e-ISSN: 1390-5902
CEDAMAZ, Vol. 14, No. 2, pp. 127–131, Julio Diciembre 2024
DOI: 10.54753/cedamaz.v14i2.1520
Pérdida de biomasa por actividades de mantenimiento en plantaciones
forestales, en la Provincia de Napo
Biomass loss due to maintenance activities in forest plantations in Napo Province
Tarcisio Paspuel 1,*
1Operador de Proyectos Forestales, Tena, Ecuador, anibalpaspuel@yahoo.es
*Autor para correspondencia: anibalpaspuel@yahoo.es
Fecha de recepción del manuscrito: 24/06/2024 Fecha de aceptación del manuscrito: 15/12/2024 Fecha de publicación: 31/12/2024
Resumen—El presente estudio, se realizó en el sector de El Para, parroquia San Pablo, cantón Archidona, de Napo, el objetivo fue estimar
la biomasa que se pierde por efecto de las actividades de mantenimiento silvicultural en una plantación forestal de 19 meses de edad con la
especie nativa denominada Chuncho/Seike (Cedrelinga cateniformis). Para determinar la pérdida de biomasa se realizó la medición directa
con técnica de cosecha destructiva, para lo cual se tomaron 30 muestras de materia verde en dos tipos de cobertura (rastrojo y pastos), en
una subparcelas de 0,25 m2, empleando un marco de 0,50 × 0,50 m. Luego de la Chapia, se obtiene que el peso seco corresponde al 53%
del peso verde, en cobertura de pastos, mientras en cobertura de rastrojo el peso seco corresponde al 40,5% del peso verde. La chapia en la
cobertura de pastos pierde 20,63 ton/ha de biomasa seca y en cobertura de rastrojo 27,58 ton/ha; si consideramos las intervenciones de dos
coronamientos adicionales necesarios para completar el mantenimiento de la plantación en un año, se pierde 33,01 ton/ha/año de biomasa
seca en cobertura de pastos y 35,8 ton/ha/año en cobertura de rastrojo, siendo de vital importancia la información obtenida para el diseño
de futuros planes de mitigación para la disminución en las emisiones de GEI en el manejo de plantaciones forestales.
Palabras clave—Biomasa, plantaciones forestales, mantenimiento, Cedrelinga, Seike.
Abstract—This study was carried out in the El Para sector, San Pablo parish, Archidona canton, Napo. The objective was to estimate
the biomass lost due to the effects of silvicultural maintenance activities in a 19-month-old forest plantation with the native species called
Chuncho/Seike (Cedrelinga cateniformis). To determine the biomass loss, a direct measurement was carried out using a destructive harves-
ting technique. For this, 30 samples of green matter were taken from two types of cover (stubble and grass), in a 0.25 m2 subplot, using
a 0.50 × 0.50 m frame. After Chapia, it is obtained that the dry weight corresponds to 53% of the green weight in grass cover, while in
stubble cover the dry weight corresponds to 40.5% of the green weight. The stubble cover loses 20.63 tonnes/ha of dry biomass and the
stubble cover loses 27.58 tonnes/ha; if we consider the interventions of two additional crowns necessary to complete the maintenance of
the plantation in one year, 33.01 tonnes/ha/year of dry biomass is lost in the pasture cover and 35.8 tonnes/ha/year in the stubble cover,
the information obtained being of vital importance for the design of future mitigation plans for the reduction of GHG emissions in the
management of forest plantations.
Keywords—Biomass, forest plantations, maintenance, Cedrelinga, Seike
INTRODUCCIÓN
Anivel mundial hay una discusión cada vez más amplia
sobre la problemática ambiental en el planeta. La ma-
dera es uno de los recursos naturales más utilizados en casi
todas las actividades humanas, a diferencia de otros sectores,
es un recurso renovable, ambientalmente amigable y econó-
micamente rentable si es manejado técnicamente (MAGAP,
2015). Ecuador debido a su ubicación geográfica, es un país
con gran riqueza natural y con un enorme potencial forestal
si se consideran todos los bienes y servicios ambientales, el
aporte del bosque podría constituirse en una de las princi-
pales fuentes de ingreso de un recurso renovable (MAGAP,
2015).
