IDENTIFICACIÓN MORFOLÓGICA DE HONGOS MICORRÍZICOS ARÉVALO et al.
de 1630) (Canales et al., 2020; Júnior et al., 2012; Zevallos,
1989). La Corona Española declaró a los bosques de cascari-
lla de las colinas cercanas a Loja como Reserva Real en 1751
(Crawford, 2016) con la finalidad de proveer de Cinchona a
la Farmacia Real de Madrid (Fernández-Pérez et al., 2004).
C. officinalis, quina o cascarilla, es una especie endémi-
ca del Valle de Loja (Acosta-Solis, 1946; Garmendia, 2005),
pertenece a la familia Rubiaceae. Posee hojas simples, en-
teras, de disposición opuesta e inflorescencias cimosas com-
pletas (Villar del Fresno y Doadrio, 2008). El género Cincho-
na está compuesto por árboles y arbustos que pueden alcan-
zar hasta 20 m de altura con un diámetro entre 15 y 20 cm
(Júnior et al., 2012) de madera liviana con poco brillo (Feijoó
et al., 2019).
Los árboles de Cinchona tienen una amplia distribución;
se han encontrado especímenes desde Costa Rica hasta Boli-
via (Andersson, 1998) en un gradiente altitudinal desde 640
a 3200 m s.n.m., pueden ser encontrados en la mayoría de
bosques andinos en las estribaciones oriental y occidental de
la Cordillera de los Andes (López, 2016), pero la cascari-
lla de Loja fue considerada como la mejor según curanderos
y shamanes de la época quienes poseían sus propios méto-
dos para evaluar e identificar los diferentes tipos de corte-
za (Crawford, 2016; Fernández-Pérez et al., 2004; Moraes
et al., 2006). Es así que la cascarilla fue explotada por más
de un siglo en los sectores Cajanuma y Uritusinga (Armijos-
González y Pérez-Ruiz, 2016), provocando que toneladas de
corteza fueran enviadas a diferentes partes del mundo (Nair,
2010). La importancia medicinal de la quina radica en sus
componentes químicos propios de la familia Rubiaceae: qui-
nina, quinidina, cinconina, cinconidina y diastereoisómeros
(Aymard, 2019; Bajtai et al., 2020; Canales et al., 2020;
Choong, 2009; Nair, 2010).
Desde el siglo XVIII, los bosques de Cinchona fueron per-
turbados en su hábitat natural al ser descortezados y talados,
sin considerar criterios para su conservación (Fernández-
Pérez et al., 2004). Los avances científicos promovieron que
en el siglo XX los compuestos químicos provenientes de Cin-
chona fueran sintetizados, lo que ocasionó que la demanda
de corteza de C. officinalis disminuyera, reduciendo la pre-
sión sobre los bosques andinos donde se desarrolla esta es-
pecie (Armijos-González y Pérez-Ruiz, 2016). Sin embargo,
actividades antrópicas como la conversión de bosques ha-
cia áreas donde se practica la agricultura y ganadería conti-
núan ejerciendo presión sobre los bosques andinos (Aymard,
2019), lo cual ha generado consecuencias severas para los re-
manentes de C. officinalis y los bosques andinos en general,
ya que ha resultado en una reducción de la diversidad ge-
nética y endogamia de las especies que habitan estas zonas
(Cueva-Agila et al., 2019).
En la actualidad las especies de C. officinalis están expues-
tas a problemas de conservación y regeneración natural, y
la vegetación original de sus zonas de distribución ha sido
eliminada casi en su totalidad (Villar del Fresno y Doadrio,
2008). A pesar de que C. officinalis tiene una alta capacidad
de formar semillas, la regeneración natural de esta especie es
baja, debido a la especificidad en los requerimientos de cre-
cimiento y germinación de la especie, esto ha provocado que
exista escasez de condiciones para su crecimiento y conser-
vación (Armijos-González y Pérez-Ruiz, 2016). La semilla
de C. officinalis tiene un bajo nivel de pureza y viabilidad y
características recalcitrantes, lo que provoca que no puedan
ser conservadas por largos periodos de tiempo, dificultando
la propagación sexual de la especie (Caraguay-Yaguana et
al., 2016). Esto ha provocado que la diversidad y población
de C. officinalis no se pueda recuperar y cada vez sea más
difícil de encontrar en los bosques andinos (López, 2016).
La especificidad de condiciones para la propagación y re-
generación de Cinchona officinalis, está ligada a las pobla-
ciones de microorganismos que interactúan en las raíces de
las especies en regiones montañosas (Jäger et al., 2007). En
los Andes existe una gran diversidad de hongos que se rela-
cionan de forma simbiótica con las especies vegetales, don-
de las plantas reciben nutrientes como el fósforo y nitrógeno
proveniente del suelo (Barnes et al., 2016). Las micorrizas
arbusculares son asociaciones simbióticas entre las raíces de
las plantas y hongos del suelo, que son capaces de mejorar la
absorción de nutrientes y agua por parte de la planta. Estos
hongos son muy comunes en la naturaleza llegando a esta-
blecer relaciones simbióticas con más del 80% de las plantas
terrestres (Smith y Read, 2010).
En el contexto de la introducción de especies forestales,
las micorrizas arbusculares también juegan un papel impor-
tante, siendo esenciales para el éxito de la restauración de
bosques tropicales, ya que pueden mejorar la supervivencia
y el crecimiento de las plántulas introducidas (Urgiles et al.,
2009). Las estrategias para ayudar al establecimiento y cre-
cimiento de plántulas de C. officinalis se basan en la sim-
biosis y caracterización de hongos micorrízicos arbuscula-
res (HMA) y su ubicación en diferentes escalas geográficas
(Haug et al., 2010). Por lo tanto, el objetivo del presente tra-
bajo fue identificar los principales géneros de HMA que se
encuentran asociados con C. officinalis en el valle de Loja,
evaluar la colonización micorrízica natural de la especie y
generar aportes importantes para el conocimiento local rela-
cionado con la regeneración de C. officinalis en asociación
con HMA y su posterior incorporación a bosques naturales
de la zona o para su inoculación en la fase de propagación en
vivero. Para esto, se evaluó también la morfología y porcen-
tajes de colonización en plantas trampa Plantago lanceolata
para detectar, monitorear y evaluar la presencia y actividad
de organismos específicos en el suelo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Zona de estudio
La zona de estudio se ubicó en el cantón Loja y provincia
de Loja, Ecuador, latitud: 3°59.588’ S, longitud 79°12.253’
O donde se recolectaron muestras de rizósfera y raicillas de
individuos adultos de cascarilla de cinco sectores diferentes:
i) Parque Nacional Podocarpus (sector Cajanuma), ii) Gra-
nadillos, iii) Congoya, iv) Yamburara y v) Uritusinga (Figura
1).
Recolección de raicillas y rizósfera
Una vez identificados los remanentes de C. officinalis, jun-
to a la base de cada árbol se realizó un agujero de ~15 cm en
el suelo de donde se extrajeron raicillas y suelo de rizósfera,
la recolección se realizó en 10 individuos adultos excepto en
el sector de Uritusinga donde solo se encontraron especíme-
nes jóvenes (tres años). Las muestras de raicillas fueron con-
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