e-ISSN: 1390-5902
CEDAMAZ, Vol. 11, No. 02, pp. 115–118, julio–diciembre 2021
DOI: 10.54753/cedamaz.v11i2.1179
según la Dirección Nacional de Vigilancia Epidemiológica
para el 2013 al 2015 es El Oro, por lo que se proyecta que en
el país alrededor de 2.3 y 3.5 millones de habitantes están en
riesgo de contraer la enfermedad (MSP, 2017).
En esta investigación realizada en la Parroquia Moromoro
del Cantón Piñas, se pudo determinar que existen casos posi-
tivos para la enfermedad de Chagas, esto quiere decir que de
un total de 200 participantes tomando como representativo
de la población, el 17%, es decir 34 de ellos resultaron sero-
lógicamente positivos para enfermedad de Chagas mediante
la aplicación de dos pruebas distintas. Frente a lo expuesto se
acepta la hipótesis de investigación que constata la existencia
de Enfermedad de Chagas en los habitantes de este sector.
Este resultado se coteja con el reporte por parte del Mi-
nisterio de Salud Pública del Ecuador, quien indica en los
últimos 5 años un total de 14 casos en todo el cantón Piñas
(Cordinación Zonal 7 de Salud - MSP, 2018). El único es-
tudio que hasta el momento se evidencia en la parte alta de
El Oro, es en el Cantón Portovelo, Parroquia Rural Lourdes,
en el que se utilizó gota gruesa y se mostró ausencia de pa-
rásito, adicionalmente se realizó ELISA, con una positividad
del 6%, de un total de 102 participantes (Jiménez- Loyola,
2012). En otros países se han llevado a cabo estudios simila-
res, tenemos así los muestreos en 2008 y 2009 en viviendas
seleccionadas al azar de áreas rurales del Departamento San
Luis del Palmar, Provincia de Corrientes, Argentina.
El diagnóstico de la infección Chagásica se realizó a vo-
luntarios mediante las pruebas de hemaglutinación indirec-
ta, inmunofluorescencia indirecta y ensayo inmunoenzimáti-
co, la prevalencia global de los 163 voluntarios fue 11,7%
(19/163) (Bar, et al. 2010). Otro estudio se llevó a cabo en
Venezuela, se estudiaron 115 pacientes, distribuidos en 36 vi-
viendas, a los que se les aplicó una encuesta epidemiológica,
tres pruebas serológicas (ELISA, hemoaglutinación indirecta
e inmunofluorescencia indirecta), se obtuvo una prevalencia
general de 6,09% (Salazar et at., 2014).
Resultados similares fueron encontrados por Ríos et al.,
(2011) en el que se realizó un estudio descriptivo, aquí se
evaluaron 156 personas, y se identificaron 11 casos agudos
de enfermedad de Chagas, 10 con títulos de anticuerpos IgM
e IgG contra Trypanosoma cruzi por inmunofluoresencia y
ELISA. A las muestras positivas para IFI-IgM se les practicó
gota gruesa extendido y se observó una elevada prevalencia
de enfermedad de Chagas y anticuerpos contra Trypanoso-
ma cruzi en este estudio (Rios et al., 2011). Por los datos
mencionados se propone la necesidad de realizar estudios de
tamizaje en poblaciones con características propias para que
se desarrolle el vector (vinchuca, chinchorro o chinche), en
este estudio se consideró el diagnóstico únicamente para pa-
tología crónica dada la edad propuesta de los participantes de
acuerdo a los datos ya existentes, para obtener así una apro-
ximación a la magnitud de la patología, pero, sería importan-
te considerar todos los grupos estadios y determinaciones en
etapa aguda y crónica.
