INFLUENCIA DE PODAS Y NUTRICIÓN NITROGENADA MACAS
Tabla 4: Conductividad eléctrica del suelo en relación al factor
fertilización aplicado en el cultivo de arándano cv. Biloxi.
Promedios con letras distintas indican diferencia significativa
según el test LSD de Fisher (p<0,05).
DDT 15 36 50 72
Conductividad
eléctrica (CE) (dS m−1) (dS m−1) (dS m−1) (dS/m−1)
Factor Fertilización
Sulfato de amonio +
DMPP 0,72 a 0,22 a 3,24 a 6,25 a
Sulfato de amonio 0,56 b 0,19 b 2,31 b 6,47 a
*DDT: días después del tratamiento
entre tratamientos, este varió entre 6,20 y 8,17 cm, con una
TCA de 0,10 cm d´
ia−1, esto según Fang et al., (2017) es un
efecto normal del aporte de N, ya que, promueven la genera-
ción de la estructura vegetativa del frutal como brotes, hojas y
acumulación de biomasa. En arándano cv. Emerald al aportar
N, obtuvieron una tasa de crecimiento de 0,32 cm d´
ia−1, en
este caso no se aplicó podas al cultivo; por lo cual se deduce
que el nitrógeno (N), es el factor que estimuló el crecimiento
vegetativo en las plantas, ya que a nivel fisiológico es uno
de los constituyentes de la molécula de clorofila y a su vez,
del proceso de formación activa de fotosintatos en la planta
(Hernández, 2014; Fang et al., 2017).
En lo que respecta a la longitud del brote, la fertilización
nitrogenada actuó como factor independiente (p<0,045); las
plantas sometidas a sulfato de amonio con inhibidor de ni-
trificación (SA+IN) obtuvieron la mayor longitud del bro-
te; por ende, el AFB fue mayor (62,26 cm2) en comparación
a los tratamientos manejados con SA (34,05 cm2); los re-
sultados expuestos son menores a los alcanzados por Mesa
(2015), puesto que obtuvo un área foliar de brote de 120 cm2
en plantas Biloxi de un año.
La TCA y TCR del brote, no se percibió diferencias esta-
dísticas a lo largo de la evaluación, el desempeño entre los
tratamientos fue similar; estas variables son consideradas en
la investigación porque permiten estimar el crecimiento in-
trínseco de las plantas (Turnbull et al., 2008), en relación
a los procesos fisiológicos en la planta que convierten los
recursos externos en biomasa y al mismo tiempo se encar-
gan en repartir la biomasa en sumideros utilizables (Prince
& Munns, 2011).
En la cobertura de la planta, la fertilización actúa reitera-
damente como factor clave, según Rodríguez (2014), se debe
a que el flujo de N, al mantenerse biodisponible beneficia el
crecimiento vegetativo, aumenta el contenido de clorofila y
por tanto los fotoasimilados en la planta, expresando un au-
mento irreversible en la masa (Lallana & Lallana, 2004). A
consecuencia de ello, se incrementará el área foliar puesto
que, como lo expone Lima et al., (2020), que la aplicación de
N aumenta la tasa neta de fotosíntesis, lo cual está estrecha-
mente relacionado con la radiación solar interceptada (IAF),
lo cual estimula la acumulación de biomasa expresando ma-
yor área foliar, asegurando la productividad de la planta (La-
llana & Lallana, 2004; Mendoza et al., 2017).
El contenido de nitrógeno en hojas de arándano, de acuer-
do a los estándares referenciales en etapa vegetativa debe te-
ner una concentración de N entre 1,7 y 2,7% en hojas (Ri-
vadeneira, 2012; Doyle et al., 2021), valores superiores a lo
señalados indican un exceso (Pinochet et al., 2014). Confor-
me a los valores obtenidos en el estudio (2,62% - SA+IN
y 3,09% SA), se presentó un exceso de N foliar en plantas
fertilizadas con sulfato de amonio (SA), lo que advierte una
toxicidad en plantas y una futura repercusión en cuanto se
refiere a rendimiento o en la mortalidad de las plantas.
En el pH del suelo, en el estudio se registró una reducción
de forma lineal por la aplicación de amonio, a consecuencia
se obtuvo diferencias significativas en relación al fertilizante
aplicado, donde los suelos con más bajo pH (5,46), fue el de
plantas sometidas a sulfato de amonio +DMPP; mientras que
las fertilizadas con sulfato de amonio sin DMPP registraron
un pH de 5,80. Estos valores se encuentran próximos a los
requeridos por el cultivo de arándano (Sinavimo, 2019), lo
cuales varían entre 4,5 – 5,5. La preferencia del cultivo por
suelos con pH bajo, radica en que el N en forma NH+
4esta
mayormente disponible en este tipo de suelos, además este
factor facilita la absorción de nitrógeno amoniacal con un
menor coste energético para la planta en razón de su forma
reducida (Osorio Covarrubias, 2019).
La conductividad eléctrica (CE) durante la evaluación
mostró una incidencia significativa por el factor fertilización
debido a que existió una concentración de sales disueltas en
el suelo, a causa de la frecuencia de fertilización, siendo una
desventaja en lo que respecta a los requerimientos del cul-
tivo, puesto que Frías et al., (2020) indica que el arándano
cv. Biloxi no tolera la salinidad y de existir una CE mayor a
1ds m−1afectaría el desarrollo normal del cultivo, así tam-
bién, Barbaro et al., (2012) sostiene que el incremento de
la CE puede deberse a la aplicación de fertilizantes de libera-
ción lenta, o su vez al efecto combinado de sulfato de amonio
con muriato de potasio (KCl), por ello es indispensable que
la CE generalmente sea baja (<1 ds m−1), ya que esto permi-
te mantener biodisponibles los macro y microelementos en
el suelo, asegurando el desarrollo normal del cultivo.
CONCLUSIONES
El factor poda aplicado en la etapa vegetativa del arán-
dano, no mostró efecto estadístico significativo sobre las va-
riables de crecimiento evaluadas, esto se debió posiblemente
a la corta edad del cultivo.
La fertilización nitrogenada en arándano a base de sulfato
de amonio más inhibidor de nitrificación (DMPP), promovió
el crecimiento vertical y lateral de las plantas como en lon-
gitud del brote, cobertura de planta y área foliar; así también
fisiológicamente aportó al óptimo contenido de N (2,62%)
en hojas, dando una mayor vigorosidad a las plantas.
La aplicación de fuentes nitrogenadas alteró notoriamente
las propiedades químicas del suelo, el pH se redujo hasta un
nivel de 5,38 consiguiendo acercarse a los estándares de aci-
dez requeridos por el cultivo; sin embargo, la CE, sobrepasó
los rangos tolerables (>6 ds m−1), lo cual produjo salinidad
en el suelo.
AGRADECIMIENTOS
Ampliamos nuestros agradecimientos a la Universidad
Nacional de Loja, de manera especial a la Quinta Experi-
mental docente “La Argelia” y a las técnicas de Laboratorio
de Suelos, Aguas y Bromatología, por el espacio brindado
para realizar los análisis correspondientes en la presente in-
vestigación.
143