e-ISSN: 1390-5902
CEDAMAZ, Vol. 12, No. 2, pp. 203–209, Julio Diciembre 2022
DOI: 10.54753/cedamaz.v12i2.1265
El reciclaje de plásticos, un reto para lograr una economía circular
Plastic recycling, a challenge to achieve a circular economy
María José Valarezo-Ulloa 1,* y Lazaro Ruiz-Virgen 2
1Laboratorio de Análisis Químico, Universidad Nacional de Loja, Ciudadela Guillermo Falconi. Loja, Ecuador
2Escuela de Ingeniería Química e Industrias Extractivas, Instituo Politécnico Nacional, Unidad Profesional "Adolfo López Mateos",
Zacatenco, Gustavo A. Madero. Ciudad de México, México, esiqie_posgrado@ipn.mxl
*Autor para correspondencia: laboratorio.quimico@unl.edu.ec
Fecha de recepción del manuscrito: 11/03/2022 Fecha de aceptación del manuscrito: 01/09/2022 Fecha de publicación: 29/12/2022
Resumen—La eliminación de la contaminación por plásticos es una de las bases del surgimiento de una economía circular. La alta demanda
de este tipo de materiales, el crecimiento per cápita y una falta de conciencia por parte de los consumidores están llevando consigo al planeta
a un desastre ambiental, a tal punto que cantidades microscópicas de este material ya se encuentran presentes en las cadenas tróficas del
planeta. Se han presentado varias soluciones al problema y aún se desconoce cuáles serían las medidas a seguir si queremos alcanzar la
conservación del ambiente y disminuir la crisis por plástico. Esto unido a la falta de políticas públicas, la falta de apoyo de la población
y el uso desmedido de plástico en los diferentes sectores industriales hace que su producción y transporte representen una de las mayores
fuentes de emisiones de CO2a la atmósfera. Ante esta realidad, el reciclaje de plásticos dentro de una economía circular es una alternativa
prometedora que llevará consigo la articulación de todos: compañías, recicladores, gobiernos, ONGs y población, para lograr alcanzar un
sistema sólido y demostrar que los residuos plásticos tienen un valor y vale la pena el desarrollo de nuevas tecnologías para su reciclaje.
Palabras clave—Reciclaje, Plásticos, PET, Economía circular.
Abstract—The elimination of plastic pollution is one of the bases for the emergence of a circular economy. The high demand for this type
of material, per capita growth and a lack of awareness on consumers are leading the planet to an environmental disaster, to the point that
microscopic amounts of this material are already present in food chains of the planet. Several solutions to the problem have been presented
but it is unknown what measures to follow if we want to achieve environmental conservation and reduce the plastic crisis. All this, together
with the lack of public policies and support from the population, as well as the excessive use of plastic in the different industrial sectors
means that its production and transport represent one of the largest sources of CO2emissions into the atmosphere. Faced with this reality,
the recycling of plastics within a circular economy is a promising alternative that will entail the articulation of all: companies, recyclers,
governments, NGOs and the population, in order to achieve a solid system and demonstrate that plastic waste has a value, and it is worth
the development of new technologies for its recycling.
Keywords—Recycling, Plastics, PET, Circular economy.
INTRODUCCIÓN
El rápido crecimiento de la producción de plásticos ha si-
do extraordinario, ubicándose entre los materiales más
versátiles hechos por el hombre, junto al cemento y al ace-
ro. La demanda global antrópica de este material es enorme,
lo que ha determinado que su producción haya aumentado
desde los 2 millones de toneladas métricas en 1950 a aproxi-
madamente 831 t en los últimos años (Geyer et al., 2017). De
hecho, en los últimos diez años se ha producido más plástico
que en toda la historia de la humanidad (Crawford y Quinn,
2017). Según datos de la Organización de Naciones Unidas,
el uso del plástico ha aumentado, y no solo por el uso de
mascarillas, guantes y desechos médicos, sino por el uso de
plásticos de un solo uso: polímeros como el polietileno de
alta densidad (HDPE), polietileno de baja densidad (LDPE),
polipropileno (PP) y polietileno tereftalato (PET) utilizados
para la elaboración de envases, empaques, botellas, etc. Solo
los fabricantes de bebidas producen más de 500 mil millones
de botellas de plástico de un solo uso cada año (Samaniego
et al., 2021).
