raíz, tallo y hojas en conjunto el 27% correspondiente a 3,10 Mg CO2 ha-1. En C. arabica las raíces, tallo, ramas y hojas fijan 95% del C lo cual significa 4,39 Mg CO2 ha-1, y los frutos 5% siendo 0,23 Mg CO2 ha-1. P. vulgaris fija en sus raíces, tallo y hojas el 98% correspondiente a 0,90 Mg CO2 ha-1, y las vainas el 2% el cual equivale a 0,19 Mg CO2 ha-1. En P. ligularis sus raíces, tallo, ramas y hojas fijan el 60% equivalente a 0,59 Mg CO2 ha-1, y los frutos 40% correspondiente a 0,40 Mg CO2 ha-1. En el caso de P. clandestinum, las raíces, tallo y hojas fijan 9,57 Mg CO2 ha-1.
Discusión
La práctica silvopastoril de árboles dispersos de E. globulus asociados con P. clandestinum que presenta la mayor tasa de fijación de C se explica debido a que ambas especies son introducidas y poseen ventajas ecológicas y botánicas. E. globulus es reconocido por su rápido crecimiento, copa alargada e irregular sobre un fuste limpio de ramas hasta en 2/3 de su altura total que deja ingresar luz al suelo del sistema. Mientras que, P. clandestinum es una gramínea que crece bien en condiciones de escasez de agua y hace un buen uso de las intensidades de luz altas, de lo cual se colige que la competencia por agua y luz del pasto con la especie arbórea no es un obstáculo para el desarrollo de la misma.
En Colombia, el C promedio fijado tanto en las raíces como por la biomasa aérea de P. clandestinum, se vio afectado con una mayor presencia de árboles (1.111 árboles/ha) de la especie Acacia decurrens. Esta especie de acacia tiene una copa extensa, las ramas tienden a ser laterales y la corona de la extensión es de hasta ocho metros de ancho en los especímenes más grandes; lo cual dificulta el ingreso de luz al sotobosque (Giraldo et al, 2008).
El almacenamiento promedio de C por prácticas agroforestales se ha estimado en 9, 21, 50 y 63 Mg CO2 ha-1 en regiones semiáridas, subhúmedas, húmedas y templadas (Handa et al, 2020). Para agroforestería de pequeños propietarios en los trópicos, el secuestro potencial de C varía de 1,5 a 3,5 Mg CO2 ha-1 (Montagnini & Nair, 2004). Los resultados obtenidos en el presente estudio son superiores a los ecosistemas y tipo de agricultores mencionados (Figura 2); situación que refleja la importancia de promover la agroforestería andina con pequeños productores, por su aporte a la mitigación del cambio climático. La principal ventaja comparativa de los sistemas andinos, podría deberse a la cantidad de luminosidad que se recibe en la región andina norte del Ecuador durante todo el año que es de doce horas en promedio.
Alfaro (2017) en Perú encontró en plantaciones de E. globulus de 29 años y rebrotes de ocho años, localizadas a 2.862 m.s.n.m. con una densidad de 2.700 árboles/ha, una tasa de fijación de C de 11,88 Mg CO2 ha-1, inferior a la reportada en el presente estudio.
Espinoza et al (2012), indican: “una determinada combinación entre dos o más especies en un sistema contribuye a que exista una mayor cantidad de C”, lo cual se confirma en las cinco prácticas agroforestales producto de esta investigación”.
Con respecto al rendimiento individual de cada especie, Zanabria & Cuellar (2015) señalan que la cantidad de biomasa aérea y por ende la cantidad de C secuestrado, varía de acuerdo al tipo de especie, edad, altitud sobre el nivel del mar, densidad de la madera, suelo y clima, criterios que son ratificados en el presente estudio (Figura 4).
El contenido de C secuestrado en la práctica agroforestal lindero de J. neotropica asociado con P. ligularis (Figura 2), es superior a los 13, 17 Mg CO2 ha-1 registrado en una práctica agroforestal de J. neotropica asociado con C. arabica en una zona cercana a la del presente estudio (Ramírez et al., 2019). Lo mencionado confirma que las condiciones edáficas son determinantes para obtener una mayor cantidad de C fijado.
En la presente investigación, para el caso de J. neotropica, la especie aprovechó la fertilización nitrogenada que recibía del cultivo de P. ligularis, lo cual estimuló una mayor producción de biomasa y consecuentemente mayor fijación de C. Al respecto Coskun et al. (2016) mencionan que evidencias científicas indican que las deficiencias en los nutrientes del suelo, particularmente el nitrógeno (N) limita el crecimiento de las plantas, lo cual puede restringir en gran medida la fijación de C en el futuro.
Con respecto a los cultivos y pastos, las especies Z. mays y P. clandestinum, ambas pertenecientes a la familia de las gramíneas (Poaceae), podrían aportar con una notable fijación de C debido a que son plantas C4. En los arreglos agroforestales donde se encuentran las especies arbóreas, estas no interfieren en el ingreso de luz al sistema de modo que reciben suficiente agua para realizar sus procesos fotosintéticos sin deficiencias edafo-climáticas.
Conclusiones
Los sistemas agroforestales manejados por pequeños productores en la región andina del Ecuador, en las provincias de Imbabura y Carchi fijan C con tasas superiores a sistemas con características semejantes establecidos en otros sitios del país e incluso fuera del mismo.
La cantidad de C secuestrado por cada práctica agroforestal depende de factores tales como: especies, densidad (número de plantas/ha), edad, altitud, densidad de la madera, condiciones edafo-climáticas y tratamientos silviculturales aplicados a las especies.
La metodología utilizada para determinar las tasas de fijación de carbono que fue aplicada en la presente investigación se adaptó al contexto agroforestal diferenciado de los pequeños productores.
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