Vol.9-N°1, Enero - Junio 2021
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
Urbanización y crecimiento económico: un análisis de cointegración
y causalidad para el caso ecuatoriano
Urbanization and economic growth: a cointegration and causality analysis for the
Ecuadorian case
Priscila Méndez1
1Carrera de Economía, Universidad Nacional de
Loja, Loja, Ecuador
Correspondencia
Priscila Méndez, Carrera de Economía,
Universidad Nacional de Loja, Loja, Ecuador
Email: priscila.mendez@unl.edu.ec
Agradecimientos
Club de Investigación de Economía (CIE)
Fecha de recepción
Julio 2020
Fecha de aceptación
Diciembre 2020
Dirección
Bloque 100. Ciudad Universitaria Guillermo
Falconí. Código Postal: 110150, Loja, Ecuador
RESUMEN
Este artículo analiza la relación entre la urbanización y el crecimiento económico en Ecuador
en el periodo 1961-2015, mediante técnicas econométricas de series de tiempo. Los re-
sultados muestran la existencia de una relación a corto y largo plazo entre la urbanización
y el crecimiento económico, así como la causalidad de la población urbana hacia el crec-
imiento económico. Aun así, no se puede afirmar que las externalidades que Henderson
(2003, 2005, 2010) supone se hayan producido de manera uniforme en Ecuador, al menos
en el periodo analizado. Una alternativa es utilizar el índice de primacía y observar si la ur-
banización realmente propicia el crecimiento económico a nivel nacional o solo en las ciu-
dades con mayor población urbana. Las implicaciones de política sugeridas son aumentar
los niveles de capital inversión (gasto público en carreteras, mejores escuelas, centros de
salud, hospitales, etc.) en las ciudades con mayor población urbana para que se conviertan
en centros industriales generadores de crecimiento económico. También se recomienda
que los gobiernos implementen políticas para garantizar que los beneficios del crecimiento
urbano se compartan de manera equitativa y sostenible.
Palabras clave: Urbanización; Crecimiento económico; Causalidad; Cointegración; Ecuador.
Códigos JEL: C32. F43. R11.
ABSTRACT
This paper analyzes the relationship between urbanization and economic growth in Ecuador
in the period 1961-2015, using time series econometric techniques. The results show
the existence of a short- and long-run relationship between urbanization and economic
growth, as well as the causality of urban population to economic growth. Even so, it can-
not be affirmed that the externalities assumed by Henderson (2003, 2005, 2010) have
occurred uniformly in Ecuador, at least in the period analyzed. An alternative is to use the
primacy index and observe whether urbanization is really conducive to economic growth
at the national level or only in cities with larger urban populations. The suggested policy
implications are to increase the levels of capital investment (public spending on roads, bet-
ter schools, health centers, hospitals, etc.) in the cities with the largest urban populations
so that they become industrial centers that generate economic growth. It is also recom-
mended that governments implement policies to ensure that the benefits of urban growth
are shared equitably and sustainably.
Keywords: Urbanization; Economic growth; Causality; Co-integration. Ecuador.
JEL codes: C32. F43. R11.
Méndez P.
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1|INTRODUCCIÓN
La tendencia de la población mundial hacia la aglomeración en áreas
urbanas es reciente en la historia de la humanidad. De acuerdo con
Clark (1998) hasta el siglo XIX menos del 30% de la población vivía
en áreas urbanas. Con excepción del Sur de Asia, el Pacífico y África
Sub-Sahariana, los indicadores de urbanización actuales son relati-
vamente altos (Brackman, Garretsen y van Marrewijk, 2009). Para
Davis (1955) el crecimiento de la población urbana es un fenómeno
relativamente reciente en la historia humana, en comparación con
la mayoría de los demás aspectos de la sociedad. Por ejemplo, el
idioma, la religión, entre otros. Sin embargo, la urbanización repre-
senta un cambio revolucionario en el desarrollo de las sociedades,
puesto que, una vez establecidas las ciudades urbanas, estas tien-
den a ser centros de poder e influencia en toda la sociedad. En
la mayoría de países del mundo el proceso de urbanización sigue
una tendencia ascendente, pero Ecuador ha experimentado un au-
mento de la población urbana relativamente pequeño. Según cifras
del Banco Mundial (2016) en el período 2001-2010, el Ecuador ex-
perimentó un incremento de la población urbana de 14.7%.
El estudio del proceso de urbanización ha cobrado importan-
cia debido a que muchos autores han encontrado evidencia a favor
de una relación estrecha con el crecimiento económico. Frick y Ro-
dríguez (2017) señalan que los formuladores de políticas y académi-
cos a menudo enfatizan un vínculo positivo entre el tamaño de la
ciudad y el crecimiento económico. Sin embargo, la literatura em-
pírica sobre la relación es escasa. Igualmente, Henderson (2003,
2005, 2010), Fay y Opal (2000) y Williamson (1965) atribuyen el
crecimiento de la población urbana al aumento del crecimiento
económico, y consideran una relación de causalidad entre ambas
variables. Si bien la urbanización per se no causa crecimiento, el
crecimiento económico sostenido no ocurre sin la urbanización. En
este sentido se puede esperar que los países con mayores tasas
de urbanización tengan un mayor crecimiento económico y vicev-
ersa. Algunos estudios en otros países como el de Galindo et al.
