enero - junio
2023 Vol.13 (1)
Vásquez, E., et al. (2023). Propuesta de riego para predios del sector Chariguiña de la parroquia San Antonio de Cumbe, cantón
Saraguro, provincia de Loja. Bosques Latitud Cero, 13(1):37-48. https://doi.org/https://doi.org/10.54753/blc.v13i1.1453
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BOSQUES LATITUD CERO
R E V I S T A I N D E X A D A
(2016) manietas, el horizonte A generalmente se denomina capa superior, es el horizonte superior
mineral con acumulación de materia orgánica; el horizonte E de 0,40 m, con bloques prismáticos y
columnares; generalmente se sitúa entre el horizonte A y B, con menos materia orgánica que el A.
Además, son suelos muy arenosos y de colores muy claros (Cuenca, 2020); por su parte Valarezo-
Manosalvas, (2016) reere, los colores claros son el resultado de una gran lixiviación de arcilla,
materia orgánica y otras sustancias químicas como el hierro. El horizonte B de más de 30 a 100
cm, es masivo, muy adherente y muy duro en seco; no contiene materia orgánica y con mayor
cantidad de arcilla en relación al horizonte E, lo cual coincide con la descripción de Valarezo-
Manosalvas, (2016); adicionalmente, Cuenca (2020) expresa que el horizonte B se lo puede llamar
horizonte de enriquecimiento en arcilla (iluvial o in situ), con un buen desarrollo de estructura
edáca tipicamente en bloques angulares, subangulares y prismatica.
La velocidad de inltración básica fue de 18,46 mm/h, USDA (2014) la clasica como inltración
moderadamente lenta, por estar en el rango de 5 a 20 mm/h, por su parte Cisneros-Almazan (2003),
valores de 17,5 a 25,0 mm/h, corresponde a una velocidad de inltración media, debido al efecto
que tienen los limos (22%); por lo general, al ser fácilmente arrastrados por el agua tienden a
taponar los poros, reduciendo el diámetro de los mismos y generando mayor tortuosidad al paso
del agua (Ochoa, 2012).
Diseño del sistema de riego por aspersión
El sector Chariguiña de la parroquia San Antonio de Cumbe del cantón Saraguro, al igual que
otros cantones de la provincia de Loja como Catamayo (Vásquez et al., 2022), se caracteriza
por desarrollar una agricultura familiar campesina de subsistencia, con énfasis en la actividad
ganadera, la producción de forrajes depende, por lo general, de las precipitaciones durante la época
lluviosa que va de diciembre a mayo; al norte del sector se han implementado algunos sistemas
de riego que funcionan energizados por bombeo; no obstante, presenta inconvenientes de orden
técnico puesto que, incluso la selección y adquisición de las bombas se hace sin ningún criterio
técnico. Es evidente la falta de tecnología para manejar el agua de riego; un bajo porcentaje riegan
por aspersión, debido a la falta de conocimiento y experiencia. Según AGROSÍNTESIS (2016),
el riego por goteo es uno de los sistemas más ecientes, debido a la mayor uniformidad, menor
incidencia de malezas, menor costo de mano de obra, menor impacto al ambiente y uso eciente
de los insumos para la producción. Para la aplicación de sistemas de riego por gravedad o por
aspersión, se debe realizar estudios, especícamente para controlar el contenido de humedad en el
suelo y lograr un desarrollo adecuado del cultivo (INIAP, 2014).
El sistema de riego fue diseñado para satisfacer las necesidades del cultivo sin causar erosión o
escurrimiento. El costo inicial de instalación del sistema de riego, puede parecer costoso; sin embargo,
se debe considerar la vida útil de 10 a 12 años (NRCS, 2013); en estas consideraciones, la inversión se
justica, dado las características de la nca, relacionado con el tamaño, topografía, condiciones físicas
del suelo, calidad de agua para riego y las costumbres de los agricultores en los cultivos principalmente
de papa, el sistema de riego propuesto es de fácil operación por parte de los agricultores
La instalación de 1,0 ha de riego por aspersión tiene un costo de $ 3 705,14; la inversión se
recuperará en seis meses; siempre y cuando se haga un correcto manejo del agua y el suelo; así
como, adecuado plan de fertilización, cosecha y postcosecha. Al respecto, se reporta $ 2 575,62
(Gallegos-Días, 2016), $3 778,05 (Torres, 2017), $ 4 450,4 (Jiménez, 2019) para el costo de
instalación de 1,0 ha; la variación de costos, se debe fundamentalmente, al material utilizado,
situación geográca y al año en que se realizó la instalación del sistema de riego por aspersión.