La preocupación por el daño ambiental ha permitido esta-
blecer diversos modelos para medir y evaluar los efectos de
cada una de las actividades antropogénicas que contribuyen
indirectamente al cambio climático a grandes niveles (IPCC,
2015). En la actualidad, la emanación de gases de efecto in-
vernadero debido a acciones antrópicas, son las más altas re-
gistradas a lo largo de la historia, causando un impacto ge-
neralizado sobre el medio ambiente y por ende, en los siste-
mas humanos y naturales. La concentración en la atmósfera
de dióxido de carbono se ha incrementado de 280 partes por
millón (ppm) en la época preindustrial a 387 ppm en el 2009.
Esta concentración supera el límite natural de concentración
de dióxido de carbono en los últimos 600.000 años (Rodri-
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PÉRDIDA DE BIOMASA POR ACTIVIDADES DE MANTENIMIENTO PASPUEL
guez y Mance, 2009).
Es por ello que, actualmente se buscan planes de mitiga-
ción sobre la emisión de gases de efecto invernadero (GEI),
para así encontrar soluciones temporales al cambio climáti-
co. Sin embargo, antes de crear dichos planes, es necesario
obtener cifras claras y concisas de cada una de las activida-
des antropogénicas generadoras de GEI, por lo tanto, es in-
dispensable la utilización de los diversos modelos que exis-
ten para medir dicha emisión (Rodriguez y Mance, 2009).
Bajo este contexto, este estudio tuvo como objetivo estimar
la pérdida de biomasa que ocurre por las intervenciones de
mantenimiento de la plantación forestal de Chuncho (Cedre-
linga cateniformis), establecida con fines comerciales en la
provincia del Napo.
MATERIALES Y MÉTODOS
La presente investigación se realizó en una plantación fo-
restal de una extensión de 197 hectáreas de propiedad de
BALCAOSA S.A, ubicada en el sector El Para, a 9,6 km de
la parroquia San Pablo, cantón Archidona, Provincia de Na-
po, a una altitud de 800 m s.n.m, una temperatura media de
20°C una precipitación anual de 3000 mm (Paspuel, 2013).
(Figura 1).
Fig. 1: Ubicación del proyecto de reforestación y las áreas de
monitoreo.
La plantación se estableció con la especie nativa denomi-
nada chuncho (Cedrelinga cateniformis), a una densidad de
833 plantas/ha (4 × 3 m), en suelos arcillosos; el uso anterior
de los suelos fue pastos abandonados de un período aproxi-
mado de 8 a 10 años.
La plantación corresponde a una edad de 19 meses, en el
primer año se ejecutó mantenimiento (dos coronamientos y
una Chapia), mientras que la cobertura vegetal predominante
fue pastos Elefante, (Pennisetum purpureum) Marandu, (Bra-
chiaria brizantha), Dalis, (Brachiaria decumbens) y cortade-
ra (Cyperus osculentus). El rastrojo (arbustos-malezas), com-
puesto por varias especies de arbustos entre los principales
son: Rumipanga (Piper sp.), Toquilla (Carludovica palma-
ta), Canilla de vendado (Citharexylum sp.), Bejuco (Pueraria
sp.), Matico (Piper sp.), Ortiga (Urtica sp.), Pigue (Piptoco-
ma discolor), Amarillo (Miconia sp.) y Lechero (Ficus sp.).
Los datos de esta investigación fueron colectados a los 11
meses después de realizada la primera Chapia, (previo a rea-
lizar una segunda chapia). Al momento de la toma de datos,
los pastos alcanzaban un promedio de altura de 1,20 m. y el
rastrojo de 2,50 m. (Figura 2).
