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Vol. 14 Nro. 2, Julio-Diciembre 2025
ISSN: 2602-8174
funciones psíquicas de orden superior, entre las que
se encuentra la categorización conceptual que reúne
lo lingüístico, lo cognitivo, lo social y lo cultural.
Entonces, el lenguaje no solo interviene en la
conceptualización, también en la categorización,
asumida en este estudio como un proceso cognitivo
que consiste en agrupar ‒en una estructura
conceptual‒ eventos, objetos o fenómenos diferentes
tomando en cuenta sus rasgos o atributos funcionales
o semánticos (Torres et al., 2000). Categorizar es una
tarea compleja, esencial para la comprensión del
mundo y para el aprendizaje, que, paradójicamente,
reduce la complejidad porque sistematiza, ordena
y relaciona. En la misma dirección, Romero Chaves
(2005), quien comparte el punto de vista de Strauss y
Corbin (2002), explica que las categorías tienen poder
conceptual porque emergen de los datos y reúnen
grupos de conceptos derivados de estos.
Intrínsecamente relacionada con el
pensamiento, la categorización actúa como un
“ordenador epistemológico” (Galeano Marín, 2004,
p.38 como se citó en Romero Chaves, 2005) que hace
posible organizar la información aprehendida para
transformarla en conocimiento; y la lengua juega un
papel crucial en este proceso, puesto que las palabras
son portadoras de rasgos comunes que inciden en la
ejecución de actividades que conducen a categorizar.
Mandler (2003), Sentis et al. (2009) describen dos
formas de categorización: perceptual y conceptual.
La primera, más compleja, consiste en agrupar
información sensorial sobre la base de similitudes entre
estímulos (Vázquez, 2020). Esta clase de categorías se
convierte en conceptos. La conceptual es un proceso
cognitivo que organiza y simplica la información,
facilita la comprensión del mundo y la toma de
decisiones. Implica agrupar entidades similares en
clases especícas. La categorización conceptual torna
la información perceptual en conceptos y opera
en la adquisición o desarrollo del conocimiento
al tiempo que agrupa y relaciona experiencias de
la realidad ‒acciones, estados, objetos, personas o
eventos‒, convirtiéndolas en clases cuyos elementos
poseen al menos un rasgo en común. Este tipo de
categorización se orienta por una serie de principios
de reconocimiento o categorías perceptuales tales
como similitud de formas, interacción motora,
función y contextualidad (Luque Durán, 2004). A
juicio de Mandler (2003), psicólogo cognitivo, se
puede categorizar tomando en cuenta múltiples
dimensiones: formas, comportamientos, signicados
abstractos o concretos, funciones, etc. Y, en su opinión,
aunque las categorías perceptuales se dan de manera
natural en tareas creadas deliberadamente, los adultos
y los niños asumen distintos criterios y su desempeño
deja ver cuál de ellos se impuso en la ejecución de la
actividad. En resumidas cuentas, toda categorización
tiene una base cognitiva y se apoya en conocimientos
contextuales, lingüísticos y culturales.
Martínez (2001, p. 22) explica los vínculos
entre discurso, conceptualización y categorización
del modo siguiente: “los esquemas cognitivos son
el resultado de generalizaciones motivadas por el
intercambio verbal y los esquemas interaccionales
se hacen signicativos solamente en el proceso
discursivo”. Más claramente: para que la relación
entre la experiencia externa (social, cultural) y
los procesos psicológicos (sujeto) “se convierta en
esquemas conceptuales, es necesaria la mediación del
discurso” (p. 22), puesto que los enunciados evocan
experiencias socioculturales, saberes de contenido
social compartidos, valores comunes.
En cuanto a los vínculos entre categorización
y conceptualización, habría que subrayar que
aprehender los atributos o rasgos pertinentes de
los conceptos para formar categorías favorece la
organización del conocimiento al tiempo que reduce
la carga cognitiva, lo cual impacta en la formación de
estructuras cognoscitivas. Así pues, por la relación que
existe entre desarrollo del lenguaje, conceptualización
y categorización, y por considerar que esta relación
resulta esencial para la enseñanza, el aprendizaje y
la creación de conocimientos, esta investigación se
trazó como objetivos describir y analizar los criterios
utilizados por adolescentes venezolanos, cursantes
de primero, tercero y quinto año, para categorizar
diversos conceptos.
Génesis y desarrollo del proceso de categorización
conceptual
Evolutivamente, los niños comienzan a usar
la lengua materna ‒básicamente los signicados y
las relaciones semánticas entre las palabras‒ para