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Vol. 14 Nro. 2, Julio-Diciembre 2025
ISSN: 2602-8174
escape a la realidad, un conducto a través del cual
las sociedades pueden tener un alivio a momentos
adversos (Liddiard Cárdenas y Hernández Orozco,
2021).
Los estudios de murales en la frontera se han
enfocado en aquellos del espacio público que aportan
la discusión sobre las marcas históricas y contextuales
(Chowdhury 2023). Estos análisis se enfocan en
las distintas representaciones de la migración y las
identidades fronterizas, sobre todo en lugares donde
la línea territorial incide de manera activa. La
migración es un tema intrinseco de la región, pero
se representa en multiples ángulos y perspectivas,
los murales pueden presentar el tema de manera
iconográca, metafórica, a manera de protesta, etc.
Como lo aprecia, Chowdhury (2023), “Experiencing a
mural, thus, in a commons area is very dierent from
encountering art in a private space, with its rules of
enclosure, its practices of viewing, and its rituals of
access based on the privileges accorded through race
and class positions” [experimentar un mural en un
área común/pública es muy diferente a encontrar arte
en un espacio privado, con sus reglas de cerramiento,
sus prácticas de visualización y sus rituales de acceso
basados en los privilegios otorgados a través de
posiciones raciales y de clase] (p. 198); sin embargo,
en un espacio en donde la artista experimenta la idea
de frontera como una metáfora vivida, compartida,
además, une la idea de la persona migrante con la
cotidianidad.
El patrimonio cultural de una artista binacional
y su legado como Mago Gándara es importante dado
que es referente del contexto y la historia: “As muralist
Carlos Callejo (born in El Paso, but raised from age
four to nine in Ciudad Juárez) puts it, murals “are not
only protest or simply large paintings on walls; they
are paintings binded [sic] into architecture; public
art conceived in a given space; rooted in a specic
human context … the roots of murals speak about the
dignity of the people, about the struggles, the needs,
and the celebrations of traditions and the dignity of
our culture” [En palabras del muralista Carlos Callejo
(nacido en El Paso, criado desde los cuatro a los nueve
años en Juárez), los murales “no son solo protestas
o simplemente grandes cuadros en las paredes;
son pinturas ligadas a la arquitectura; arte público
concebido en un espacio determinado; arraigados
en un contexto humano especíco... las raíces de los
murales hablan de la dignidad de las personas, de
las luchas, las necesidades y las celebraciones de las
tradiciones y la dignidad de nuestra cultura”] (Juárez
como se citó en Chowdhury 2023, p. 199).
Mago Gándara es, entonces, en este sentido,
una de estas artistas binacionales que en el ir y venir
en la frontera tendió puentes y redes que representan
los lazos entre dos ciudades hermanas que resisten las
complejidades que las caracterizan.
Su historia, su sueño…
Margarita Gándara Armendáriz “Mago”,
nació un 8 de febrero de 1929 en la ciudad de El Paso
Texas, hija de padres mexicanos migrantes, “desde
los ocho años se planteó el sueño de ser artista visual
[…] quería ser como Miguel Ángel” (Estrada, 2007).
Realizó estudios de arte y educación entre 1946-
1949 en lo que ahora es la Universidad de Texas del
Paso Texas (UTEP). Entre 1949 y 1951 realizó una
estancia en la escuela de arte de Chicago y más tarde
estudió la maestría en Educación artística bicultural
en la Universidad de Antioch (1977 y 1978) En
la década de los 70 regresó a sus raíces a Ciudad
Juárez Chihuahua México, ciudad donde residió
durante unos 37 años y donde produjo arte de manera
continua. Vinculó su vida cotidiana y su comunidad
en ambos lados de la frontera, hasta que tuvo que
regresar permanentemente a Estados Unidos en el
2011 por cuestiones de seguridad. En su ir y venir
a través de la frontera, produjo 12 obras de carácter
Muchas manifestaciones de arte en la frontera Juárez-El Paso se visualizan en las zonas de cruce internacional (Ceniceros, 2022 y 2019).
Sus padres se ven obligados a vivir en El Paso durante la denominada guerra Cristera, donde el padre de Mago, Don Pepe Gándara, se
involucra en el movimiento social en el contrabando de armas para la causa (Vargas, 1995; Estrada 2007).
Archivos de curaduría de Casa Estudio CUI
Ambas ciudades se encuentran conurbadas y a la vez divididas por la línea fronteriza delimitada por la vera el Río Bravo y varios
kilómetros del denominado “muro fronterizo”, cuya línea la cruzan tres puentes internacionales.
Entre el 2009 y 2011, Ciudad Juárez vivió una crisis de inseguridad que obligó a la artista abandonar su proyecto de vida y regresar
permanentemente a El Paso donde vivió hasta su muerte en marzo de 2018.