Los plásticos de larga duración también representan un ru-
bro importante en las distintas áreas que se emplean, como
industria, electrónica, agricultura y comunicación. Alrededor
del 25% del total del plástico se destina para este fin en la
elaboración de tuberías, cableado eléctrico, paneles, láminas
y mueblería. En la industria automotriz el plástico ha veni-
do a reemplazar al acero, volviendo sus partes más livianas
y por ende el menor uso de combustible para su moviliza-
ción. Otro consumidor importante de plástico es el sector de
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0. 203
EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS VALAREZO-ULLOA
la construcción, utilizando el 69% del total de producción
de policloruro de vinilo (PVC) para tuberías (Geyer et al.,
2017).
Si la demanda de plásticos continúa a este ritmo, para el
año 2050 habremos superado las 35000 t entre fibras sinté-
ticas, resinas, PE, PP, PET, PVC, poliésteres, HDPE, LDPE,
poliamidas y acrílicos. Sin embargo, lo alarmante es que bajo
esta misma tendencia y con un modelo de producción eco-
nómica lineal que ignora las alternativas de uso de residuos
plásticoS, para el año 2050 se habrán reciclado alrededor de
6000 t y el doble de esta cantidad se habrá incinerado, depo-
sitado en rellenos sanitarios y descartados al ambiente (Eco-
des, 2019a; Sankaran, 2019).
En el presente artículo se analizan datos sobre la produc-
ción de plásticos por región a nivel global, datos de genera-
ción de desechos plásticos por países y porcentajes de plás-
tico reciclado a nivel mundial con el fin de tener una visión
más clara del ciclo de vida de los plásticos y su disposición
final, y cómo podrían incluirse en un sistema cerrado de pro-
ducción con visión de economía circular.
CICLO DE PLÁSTICOS A NIVEL GLOBAL
Los plásticos se derivan casi en su totalidad de produc-
tos petroquímicos (aceite y gas fósil). El primer paso para
crear un producto plástico es la extracción de petróleo crudo
o gas metano: se estima que alrededor del 4-8% del petró-
leo global se utiliza como materia prima para la producción
de plástico y más del 6% en su manufactura (Hopewell et
al., 2009). Todos los métodos de extracción de combustibles
fósiles imponen costos masivos y contaminación para las co-
munidades cercanas. En el 2015 la producción de plásticos
emitió alrededor de 1,7 gigatoneladas de CO2y se proyecta
que para el 2050 esta cifra se triplique a aproximadamente
6,5 gigatoneladas, un 15% del presupuesto mundial de car-
bono (Crawford y Quinn, 2017).
Después de la extracción de combustibles fósiles, las ma-
terias primas se envían a una refinería. Los objetivos del re-
finamiento son derivar los componentes básicos para la pro-
ducción de plástico: etano del petróleo crudo y propano del
gas natural. En una planta de craqueo, el etano y el propano
se descomponen químicamente en etileno y propileno y a tra-
vés de procesos de polimerización catalizada se producen re-
sinas o plásticos premanufacturados. A estos se agregan adi-
tivos, retardantes de calor, plastificantes y estabilizadores pa-
ra finalmente tener un producto plásticos terminado para las
distintas áreas de empleo (Zhen y Suh, 2019).
Los plásticos terminados se dirigen a los distintos nichos
de mercado donde permanecen dependiendo de su tiempo de
vida útil, que podría ir de un año como materiales para empa-
que a 50 años como en el caso de plásticos para la construc-
ción y áreas afines. El tiempo de vida útil se determina por el
tipo de polímero empleado y el estrés que soporta el material
plástico. Al terminar su vida útil estos son manejados de dife-
rentes formas a nivel particular, organizacional, empresarial
o gubernamental; o desechados ya sea en vertederos munici-
pales, rellenos sanitarios, incinerados o reciclados (Wang et
al., 2021). En la Figura 1 se esquematiza el ciclo de vida útil
de un plástico.
El ciclo de vida del plástico ha sido un sistema de produc-
ción lineal, donde los desechos no se consideran en su mayor
parte como materias primas para el comienzo de un nuevo
ciclo. Además, se ha reportado (Wang et al., 2021) que sus
eslabones de producción generan una cantidad considerable
de residuos durante su manufactura y estos se sumarían a la
etapa final de disposición de estos materiales.
