Desigualdad y tasa de fertilidad a nivel mundial...
Vol.9-N°1, Enero - Junio 2021
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
vienda, acceso a la salud los servicios, la etnia, la fertilidad, la edad
materna y la composición de la dieta se asociaron independiente-
mente con el retraso en el crecimiento. A nivel municipal o local,
la desigualdad no se asoció con el retraso en el crecimiento, por su
parte Li et al. (2016) señalan que en 27 provincias chinas de 1984
a 2012 existe una sólida relación positiva a largo plazo entre la de-
sigualdad de ingresos y el crecimiento en China, posterior a la re-
forma. Policardo y Carrera, (2018) argumentan que la desigualdad
de ingresos podría de hecho ser responsable de fomentar la cor-
rupción, que puede ser una reacción a una distribución del ingreso
percibida como injusta, muestran que la dirección de la causalidad
entre la corrupción y la desigualdad de ingresos es específica de
cada país y puede ser bidireccional. Mediante un modelo dinámico
de GMM, encontraron que la desigualdad de ingresos afecta posi-
tivamente la corrupción, mientras que la corrupción no parece ser
significativa en la determinación de la desigualdad del ingreso, por
lo tanto, contradice lo que la literatura existente señala.
En China mediante datos de panel se encontró que la desigual-
dad de ingresos no tiene un impacto significativo en los riesgos de
los individuos de tener problemas de salud. Este resultado es ro-
busto al cambiar entre diferentes indicadores de desigualdad de in-
gresos (Bakkeli, 2016). Sin embargo, el estudio realizado por Be-
hzadan et al. (2017) determinan que un aumento en la proporción
de la atención de la salud privada aumenta la desigualdad. Final-
mente, Islam (2018) sugiere que la creciente desigualdad de riqueza
obstaculiza significativamente la libertad económica, la protección
de los derechos de propiedad, la libertad de comerciar, la solidez
del dinero y el entorno regulatorio. Además, este efecto negativo
de la desigualdad de la riqueza se refuerza en un nivel más bajo de
democracia. Estos hallazgos son sólidos para medidas alternativas
de riqueza desigualdad, libertad económica, tratamiento para la en-
dogeneidad y especificación del modelo.
En la segunda línea de investigación los resultados encontra-
dos por Kulu y Washbrook (2014) examinan la variación de la fecun-
didad en Gran Bretaña, distinguiendo entre las ciudades centrales
y los suburbios. Los resultados muestran que los niveles de fertili-
dad disminuyen a medida que el tamaño de el área urbana aumenta;
dentro de las zonas urbanas los suburbios tienen niveles de fertil-
idad significativamente más alta que los centros de las ciudades.
De igual manera Caucutt et al. (2002); Dereuddre, Van de Velde
y Bracke, (2016); y, Day y Guest, (2016) indican que la fertilidad
como el trabajo está fuertemente relacionada con el estado civil de
las mujeres. El principal resultado es que las tasas de fertilidad están
disminuyendo debido a los ingresos familiares. Cuando los salarios
de las mujeres son mayores tienen más probabilidades de aumentar
la fertilidad. Este efecto es más fuerte cuando la elasticidad de la
oferta de vivienda es alta ya que los precios de la vivienda y, por
lo tanto, los costos de los niños, se mantienen bajo control. Los go-
biernos preocupados por la baja fecundidad, tienen que dirigir las
políticas para aumentar la elasticidad de la oferta de vivienda para
mantener los precios de la vivienda bajo control.
Por su parte, el trabajo de Momota (2016) encuentra que un
aumento en la fertilidad de las madres disminuye el stock de capital
y el bienestar económico. Además, un ingreso intergeneracional de
redistribución puede eliminar la pérdida de bienestar resultante del
mercado incompleto, de igual manera los estudios de Yumusak et al.
(2013) y Wood y Neels, (2017) muestran que los grupos con oportu-
nidades limitadas en el mercado laboral tienen más probabilidades
de tener un hijo en respuesta al desempleo o la inactividad. Es más
probable que las mujeres con poca educación o con antecedentes
migratorios adopten estrategias de maternidad como alternativa a
la participación en el mercado laboral.