Fig. 2: a) Vista de la cobertura de pastos. b) Vista de la cobertura
de rastrojo
Se evaluó la cantidad de biomasa que se pierde en una
de las actividades de mantenimiento que se denomina cha-
pia (limpieza total de malezas misma que se deja dispersa en
la toda el área). Para lo cual, se realizó la medición directa
con técnica de cosecha destructiva, que consistió en la toma
y peso de una muestra de materia verde y la toma de sub
muestras para obtener el peso de la materia seca en laborato-
rio (Andrade C., 2014).
La investigación siguió los siguientes pasos:
Selección de los sitios de muestreo
La plantación tiene una superficie de 197 ha., distri-
buidas en 4 bloques en los cuales se seleccionaron dos
áreas: una de 15 hectáreas con cobertura vegetal más
homogénea de pastos y otra de 40 hectáreas en rastro-
jo, en cada área seleccionada se tomaron 15 muestras
distribuidas al azar. (Figura 3).
Fig. 3: Ubicación de sitios de muestreo
Toma de muestras y pesaje de materia verde
Se consideraron dos tipos de cobertura que predominan
en la plantación forestal, en subparcelas de 0,25 m2 y se
tomaron 15 muestras por cada cobertura (pastos y ras-
trojo). En total se levantó información en campo de 30
muestras de materia verde y de cada muestra se tomó
una submuestra para obtener el peso seco en laborato-
rio y posteriormente determinar la biomasa que se pier-
de por las actividades de mantenimiento. (Andrade C.,
2014). Para esto se colectó toda la biomasa verde dis-
ponible sobre el suelo en un marco de 0,50 m x 0,50 m,
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empleando tijeras y machetes hasta el ras del suelo (tal
como queda después de realizar una chapia), se regis-
tró el peso total de cada muestra verde proveniente de
pastos y rastrojos, en una balanza graduada en gramos
(0,10 kg), se tomó una submuestra que fue empacada en
bolsas plásticas impermeables.
Determinación del peso seco
El secado se lo realizó en una estufa marca MEMMERT
DINEN60525-IP20; Type UNB500 de 50/60 Hz 2000w,
en el laboratorio de Biología del Colegio San José de la
ciudad del Tena; hasta obtener un peso constante, pa-
ra las muestras de pastos se trabajó a una temperatura
de 70°C por un tiempo de 23 horas. Para el caso de las
muestras de rastrojo, se necesitó de 100 °C por un tiem-
po de 20 horas para cada muestra, hasta conseguir el
peso seco constante (Timoteo, 2016).
Las diferencias en el tiempo de secado entre pastos y
arbustos leñosos se deben principalmente a la compo-
sición y estructura de los tejidos de estas plantas. Los
pastos tienen una estructura celular menos densa y una
mayor proporción de tejido parenquimatoso, lo que fa-
cilita la evaporación del agua. En cambio, los arbustos
leñosos poseen tejidos más densos y lignificados (con
alto contenido de lignina), que retienen más agua y re-
quieren más tiempo para secarse completamente (Gon-
zález, 2008).
Estimación de la biomasa
Con los valores obtenidos de peso seco por muestra, se
obtuvo los promedios de cada cobertura (pastos y rastro-
jo), el peso seco corresponde a la biomasa que se pierde
por cada cobertura evaluada, posteriormente se proce-
dió a extrapolar los valores de peso seco obtenidos por
muestra a kilogramos por hectárea (Jara, 2000).
Interpretación y análisis estadístico
La información fue analizada e interpretada por medio
de estadística descriptiva, se compararon los datos obte-
nidos de las diferentes muestras, para obtener una media
de la cantidad de biomasa seca por cada tipo de cober-
tura vegetal investigada.