Asia es la región con mayor producción de plásticos, sien-
do responsable de la mitad de la producción (51% del total)
como se muestra en la Figura 2, seguido por América del
Norte con un 18% y Europa con un 17% (Mena, 2021a).
Se estima que alrededor de 2500 t de plástico se encuen-
tran actualmente en uso y que alrededor de 6300 t de dese-
chos plásticos se están produciendo. De esta cantidad más
del 50% de desechos se descartan y se encuentran dispersos
en el ambiente (Haward, 2018; Zhen y Suh, 2019).
Debido a la creciente demanda sobre el manejo de los de-
sechos plásticos, más de 88 países y regiones han introduci-
do políticas o medidas económicas regulatorias para mejo-
rar la gestión de desechos, promover el reciclaje, reducir el
uso de ciertos productos plásticos, imponer impuestos, ge-
nerar prohibiciones sobre plásticos de un solo uso y dismi-
nuir importaciones de bolsas y residuos plásticos (Wang et
al., 2021). Gracias a estos esfuerzos, el descarte de desechos
plásticos bajó alrededor de un 50% en 2015 (Geyer et al.,
2017). Sin embargo, hasta el 80% de los desechos plásticos
aún no se gestionan adecuadamente, especialmente en eco-
nomías emergentes y en desarrollo como China, Sri Lanka,
Filipinas y Vietnam (Wang et al., 2021).
El problema de los plásticos es que las mismas propieda-
des que los vuelven tan versátiles como resistencia, durabi-
lidad y permeabilidad, son las que hacen que su descompo-
sición en la naturaleza se vuelva tan difícil. Esto, unido a la
falta de estrategias claras para la manipulación de desechos
plásticos provocan que el manejo final de estos residuos sea
un tema de preocupación actual. Se necesita una variedad de
datos para caracterizar las existencias y flujos de plásticos a
lo largo del espacio, el tiempo y el ciclo de vida, y poder de-
sarrollar estrategias que permitan abordar el desafío de una
producción sostenible de plásticos y un mejor manejo de sus
desechos.
Los dos países que generan la mayor cantidad de desechos
a nivel global son China e India, produciendo alrededor del
50% de los residuos plásticos (Fig. 3). Estos países a pesar
de ser los más poblados del mundo presentan una cantidad
de plástico desechado por persona que varía notablemente
entre ellos. En India una persona genera alrededor de 4 kilos
de desechos, mientras que en China cada persona produce
alrededor de 18 kilos. Debido a esto China se ha convertido
en uno de los mayores exportadores de desechos plásticos a
nivel global cuyo transporte genera emisiones de CO2que
restan calidad al ambiente. India por su parte aún presenta un
sistema de recolección de desechos muy precario (Our Word
in data, 2019; Mena, 2021b).
DISPOSICIÓN FINAL DE LOS PLÁSTICOS
De todos los sectores en los que el plástico es necesario,
la industria del embalaje y empaque constituye el porcentaje
más representativo a nivel global, teniendo como excepción
China e India que presentan un porcentaje de producción de
plástico mayor en el sector de la construcción y mueblería
respectivamente (Wang et al., 2021). Sin embargo, aún en la
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Fig. 1: Ciclo de vida de los plásticos según artículo de Wang et al. (2021).
Fig. 2: Distribución Global de la Producción de Plástico según
datos de Plastics Europe (2021).
Fig. 3: Plásticos desechados a nivel mundial, según datos de Our
Word in data (2019).
actualidad la recolección de cifras exactas sobre la cantidad
de plásticos y desechos es insuficiente, esto debido a que las
cantidades varían de una organización a otra o de un país a
otro, haciendo más difícil su cuantificación.
La cantidad de desechos que se generan también depen-
derá del tiempo de vida útil de cada plástico, es decir, para
qué fue diseñado. Por ejemplo, las fundas plásticas tienen
un tiempo de vida útil estimado de un año, mientras que los
materiales para la construcción, industria, agricultura o mue-
blería tienen un tiempo de vida útil de uno hasta 50 años
(Sankaran, 2019).
