USO DE QUITOMAX® ALVAREZ-PINEDO et al.
del bulbo. Entre los 30-60 días después de plantado ocurre el
crecimiento intenso de las hojas.
A los 110 días después de plantado el cultivo de ajo, todas
las concentraciones de QuitoMax® ensayadas fueron signi-
ficativamente superiores al control en los tres momentos de
evaluación, a excepción de la concentración del control (T1).
Los valores obtenidos en este trabajo de 8 hojas a los 110
ddp, para los tratamientos con QuitoMax®, son inferiores
a los informados por otros autores (Argüello et at., 2006),
quienes informaron que con bulbillos de la variedad ‘Chi-
nese’ tratados con Chito–Care®, un producto comercial de
quitosana de Egipto, obtuvieron valores de número de hojas
entre los 7,50-7,75 a los 120 ddp el cultivo. No obstante, el
aumento del número de hojas con el uso del bioestimulan-
te de quitosana, posibilitaría un aumento del área foliar en
estas plantas permitiendo hacer un uso más eficiente de las
radiaciones solares y por consiguiente incrementar aquellos
procesos dependientes de la luz como por ejemplo la fotosín-
tesis.
En la figura 3 se presenta el contenido de clorofilas en las
hojas, de plantas de ajo tratadas con diferentes dosis del bio-
estimulante QuitoMax® a los 90 y 110 días después de plan-
tado se encontraron diferencias significativas entre los trata-
mientos, con respecto al tratamiento control T1, es posible
apreciar un incremento gradual de unidades SPAD a medi-
da que aumenta la concentración del bioestimulante Quito-
Max®.
Los valores de unidades SPAD encontrados en este trabajo
son inferiores a los informados por otros autores (Izquierdo†
y Gómez, 2012), quienes informan valores en un rango de
69,4-75,2 unidades SPAD en hojas de plantas de ajo, varie-
dad ‘Sids 40’, tratadas con bioestimulantes a través de asper-
sión foliar. Estos autores realizaron tres aplicaciones foliares
de los bioestimulantes a los 30, 60 y 90 días después de plan-
tado el ajo y en la primera campaña (2013-2014) verificaron
una estimulación del contenido de clorofilas con el uso de los
bioestimulantes, ya en la segunda (2014-2015) no se encon-
traron diferencias entre los tratamientos.
Este comportamiento de un mayor contenido de pigmen-
tos fotosintéticos a los 90 y 110 DDP, se corresponde con los
resultados obtenidos por Oliveira et al., (2018). Estos autores
evaluaron las características morfofisiológicas y productivas
de 20 accesiones de ajo ‘Amarante’, del Banco de Germo-
plasma Vegetal de la Universidad Federal de Viçosa en Bra-
sil, y reportan valores de unidades SPAD entre 48,83-56,62
a los 87 DDP y entre 56,41-66,97 a los 114 DDP. También
señalan la importancia de la acumulación de fotoasimilados
en el seudotallo para su posterior traslocación a los bulbillos,
e indican que el aumento en peso seco de los bulbos de acce-
siones con altas producciones se explica por la traslocación
de asimilados y no por la tasa de asimilación neta del bul-
bo. En este sentido, el incremento del contenido de clorofilas
a los 90 DDP (Figura 3) con el uso del QuitoMax® pudie-
ra ser indicativo de un incremento de fotoasimilados, y por
consiguiente de la producción de biomasa.
La fase de llenado del bulbo y la diferenciación de los bul-
billos, las que ocurren al mismo tiempo, dependen del cre-
cimiento de la parte aérea (Argüello et at., 2006), aspecto
este que se verifica en los resultados obtenidos en nuestro
trabajo para el indicador diámetro ecuatorial del bulbo pre-
sentados en la Tabla 1, en la que se observa un incremento
de dichos indicadores con el uso del polímero de quitosana
QuitoMax®.
Los valores del diámetro ecuatorial del bulbo se encuen-
tran dentro del rango, informados en la literatura para este
clon (Izquierdo† y Gómez, 2012) y son superiores a los ob-
tenidos por Pupo et at., (2016) en la campaña 2013-2014,
quienes aplicaron los productos FitoMas-E® y Ecomic®, el
primero mediante aspersiones foliares y el segundo a través
del recubrimiento de las “semillas”. El aumento de este indi-
cador en plantas cultivadas con bioestimulantes se ha infor-
mado por varios autores (Burba, 1997; Shafeek et at., 2015;
Pupo et at., 2016). Con la aplicación del QuitoMax® pudie-
ra tener una implicación comercial y económico importante
una vez que el bulbo es el atributo comercial de este cultivo.
La calidad del bulbo puede ser medida a través del calibre,
que es una clasificación atendiendo al diámetro ecuatorial del
bulbo (MINAG, 2021). Según el rango de valores informados
por Izquierdo† y Gómez, (2012) para el diámetro ecuatorial
del bulbo (34-39 mm), el calibre de los bulbos de este clon
puede ser tanto de 3 como de 4, lo que se corresponde con
nuestros resultados ya que bulbos con calibre 5 no fueron en-
contrados. El porcentaje de bulbos con calibre 4 solamente se
presenta en las plantas tratadas con las dosis del bioestimu-
lante QuitoMax®, permitiendo los porcentajes de 19,8; 20,6
y 23,2 para las concentración de 1 mg L-1(T2), 5 mg L-1(T3)
y 10 mg L-1 (T4), respectivamente.
En cuanto al número de bulbillos, nuestros resultados se
corresponden con el rango de valores informados en la li-
teratura (15 a 30 bulbillos) para el clon ‘Criollo’ (Zaki et
at., 2014). Es necesario señalar que los tratamientos con un
menor número de bulbillos (T2 y T3) se corresponden con
bulbillos de mayor tamaño.
Aunque el aumento del contenido de clorofilas (Figura 3)
no es indicativo de un aumento del proceso fotosintético, el
efecto de la quitosana pudiera atribuirse a un aumento de en-
zimas claves del metabolismo del nitrógeno (N), como por
ejemplo el nitrato reductasa y glutamina sintetasa participan-
tes en la reducción del NO3- y la asimilación del NH4+ res-
pectivamente. También pudiera elevarse la actividad respi-
ratoria producida por un aumento de sustratos respiratorios
emergentes de la fotosíntesis. El beneficio en la fotosíntesis
y la respiración con el uso de QuitoMax® traería como con-
secuencia un incremento en la producción de biomasa.
El bulbo es el órgano donde se acumulan las sustancias
nutritivas (Zaki et at., 2014), las que provienen del proceso
fotosintético, por consiguiente, la masa seca del bulbo depen-
derá del desarrollo de la parte aérea (MINAG, 2021), que en
nuestro trabajo (Figuras 1-3) fue beneficiada con el uso de
las diferentes dosis del bioestimulante. En la figura 4 se pre-
sentan los resultados para los indicadores masa fresca y seca
de los bulbos de plantas de ajo tratadas con diferentes con-
centraciones de QuitoMax®. Para el indicador masa fresca
el tratamiento con el mayor valor (T4), seguido de los trata-
mientos T2 y T3 superaron significativamente al control.
Los valores de masa fresca del bulbo (8,5-21,10 g) se en-
cuentran por debajo de los informados por Izquierdo y Gó-
mez, (2012) de 28,4-37 g para este clon. Así como también a
los obtenidos por Fawzy et al., (2012) en las campañas 2009-
2010 (49,22-51,23 g) y 2010-2011 (47,34-48,42 g) con ajo
de la variedad ‘Chinese’ tratados con un producto comercial
de quitosana, Chito–Care®.
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