RESULTADOS
Pérdida total de biomasa por actividad:
Luego de la actividad de mantenimiento de Chapia en co-
bertura de pastos, se obtuvo que el peso seco corresponde al
53% del peso verde, mientras en cobertura de rastrojo el peso
seco fue de 40,5% del peso verde. (Figura 4).
La pérdida total de biomasa al ejecutar la Chapia en la
plantación forestal de Chuncho en el sector de El Para, es de
20.631,54 kg/ha/chapia, en cobertura de pastos y en cobertu-
ra de rastrojo de 27.577,83 kg/ha/chapia (Tabla 1).
Si consideramos que el coronamiento consiste en realizar
mangas de aproximadamente 1,20 m de ancho, en cada lí-
nea de la plantación, se afecta una superficie de 3000 m2/ha
que corresponde al 30% de afectación de una chapia. Con
este análisis, la biomasa que se pierde en esta actividad es
de 6.189,46 kg/ha/coronamiento en cobertura de pastos. En
cobertura de rastrojo la biomasa que se pierde es de 4.136,67
Fig. 4: Promedio de peso seco y peso verde por tipo de cobertura
en ton/ha/chapia
kg/ha/coronamiento, corresponde al 15% de la biomasa que
se pierde en la Chapia ya que los arbustos y otras especies
leñosas, no crecen tan rápido como los pastos y los corona-
mientos se realizan cada 4 meses, (Tabla 1).
Tomando en consideración que se realiza tres intervencio-
nes de mantenimiento en el año (2 coronamientos y una cha-
pia), la biomasa total que se pierde por año en la cobertu-
ra de pastos es de 33.010,46 kg/ha/año y en rastrojo es de
35.851,18 kg/ha/año. Tabla 1.
Tabla 1: Pérdida de biomasa, en actividades de mantenimiento
de plantaciones forestales, en cobertura de pastos y rastrojos.
Actividad Pastos
(t/ha/Actividad)
Rastrojo
(t/ha/Actividad)
Chapia 20,63 27,58
Corona 1 6,19 4,14
Corona 2 6,19 4,14
Total año t/ha 33,01 35,85
Elaborado por el Autor (2016)
La pérdida de biomasa depende del área afectada por las
actividades de mantenimiento, del tipo de cobertura y del pe-
ríodo de intervención, para el caso de la plantación de chun-
cho, se planificó realizar dos coronamientos (mangas) y una
chapia cada año con intervalos de intervención cada 4 me-
ses, durante los primeros 4 años (Paspuel, 2013). Mientras
que El crecimiento de malezas depende del tipo de suelos;
en suelos planos y profundos las malezas crecen más rápido,
sin embargo, en la presente investigación se consideró la dis-
tribución de muestras en zonas planas y representativas de la
plantación.
DISCUSIÓN
En la Plantación Forestal de Chuncho, ubicada en el sector
de El Para, cantón Archidona, se planificó ejecutar tres activi-
dades de mantenimiento, dos coronamientos y una chapia por
año durante los cuatro primeros años (Paspuel, 2015). Con-
siderando estas actividades, la pérdida promedio de biomasa
por año es de 33.01 t/ha/año en cobertura de pastos y de 35.85
t/ha/año en cobertura de rastrojo, tomando en cuenta realizar
dos coronamientos (mangas) y una Chapia por año. De es-
tos valores el 63% corresponde a las actividades de chapia
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PÉRDIDA DE BIOMASA POR ACTIVIDADES DE MANTENIMIENTO PASPUEL
en cobertura de pastos, mientras que en cobertura de rastrojo
corresponde a 77%.
Según (Hilario, 2014), en varios experimentos realizados
en Alto de Mayo Colombia, sitio con características simila-
res a la zona de estudio, menciona que la producción de pas-
tos con soporte al pisoteo, sin fertilización y ciclos de con-
sumo al cuarto mes, se registra una producción de materia
seca en pastos tropicales (Brachiaria dictyoneura) de 15 a 25
ton./ha./año, en B. humidicola, se registra una producción de
materia seca de 25 a 30 t/ha. Por lo que los valores resultados
del presente estudio están similares.