En la naturaleza, ninguno de los plásticos de origen fósil
(cadenas poliméricas carbono-carbono) se degradan de ma-
nera significativa, sus vías y productos de degradación de-
penderán del tipo de polímero empleado para su fabricación,
que por acción de rayos ultravioleta y oxígeno se debilitan y
las cadenas poliméricas se rompen, fragmentando el material
en pequeños pedazos de plástico que pueden desintegrarse
en millones de microplásticos que presentan cadenas de po-
límeros más cortas, susceptibles a biodegradarse o incorpo-
rarse dentro de las cadenas tróficas en forma de monómeros,
oligómeros y nuevos grupos de ácidos carboxílicos (Gewert
et al., 2015). Se ha reportado que ingresan alrededor de 8 t
de macroplásticos y 1,5 t de plásticos primarios a los océa-
nos. (Geyer et al., 2017; Lau et al., 2020; Ding et al., 2022).
Sin embargo, la contaminación en tierra es aún mucho mayor
representando más del 95,3% (>516,9 millones de toneladas
métricas) de la cantidad de plásticos que se desecha a nivel
mundial (Atsuhiko & Shinsuke, 2022).
Estos pequeños fragmentos de plástico (>100 nm) ingre-
san al ambiente a través de ríos, deslizamientos, viento, dese-
chos, carga perdida, artículos de pesca, desperdicios de cons-
trucción, fibras, etc, y dependiendo de la composición quími-
ca de los polímeros que los constituyen, pH y temperatura,
estos podrán liberar en la fauna y flora componentes nocivos,
como aditivos, plastificantes, retardadores de flama y otros
agentes químicos que se derivan de su manufactura (Law &
Thompson, 2014). A pesar de este hecho, lo más impactante
es que de la totalidad del plástico producido hasta hoy desde
el inicio de su producción masiva, alrededor de 9000 t, única-
mente se ha reciclado alrededor de un 9% (Ecodes, 2019b).
Los bioplásticos se han vuelto un rubro importante dentro
de la disposición final de desechos. Existen tres tipos de bio-
plásticos: de origen biológico y biodegradables (PLA, PHAs
y TPS), de origen biológico y no biodegradables (bio-PET y
bio-PE) y de recursos fósiles y biodegradables, lo cual ha-
ce que la disposición final sea distinta y que su proceso de
degradación dependa de las condiciones de su entorno co-
mo temperatura, exposición a la luz ultravioleta y oxígeno,
derivándose procesos de compostaje industrial, dentro de los
hogares, en el suelo o en el mar. Además, ciertos tipos de bio-
plástico necesitan de microorganismos apropiados para que
el proceso de degradación se lleve a cabo (Hopewell et al.,
2009; Ahmed et al., 2022).
El uso de bioplásticos no solucionará por completo la cri-
sis que provoca la contaminación por plástico, sin embargo,
se ha reportado que su producción permitiría que las emi-
siones de CO2disminuyan comparadas con las generadas por
plásticos de origen fósil. Se estima que si se substituye más
de la mitad de la producción de plásticos de origen fósil por
bioplásticos, se evitarían alrededor de 100 t de CO2. (Rosen-
boom et al., 2022; Sankaran, 2019).
205
EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS VALAREZO-ULLOA
RECICLAJE DE MATERIALES PLÁSTICOS
Desde que inició el reciclaje en 1970, la cantidad de plás-
tico reciclado varía geográficamente dependiendo del tipo de
plástico y la aplicación. Actualmente, China y Corea del Sur
ganan los primeros lugares a nivel mundial, al reciclar alre-
dedor del 50% de desechos plásticos. Van seguidos de Ale-
mania y Japón, reciclando un 47% y Reino Unido y Canadá
con un porcentaje de 28 y 26%, respectivamente (Figura 4).
Fig. 4: Porcentaje de plástico reciclado por países, según datos de
Waste Atlas (2022).
Dado todos los recursos y la energía utilizada para produ-
cir cada producto plástico, es importante que se use y deseche
de manera responsable cualquier tipo de este material. Exis-
ten tres formas de manejar los desechos plásticos. La primera
de ellas es por procesos de reciclaje o reutilización, omitien-
do el destino final para el que fue hecho el plástico, dándole
un nuevo uso mediante procesos físicos de termoformado.