En este estudio, los pacientes con diagnóstico positivo de-
finitivo, el grupo etario de 80 a más años es el más afectado
con el 32%, por 11 casos, el grupo de 70 a 79 años con el
29,4% por 10 casos, seguido del grupo entre 60 y 69 años
con el 26,4% por 9 casos y finalmente 11,7% con 4 casos al
grupo de 40 a 49 años y en cuento al sexo femenino, corres-
ponde al 58,82% por 20 casos, mientras masculino constitu-
ye el 41,17% por 14 casos. Salazar et at., (2014) reporta en
su investigación realizada a personas mayores a 40 años que
predomina el sexo masculino (71%). Por otro lado, resulta-
dos encontrados en un estudio realizado en la población rural
de Miraflores, estado Monagas en el que participaron 62 in-
dividuos del sexo masculino (58,5%) y 44 del sexo femenino
(41,5%). El diagnóstico serológico fue realizado mediante la
prueba de ELISA utilizando antígenos fijados de las formas
epimastigotes de T. cruzi. De los 106 individuos evaluados,
sólo tres resultaron seropositivos para anticuerpos tipo IgG
anti-T. cruzi, representando un 2,8% de seropositividad, de
estos individuos, dos fueron del sexo femenino y 1 del sexo
masculino (Berrizbeitiaa, et al., 2010).
No se reportan estudios que muestren resultados por gru-
pos etarios, pero, de los propuestos se discrepa la predomi-
nancia del sexo más afectado en relación al de esta inves-
tigación, mientras que en el segundo estudio los resultados
no son representativos. Probablemente el hecho de que ha-
ya mayor número de casos positivos en el sexo femenino de
esta investigación se deba a que cuando se realizó la sociali-
zación se encontraron en las viviendas en su mayoría amas de
casa y por su parte los habitantes del sexo masculino en una
proporción considerable se negaron participar en la investi-
gación. En cuanto a la caracterización de las viviendas actua-
les de los pacientes con diagnóstico positivo para Chagas el
91,17% corresponde a construcciones de hormigón armado,
seguido de construcciones de madera (tabla) con el 38,23%,
de ladrillo el 20,58% y adobe el 0%, pero, antiguamente el
97,05% de los pacientes vivía en construcciones de adobe,
el 76,46% en construcciones de madera, 11,76% construc-
ciones de ladrillo y bareque 8,82%. En el estudio ya mencio-
nado realizado en Venezuela con 115 pacientes, distribuidos
en 36 viviendas y con prevalencia general de 6,09%, se re-
porta que la vivienda más frecuente de los pacientes seropo-
sitivos correspondió al rancho de zinc (71,43%) (Salazar et
at., 2014). En el presente estudio, la gran mayoría de los pa-
cientes positivos tienen en común construcciones de adobe,
mismo que es considerado como el habitad más frecuente del
vector portador del Trypanosoma cruzi y también explicaría
de alguna manera que los pacientes sean portadores crónicos
al probablemente adquirir la enfermedad en estas viviendas
de su infancia.
Asimismo, de los pacientes positivos de este estudio el
97,05% manifestó haber tenido gallineros cerca de su vivien-
da y el 64,7% aún los tiene. En lo referente a lugares de alma-
cén de leña al lado o bajo sus domicilios el 85,29% los tuvo
y el 35,29% aún mantiene esta costumbre; además, 82,35%
comentó haber tenido cultivos de caña de azúcar, moliendas
o ramadas cerca de su domicilio y el 17,64% aun las mantie-
nen. En contraste con el estudio realizado en Venezuela en el
que el 85,71% presentó anexos (gallinero, depósito de leña
y cochinera) (Salazar et at., 2014). Lo mencionado pone en
evidencia al igual que lo descrito en la literatura el lugar en
donde se almacenan los vectores y explicaría posiblemente
la prevalencia de Chagas en el sector en donde se desarro-
lló la investigación, ya que sus construcciones en su mayoría
corresponden a viviendas mixtas entre adobe, madera y la-
drillo.
Otro aspecto que valoró esta investigación fueron los fa-
miliares con diagnósticos positivo ya conocido de los pacien-
tes al momento diagnosticados, se obtuvo los siguientes re-
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