Si analizamos en términos de carbono, en promedio
se pierde 16,5 ton/ha/año en cobertura de pastos y 17,9
ton/ha/año en rastrojo, de estos valores se desconoce cuánto
se libera y cuánto se incorpora al suelo como materia orgáni-
ca.
Entre una de las medidas para mitigar el cambio climático
consta la fijación de carbono por medio de actividades fo-
restales, implementando nuevos ecosistemas forestales con
la finalidad de capturar CO2 ambiental y mantenerlo en la
biomasa de las plantaciones establecidas. No obstante, no se
consideran las pérdidas de biomasa en el crecimiento inicial
de la plantación (Aguirre, 2002).
Los resultados de perdida de biomasa concuerdan, con
(Bendezú, 2021), quien manifiesta que la postergación de la
edad de corta y la reducción de las intervenciones en man-
tenimientos, favorecen la producción de biomasa aérea y la
fijación de carbono.
Bajo este contexto, es necesario, generar información del
incremento de la biomasa ocurrida por el crecimiento inicial
de la plantación para comparar y observar si se compensa
con las pérdidas de la biomasa causada por las actividades
de mantenimiento. Así mismo conocer qué cantidad de bio-
masa se libera y que porcentaje de biomasa se incorpora al
suelo como materia orgánica, como aporte al crecimiento de
la plantación. Se recomienda investigar el potencial de recu-
peración y uso de la biomasa que se pierde cada vez que se
realiza las prácticas de mantenimiento de las plantaciones,
especialmente en los pastizales.
CONCLUSIONES
Las actividades de mantenimiento en plantaciones fores-
tales, son inevitables ya que el crecimiento acelerado de las
malezas afecta en la sobrevivencia de la especie y se hace
necesario hacer mantenimiento al menos los cuatro primeros
años, tiempo en el cual, se estima que la especie Cedrelinga
cateniformis, alcanza un promedio de 7 m. de altura total.
La biomasa que se pierde al realizar una actividad de man-
tenimiento (Chapia) en cobertura de pastos es del 53% del
peso verde. Mientras en cobertura de rastrojo el peso seco
corresponde al 41% del peso verde. Figura 1.
En la ejecución de las actividades de mantenimiento de
la plantación de Cedrelinga cateniformis, durante un año, se
ejecutaron dos coronamientos y una chapia, en los cuales se
pierde, 33,01 t/ha/año en cobertura de pastos y 35,85 t/ha/año
en cobertura de rastrojos.
La pérdida de biomasa en la ejecución de un coronamiento
corresponde al 30% de la biomasa que se pierde en la ejecu-
ción de una Chapia en cobertura de pastos. Mientras que en
la cobertura de rastrojo la biomasa que se pierde en un co-
ronamiento es del 15% de la biomasa que se pierde en una
chapia.
AGRADECIMIENTOS
A BALCAOSA S.A propietarios de la plantación forestal
con fines comerciales, quienes apoyaron realizar la presente
investigación.
Al Colegio San José en su nombre el Lic. Bruno Castro
responsable de laboratorio de Biología por su apoyo decidido
en el secado y pesaje de muestras.
Al Ing. Hernán J. Andrade PhD, Profesor de la Universi-
dad del Tolima, coordinador e instructor del Curso Interna-
cional “herramientas para el monitoreo del secuestro de car-
bono en sistemas de uso de la tierra” por su apoyo decidido
en el asesoramiento y orientación para culminar con éxito la
presente investigación.
FINANCIAMIENTO
El presente estudio fue financiado por la Corporación Fi-
nanciara Nacional (CFN), BALCAOSA S.A. y el Autor co-
mo operador forestal (OF-0067-2013-SPF-MAGAP), en el
marco de la ejecución del proyecto de reforestación con fines
comerciales.
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ANEXO FOTOGRÁFICO
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