La segunda forma es la destrucción térmica o descomposi-
ción química, en la que el aspecto primordial es el control de
las emisiones gaseosas nocivas; actualmente se están introdu-
ciendo procesos de pirólisis para obtener un mayor provecho
de este proceso y la fabricación de biodiesel. Y la tercera for-
ma es la acumulación en rellenos sanitarios, en vertederos a
cielo abierto o depositados en el ambiente natural (Chidepatil
et al., 2020).
No todos los plásticos que nos rodean pueden ser recicla-
dos o reutilizados. De manera general, los plásticos se cla-
sifican en termoplásticos y termoestables dependiendo de su
comportamiento al cambiar su temperatura. El primero pue-
de fundirse, volviéndose más flexible al aumentar su tempe-
ratura, mientras que el segundo combustiona.
Los termoplásticos representan alrededor del 85% de to-
da la producción de plásticos a nivel mundial y son los que
mayormente se utilizan para proceso de reciclaje. Los termo-
plásticos incluyen PE, PP, PS, PVC, PET y poliestireno ex-
pandido (EPS). Este tipo de polímeros son la materia prima
para plásticos de diferentes sectores como la construcción,
industria, transporte, mobiliario, alimentos, embalaje, instru-
mentos médicos, textiles, envases y bebidas que pueden ser
reutilizados (Khalid et al., 2022).
Lau et al. (2020) ha reportado que a través de un sistema
sólido de reciclaje se podría llegar a disminuir la contamina-
ción producida por este tipo de plásticos hasta en un 78%,
sin embargo, también reporta que alrededor de 710 t estarían
aun descargándose en los océanos y ecosistemas terrestres.
Por ello, para lograr disminuir la acumulación de residuos
plásticos, además de un sistema sólido de reciclaje, se debe
enfatizar en un menor consumo de plásticos, la reutilización
de artículos de uso masivo, la generación de un sistema de
eliminación seguro de residuos tóxicos y la innovación en la
cadena de valor del plástico dentro de una economía circular.
El mismo autor reporta que al disminuir la producción de al-
rededor de 1 t de plástico virgen, se reduciría un promedio de
0,0088 t de desechos plásticos a los océanos. Además, al no
procesar nuevas cantidades de plástico virgen o en forma de
resina, Zheng y Suh (2019) manifiestan que mediante proce-
sos de reciclaje las emisiones de CO2disminuirían alrededor
de un 25% sobre la línea base.
Dentro del reciclaje de plásticos, existen cuatro categorías:
la primera de ellas es el reciclaje primario o de ciclo cerrado,
en el que se obtienen plásticos de la misma calidad del dese-
cho reciclado, la segunda corresponde al reciclaje secundario
o degradado que involucra la elaboración de plásticos de me-
nor calidad que sus predecesores, la tercera es la que involu-
cra procesos químicos de polimerización y la cuarta es la que
tiene como objetivo final la obtención de energía o biodiesel
(Ellis et al., 2021).
Actualmente existen en el mundo diferentes sistemas de
reciclaje, por ejemplo los sistemas de depósito por la devolu-
ción de los envases para botellas de PET en Alemania, reco-
lección de botellas de refrescos en Sudáfrica, así como mo-
delos que prevén la participación financiera de la industria y
el comercio en la recolección de envases plásticos, sin em-
bargo el objetivo del reciclaje de plásticos va más allá. La
clasificación de los residuos plásticos en los hogares de las
distintas ciudades representa un núcleo de reciclaje que aún
deja mucho que desear, lo que dificulta el proceso de recicla-
je y por ende la demanda de mayores recursos económicos
(Lett, 2014; Lau et al., 2020).
En cuanto a la cantidad de residuos plásticos que se impor-
tan y exportan a nivel mundial no se presentan datos exactos,
se estima que fue alrededor de 2 t a 4 t en el año 2019, sin em-
bargo, se observa que si la cantidad de residuos que importa
un país es igual a la cantidad que exportó el país procedente,
la cantidad de flujo de residuos plásticos a nivel global sería
cero. Es por ello que el principio de responsabilidad compar-
tida entre gobierno, industria y sociedad constituye la pieza
clave, además de tener la idea clara de reducir el consumo de
este tipo de material (Lau et al., 2020).