Mendoza (2017) demuestra que en la República Popular China
todavía hay brechas educativas entre los diferentes grupos y la de-
sigualdad educativa. Los resultados implican que dado que las ciu-
dades no son homogéneas, por lo tanto, tienen diferentes contribu-
ciones hacia la desigualdad educativa. Sugieren que los objetivos
de política específicos de ubicación y las prioridades pueden pro-
ducir resultados más favorables en la reducción de la desigualdad
educativa. Por su parte, Santelli et al. (2017) sugieren que la reduc-
ción de la pobreza, las desigualdades de ingresos y el aumento de
las inversiones en educación deberían ser componentes esenciales
de las políticas nacionales para reducir las tasas de fertilidad en los
adolescentes. En este sentido, respecto a la desigualdad y al capi-
tal humano, tenemos trabajos como los de Cumbicus y Tillaguango
(2017); y, Lojan y Méndez (2020) donde se hace referencia en am-
bos trabajos que para reducir la desigualdad es indispensable una
expansión educativa, y hacer énfasis en la educación inclusiva a tem-
prana edad.
En el estudio realizado por Geronimus et al. (1999) en las áreas
empobrecidas de afroamericanos en Harlem, Detroit, Chicago y el
área de Watts en los Ángeles, los autores sostienen la hipótesis de
la fertilidad temprana mitiga algunos de los costos para las famil-
ias asociadas con exceso de mortalidad y deterioro temprano de la
salud en jóvenes hasta la edad adulta media. En el estudio realizado
por Bongaarts y Casterline (2013) sobresalen las políticas sociales
progresivas (que dan como resultado una escolarización universal,
una alta esperanza de vida y la provisión de bienestar estatal), ofre-
cen una explicación convincente de las bajas tempranas en Sri Lanka
y Kerala, y la desigualdad de género ha avanzado como la principal
barrera para la disminución de la fecundidad en el norte de la India
y Pakistán. La vigorosa promoción estatal de la planificación famil-
iar probablemente haya acelerado el ritmo de la disminución en Sri
Lanka, India y Nepal. En Bangladesh, el programa de planificación
familiar puede haber desencadenado el inicio del cambio reproduc-
tivo, mientras que en Pakistán el programa ha sido ineficaz debido
al débil apoyo político.
3|DATOS Y METODOLOGÍA
3.1 |Datos
Con el objetivo de examinar empíricamente la relación entre la de-
sigualdad y la tasa de fertilidad, se utilizó estadísticas compiladas
por Inequality Bases (2017) y el World Development Indicator del
Banco Mundial (2016). La investigación abarca 89 países a nivel
mundial para el período 1980-2016. La variable dependiente es la
desigualdad (Di,t)y la variable independiente tasa de fertilidad to-
tal (T fi,t)medido por nacimientos por cada mujer, las mismas que
están expresadas en tasas.
La intensidad de la desigualdad varía según los países y según
la actividad económica y el nivel de desarrollo. En este sentido,
los países se clasificaron en seis grupos según el nivel de ingreso
nacional bruto per cápita. Los países de ingreso extremadamente
alto (PIEA) son: Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suiza, cuyo in-
greso nacional bruto per cápita es superior a USD 40000; los países
de ingreso alto (PIA) son: Australia, Austria, Barbados, Canadá,
República Checa, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Is-
landia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, República de Corea, Lituania,
Malta, Países Bajos, Nueva Zelanda, Portugal, Singapur, República
Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos
y Venezuela, cuyo ingreso nacional bruto per cápita oscila entre
USD10001-40000; los países de ingreso medio-alto (PIMA) son: Ar-
gentina, Bahamas, Brasil, Chile, Chipre, Hungría, México y Uruguay,
cuyo ingreso nacional bruto per cápita se encuentra entre USD
7001-10000.
Los países de ingreso medio-bajo (PIMB) son: Belarús, Colom-
bia, Costa Rica, Croacia, Irán, Jamaica, Kazajistán, Letonia, Malasia,
Montenegro, Panamá, Polonia, Rumanía, Federación de Rusia, Ser-
bia, Sudáfrica y Turquí, cuyo ingreso nacional bruto per cápita fluc-
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