e-ISSN: 1390-5902
CEDAMAZ Revista del Centro de Estudio y Desarrollo de la Amazonia , Vol. 10, No. 02, pp. 73–76, julio–diciembre 2020
un dolor torácico transitorio que se resolvió espontáneamen-
te en 24 horas. Al momento, paciente en seguimiento durante
4 meses, no ha presentado episodios nuevos de disfagia, y ha
recuperado el peso perdido.
DISCUSIÓN
La afectación esofágica de la EB se expresa principal-
mente como una complicación evidenciada por la estenosis
esofágica, principalmente en el subtipo de EB distrófica
recesiva, que se considera el tipo de afectación clínica más
severa (Claveria, Rodríguez y Peña, 2015), aquí se encuentra
alterada o disminuida la expresión del colágeno tipo VII
(Anderson et al., 2018) y afecta principalmente al gen
COL7A1 (González et al., 2009).
Esta afectación del esófago se presenta en 5 a 33% de
los pacientes con EB (Anido et al., 2014), siendo las princi-
pales manifestaciones la presencia de anillos y membranas
ubicadas en la porción proximal del esófago, sin tener una
clara fisiopatología de la producción de las mismas ni de
la predilección de su ubicación, aunque existen teorías
relacionadas con mecanismos inflamatorios y de autoinmu-
nidad, o que son el resultado de lesiones ampollosas que
tienen a retraer (Moura et al., 2011; Anido et al., 2014;
Santos et al., 2019). En cuanto a la afectación proximal en
el esófago, una probabilidad es que exista relación entre
el segmento de musculatura estriada, la mayor fuerza de
contracción y la fragilidad entre el epitelio estratificado
escamoso y la membrana basal anclada por fibrillas donde el
colágeno tipo VII es parte fundamental (Stewart et al., 1991).
La estenosis esofágica en la EB se manifiesta clínicamen-
te por disfagia, la cual puede ser intermitente o continua,
predominantemente de sólidos debido a la obstrucción
mecánica producida por los anillos y membranas, además
de odinofagia, las cuales producen una pérdida de peso
importante en los pacientes deteriorando su calidad de
vida y produciendo una mal nutrición (Anido et al., 2014;
Anderson et al., 2018; Santos et al., 2019).
Los estudios radiológicos aportan valiosa información en
la EB con disfagia y sospecha de afectación esofágica ya que
permiten visualizar imágenes típicas sugerentes de anillos o
membranas (Anido et al., 2014), permitiendo de esa manera
la planificación de una endoscopía alta diagnóstica, así como
planificar la terapéutica en los pacientes (Santos et al., 2019).
Hasta el momento no existe cura para esta enfermedad
(González et al., 2009), sin embargo, cuando hay afectación
del esófago, existen varias revisiones bibliográficas donde
se realiza tratamiento endoscópico de la estenosis esofágica
mediante dilatación con balón neumático o bujías tipo
Savary Guillard, teniendo alguna preferencia por el balón
por la menor tasa de efectos adversos, mejores resultados y
menor riesgo de daño a la mucosa (Gollu et al., 2017; Wei
et al., 2017), debido a la fuerza de acción radial aplicada en
comparación con las bujías, las cuales ejercen una fuerza
de tracción longitudinal en el esófago predisponiendo a un
mayor daño en la misma (Moura et al., 2011; Anido et al.,
2014; Anderson et al., 2018; Santos et al., 2019).
Ambas técnicas son eficaces ya que disminuyen o des-
aparecen los síntomas permitiendo que el paciente retorne
a su alimentación habitual, sin embargo, las estenosis
recurren siendo necesario varias sesiones de dilatación, lo
que conlleva a un aumento en el riesgo de complicaciones
del procedimiento (Anderson et al., 2018). En el caso actual,
al paciente se realizaron dos sesiones de dilatación con tres
bujías de calibres diferentes no mayores a 3 mm entre sí,
iniciando con la más fina y aumentando progresivamente
de calibre, sin tener complicaciones mayores, y con un
resultado excelente sin recurrencia de la estenosis.
Los principales efectos adversos en los pacientes some-
tidos a dilatación endoscópica en la EB incluyen vómitos
(28%), fiebre (24%), dolor de cuello (21%), perforación
(17%), complicaciones respiratorias (10%), dolor torácico
(10%), infecciones (7%), sangrado, dolor abdominal y
muerte en menor porcentaje (Anderson et al., 2018). En
nuestro paciente existió únicamente dolor torácico y de
cuello que se resolvió dentro de las primeras 24 horas con
analgésicos. La ventaja del tratamiento con dilataciones
endoscópicas es que permite visualizar directamente la
mucosa del esófago y decidir qué calibre de dilatadores
o balón utilizar, además de visualizar directamente las
complicaciones en el caso que sucedan (Santos et al., 2019).
Los resultados de las dilataciones en los pacientes con EB
son alentadores, existiendo buenos resultados luego de varias
sesiones de dilatación, sin embargo, en los casos donde
las estenosis son refractarias al tratamiento endoscópico
se propone la inyección de agentes antifibróticos como el
acetato de triamcinolona intralesional. Sin embargo, los
datos son contradictorios observando ningún impacto en
el número total de sesiones de dilatación (?Santos et al.,
2019), mientras que otros autores señalan que inyecciones
intralesionales en dosis de 40 mg en los 4 cuadrantes se
obtienen beneficios importantes en casos refractarios ya
que minimiza la fibrosis secundaria al trauma y permite
en el área afectada la reparación de los tejidos (Moura
et al., 2011). La mayor parte de las estenosis refractarias
son aquellas con longitud mayor a 12 mm y las múltiples
(Kochhar y Poornachandra, 2010; Vidales y Abril, 2019),
que son las más comunes en los pacientes con EB.
Además de la terapéutica endoscópica, se han planteado
intervenciones farmacológicas que impiden la formación de
las estenosis como los corticoides sistémicos, tópicos (Za-
nini et al., 2014), inhibidores del colágeno, y bloqueadores
del calcio, pero no han demostrado beneficios y aumenta la
tasa de eventos adversos (Moura et al., 2011; Anderson et
al., 2018).
El manejo nutricional en la EB con estenosis recurrentes
o intratables por vía endoscópica es de suma importancia,
teniendo que priorizarlos, realizando medidas como la colo-
cación de gastrostomía endoscópica percutánea o quirúrgica,
o realizando esofagectomía total con transposición del colon
como método quirúrgico de elección en la EB, garantizando
el aporte calórico adecuado, evitando de esa manera malnu-
trición (González et al., 2009; Moura et al., 2011).
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