RECICLAJE DE PLÁSTICOS Y ECONOMÍA CIR-
CULAR
El reciclaje de materiales de residuos plásticos obedece el
principio de la química o chemia que significa mezcla o fu-
sión, y al de los antiguos griegos en que un compuesto se
puede transformar en otro (Demets et al., 2021). A este con-
cepto también se apega el significado de economía circular,
al enfocarse en un ciclo de vida de transformación cerrado
específico de cada tipo de material plástico durante su manu-
factura, vida útil y disposición final, donde se integran acti-
vidades circulares de diseño, uso, reutilización y reciclaje en
las cadenas de valor de los plásticos, mostrando una visión,
donde el plástico nunca se convierte en desperdicio (Brias-
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CEDAMAZ, Vol. 12, No. 2, pp. 203–209, Julio Diciembre 2022
DOI: 10.54753/cedamaz.v12i2.1265
soulis et al., 2021; Shamsuyeva & Endres, 2021).
La Estrategia de la Unión Europea para el plástico en una
economía circular, lanzada en enero de 2018, es el primer
marco político que adopta un enfoque que contribuye a la
transición hacia una economía circular y a la consecución de
los objetivos 12 y 13 de Desarrollo Sostenible de las Nacio-
nes Unidas (Ecodes, 2019b; ONU, 2018):
Objetivo 12. Producción y consumo responsable. Meta
12.5. De aquí a 2030, reducir considerablemente la gene-
ración de desechos mediante actividades de prevención, re-
ducción, reciclado y reutilización. Objetivo 13. Acción por el
clima. Meta 13.2 Mejorar la educación, la sensibilización y
la capacidad humana e institucional respecto de la mitiga-
ción del cambio climático, la adaptación a él, la reducción
de sus efectos y la alerta temprana (Ecodes, 2019c, p. 14-15)
En el mismo año 2018, más de 250 organizaciones, en-
tre las que se incluyen algunos de los mayores productores
de envases plásticos del mundo, compañías, recicladores, go-
biernos y ONGs firmaron un acuerdo, el Compromiso Global
por la nueva Economía de los Plásticos (New Plastics Eco-
nomy Global Commitment), para hacer frente a los desechos
plásticos y erradicar la contaminación en su origen (Ecodes,
2019d).
Sin embargo, para lograr estos objetivos el sistema de re-
ciclaje debe ser optimizado, ya que de momento no existe
ningún rincón del planeta donde el reciclaje esté en pleno
desarrollo. La falta de integración de tecnologías que per-
mitan limpiar, clasificar, triturar y volver a transformar los
desechos plásticos, ha ocasionado un déficit de vinculación
entre los procesos de recolección, reciclaje y producción del
sector empresarial y de gobierno, al desconocer qué cantida-
des de plástico reciclado puede obtener y las ganancias del
proceso. Esto junto a la desinformación que tiene la pobla-
ción en cuanto a cómo puede separar sus residuos plásticos,
hace que el sistema de reciclado presente un camino difícil,
mas no imposible.
Entonces, ¿cuáles serían los plásticos claves para reducir
la contaminación ambiental y lograr una economía circular?
Plásticos elaborados a partir de polímeros termoplásticos co-
mo PET, PE y PP, todos ellos tienen un alto potencial para
ser mecánicamente reciclados. Por otro lado, polímeros ter-
moestables como poliésteres y resinas pueden ser triturados
y utilizados como materiales de relleno (Costa et al., 2021).
Actualmente, algunos países están viviendo la transición
de pasar de una economía de producción lineal de plásti-
cos por un modelo mas sostenible. El modelo lineal sigue
un camino unidireccional de extración de materias primas,
“fabricar, usar y desechar”, mientras que en un modelo de
ecomomía circular, los materiales plásticos se utilizan el ma-
yor tiempo posible y despues se recuperan y se regeneran
nuevos materiales. Un modelo de producción económico cir-
cular representa un forma de mejorar la competitividad y la
eficiencia de materia prima disponible.
