enero - junio
2024 Vol.14(1)
Arce-Rojas, R. (2024). De bosques como bienes comunes a bosques como socioecosistemas de convivencia. Bosques
Latitud Cero, 14(1), 15-30. https://doi.org/10.54753/blc.v14i1.2102
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BOSQUES LATITUD CERO
R E V I S T A I N D E X A D A
El Organismo de Supervisión de Recursos Forestales y de Fauna Silvestre [OSINFOR] revela que, en
promedio de 2015 a 2020, la mayor parte del volumen de árboles no autorizados detectados provino
de bosques locales (37%) (OSINFOR 2019).
Discusión
Aunque el concepto de bienes comunes alude a sistemas sociales (de Angelis, 2019) más que a recursos
compartidos es importante reconocer el rol central que juegan los “recursos.” En el caso de los bosques
se podría señalar que históricamente la civilización humana ha construido, desde una perspectiva
antropocéntrica y utilitarista el concepto de recursos naturales o de recursos forestales. Mediante esta
perspectiva los bosques son reducidos a objetos, cosas, insumos, materia prima, capital natural, entre
otras denominaciones que pueden ser apropiados (Gutiérrez, 2019; Monárrez et al. 2018). Mediante la
concepción civil del derecho la naturaleza se convierte en un objeto, un bien, mueble o inmueble, que
puede ser utilizado o dispuesto sin restricción alguna (Ávila, 2011, 64). Esta forma de relacionarse con
los bosques es funcional al capitalismo y forma parte del proceso de mercantilización de la naturaleza
(Riechmann, 2005). Es por ello que Pastorino (2013, 6) se pregunta ¿Qué pasa con aquellos elementos de
la naturaleza que no son considerados recursos? Ello porque no representan un valor económico actual o
no se conoce sobre su posibilidad de aprovechamiento. Al reducir los bosques a bienes entonces aparecen
conceptos tales como la naturaleza del bien, el rol de los actores sociales y el sentido de propiedad.
El sistema capitalista neoliberal requiere que la naturaleza pueda ser apropiable, pueda ser sometida
a producción y transformación, que tenga precios y que pueda insertarse en los mercados. Es por ello
que el concepto de propiedad es clave. Esta realidad predominante es producto de un largo proceso
de colonización de la naturaleza mediante un proceso disyuntivo (que separa el ser humano de la
naturaleza), un proceso reductivo (que reduce la naturaleza a recurso, bien, materia prima, insumos,
capital natural) y un proceso de dominación (que somete la naturaleza y la mercantiliza) (Machado,
2010). Mediante la pérdida de la afectividad ambiental el ser humano se hace ajeno, distinto y exterior
a la naturaleza y la convierte en proveedora de recursos para satisfacer sus necesidades (Giraldo y Toro,
2020). El concepto occidental y legal de propiedad legitima el uso de la naturaleza.
Aunque el concepto de recursos naturales (forestales) está institucionalizado en la legislación peruana
no todos los pueblos y culturas se relacionan con los bosques de manera disyuntiva. Existen casos en
los que los recursos forestales (bosques) son tratados como dones, ofrendas o bondades de la naturaleza
(Caruso y Sarmiento, 2019; Fuse, 2019; Hou, 2019; Naranayan, 2019). Por ejemplo, desde la ecología
profunda (Seed, 2019), de la ecología jainista (Kumar, 2019) y de la civilización amerindia (Estermann,
2012), existe una continuidad entre el ser humano y la naturaleza y lo que caben son relaciones de
reciprocidad no de dominio o propiedad. Eisenstein (2019: 286) señala
…la aparente oposición entre la ciencia y la espiritualidad de la Tierra se está desmoronando a
la luz de los recientes descubrimientos. La inteligencia de las plantas, la inteligencia micelial,
la capacidad del agua para transportar información y la complejidad de la comunicación animal
otorgan credibilidad cientíca a la idea de que los entes no humanos tienen aptitud subjetiva
y experiencia interna. Y, por supuesto, la teoría Gaia sugiere que todo el planeta está vivo…
Bajo estas perspectivas panpsiquistas la naturaleza no solo está viva sino que además piensa (Maldonado,
2016). Al respecto Kohn, citado por Rivera (2016, 325), menciona que “los bosques piensan a través de
ecologías que integran una cierta biosemiótica y unos patrones que condicionan y son condicionados
por relaciones entre seres vivos.”