Existen varias opciones dentro de un marco de economía
circular que se pueden enfatizar para lograr este objetivo: me-
jorar los sistemas de recoleción de desechos plásticos, desa-
rrollar nuevas tecnologías de innovación, disminuir el área
de rellenos sanitarios, diseñar nuevos productos, incluir op-
ciones de ecodiseño, disminuir el consumo de materiales fó-
siles, disminuir las emisiones de CO2y aprovechar mejor el
biogas. Este sistema podría ser aplicable incluso en países
donde los sistemas de recolección de desechos son deficien-
tes, ya que representa una opción motivadora para aumentar
la cadena de valor de los desechos plásticos a nivel mundial,
a la par que se pondría freno al uso desmedido de plásticos y
a la contaminación generada por su consumo.
CONCLUSIONES
Tras la recopilación de datos del presente artículo se ha
podido concluir que la integración de la energía, el recicla-
do y la disminución de la huella de carbono son pilares para
lograr una economía circular sostenible. El crecimiento ace-
lerado de la población y el poder adquisitivo son factores que
han hecho del plástico un material ubicuo, sin contar con las
ventajas que este tipo de material presenta, su uso desmedido
y una baja preocupación por parte de la población ha llevado
a hacer un llamado de atención oportuno para salvaguardar
la integridad del planeta.
En teoría es posible obtener un ciclo cerrado de reciclaje
de la gran mayoría de plásticos, sin embargo, debido a la am-
plia gama de diferentes tipos de polímeros y otros materiales
como metales, pigmentos, tintas o adhesivos, el proceso se
vuelve difícil. El objetivo de un ciclo cerrado de reciclaje
dentro de una economía circular solo se logrará si existe una
mejor clasificación de los materiales plásticos y una optimi-
zación de los procesos que involucran el reciclaje como la
reducción de tamaño y triturado de los materiales y la opti-
mización de los procesos de lavado.
Lamentablemente se puede encontrar información com-
pleta sobre la producción, ciclo de vida y disposición final de
los plásticos solo de los grandes productores a nivel mundial
como China, Japón, Noruega, el grupo del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, Turquía y Brasil, y para el
resto de países la información se encuentra incompleta o des-
actualizada. Además, mucha de la información difiere de una
fuente a otra, incluso dentro del mismo país, lo que llega a
enfatizar que la mayoría de países no tiene un sistema sólido
de manejo de desechos plásticos, perdiendo la oportunidad
de reintegrarlos en un ciclo cerrado de economía circular.
No hay que olvidar que el objetivo principal es proteger el
ambiente al tiempo que se sientan las bases sólidas de una
nueva economía del plástico, en la que la producción y el di-
seño respeten las necesidades de reutilización, reparación y
reciclaje con la elaboración de materiales de calidad y más
sostenibles. Los sistemas de reciclaje de plásticos deben ser
sólidos y garantizar la participación de todas las partes in-
volucradas y necesarias para lograr un proceso de reciclaje
sustentable. Por lo tanto, queda como meta el reducir el con-
sumo de plásticos de un solo uso y si esta idea aún es muy
lejana, apostar por las nuevas tecnologías de reciclaje, para
lograr el máximo desarrollo de una economía circular.
AGRADECIMIENTOS
Los autores queremos agradecer al apoyo institucional
brindado por el Laboratorio de Análisis Químico de la Di-
rección de Investigación de la Universidad Nacional de Loja
y la Escuela de Ingeniería Química e Industrias Extractivas
ESIQIE del Instituto Politécnico Nacional.
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EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS VALAREZO-ULLOA
CONTRIBUCIONES DE LOS AUTORES
Conceptualización: MJVU y LRV; metodología: MJVU;
análisis formal: MJVU; investigación: MJVU y LRV; recur-
sos: MJVU; curación de datos: MJVU y LRV; redacción
preparación del borrador original: MJVU; redacción revi-
sión y edición: MJVU y LRV; visualización: MJVU; super-
visión: MJVU y LRV; administración de proyecto: MJVU;
adquisición de financiamiento para la investigación: MJVU.
Todos los autores han leído y aceptado la versión publicada
del manuscrito.
María José Valarezo-Ulloa: MJVU. Lazaro Ruiz-Virgen:
LRV
FINANCIAMIENTO
El presente estudio fue financiado por la Universidad Na-
cional de Loja, bajo el número de proyecto 13-DI-FARNR-
2021 Evaluación del uso de plásticos reciclados para la ob-
tención de materiales útiles parala construcción y la indus-
tria.
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