(2004) realizado en xico encuentran una relación estable de largo
plazo y positiva entre el producto, la inversión y un índice de urban-
ización. Ello indica que la inversión y el proceso de urbanización
han favorecido el ritmo de crecimiento económico. Torres y Eljaiek
(2012) y Martínez y Rodríguez (2014) demuestran que la urban-
ización de Colombia ha experimentado cierta convergencia del PIB
per cápita, la urbanización tiene un efecto positivo sobre la tasa de
crecimiento económico en este país durante el período 1970-2011.
Por otro lado, los resultados obtenidos por medio de la aplicación
de la prueba de causalidad de Granger, permitieron confirmar que
la variable de urbanización causa al crecimiento económico y no
al contrario, por lo menos durante el periodo de tiempo analizado.
Por su parte, Liu et al. (2011) encuentran en China en el período
1978-2009 un equilibrio a largo plazo entre la urbanización y el
crecimiento económico. Los hallazgos indican que cada incremento
del 1% de la urbanización genera un incremento de 4.82% del PIB.
Así mismo, determinan una relación de causalidad unidireccional del
crecimiento económico hacia la urbanización.
Teniendo en cuenta que la evidencia empírica para Ecuador so-
bre la relación urbanización-crecimiento económico es escasa, este
trabajo contribuye a la literatura internacional, especialmente a la de
Ecuador. La contribución de este estudio radica en estimar para el
caso ecuatoriano, la relación entre la urbanización y el crecimiento
económico en el período 1961-2015, tomando como referencia los
estudios de Henderson (2003, 2005, 2010). La metodología que se
utiliza se diferencia de los trabajos de Galindo et al (2004), Sánchez
y Eljaiek (2012), Martínez y Rodríguez (2014) y Liu et al. (2011).
En este caso se emplea estimará el modelo dinámico de retardo
distributivo autorregresivo (ARDL) planteado por Pesaran, Shin y
Smith (2001) para examinar la existencia de una relación a largo
plazo entre las variables de estudio. Una de las principales ven-
tajas de este modelo es que permite la combinación de variables
con distinto orden de integración en el sistema, evitando con ello el
problema asociado con el análisis de cointegración estándar que re-
quiere las propiedades de estacionariedad de las variables (Verbeek,
2008). Para examinar la relación a corto plazo entre las variables se
aplica el modelo de corrección del Error (VEC) y finalmente se em-
plea la prueba de Engle y Granger (1990) para determinar si existen
vínculos causales entre las variables.
Los resultados obtenidos muestran la existencia de una
relación a corto y largo plazo entre la urbanización y el crecimiento
económico. El proceso de urbanización en Ecuador está fuerte-
mente relacionado con el crecimiento económico. Además, se en-
cuentra evidencia de una relación de causalidad de la población
urbana hacia el crecimiento económico. Estos resultados concuer-
dan con lo planteado por Henderson (2003 2005, 2010). Aunque
la migración campo-ciudad es alta, se debe resaltar que los nive-
les de urbanización no se han producido de manera uniforme
y la economía ecuatoriana no ha experimentado un crecimiento
económico sostenido. A partir de esta investigación, se plantea en el
futuro realizar un análisis de los efectos de la urbanización en países
cuyos niveles de urbanización se concentran en pocas ciudades. Ello
permitiría comprender por qué en Ecuador la urbanización no pro-
duce externalidades positivas como el incremento de la producción
y el consumo, una mayor demanda de trabajo, mejores salarios y por
ende un mayor desarrollo económico uniforme. También podemos
verificar si las economías menos industrializadas y dependientes de
los recursos naturales siguen un patrón de crecimiento que no está
relacionado con el incremento de la población urbana.
El artículo se divide en cinco partes incluida la introducción.
En la sección dos se discute la literatura previa resaltando la
metodología de trabajos clave. En la sección tres se presentan los
datos y la metodología. Los resultados y las conclusiones e impli-
caciones de política se muestran en las secciones 4 y 5 respectiva-
mente.
2|REVISIÓN DE LITERATURA
La población urbana crece a ritmos acelerados en la mayoría de
países del mundo, dicho crecimiento se suele atribuir al elevado
crecimiento del PIB, aunque, no hay suficiente evidencia empírica
respecto a la relación entre estas variables. Uno de los primeros
en investigar sobre el crecimiento de la población es Davis (1955)
quien encontró dos resultados. Primero, tal fenómeno es relativa-
mente reciente y segundo, el urbanismo representa un cambio rev-
olucionario en todo el patrón de la vida social, pues, la creación
de centros urbanos tiende a ser generadores de crecimiento y de-
sarrollo económico. Por otro lado, Roberts (1989) considera que
las ciudades no son los beneficiarios privilegiados del desarrollo.
Pues hay ciudades que son simplemente lugares de refugio para
una población rural empobrecida, lo que les permite ganarse la vida
y muy pocas ciudades son generadoras de producción. Otros au-
tores como Fay y Opal (2000), Henderson (2005, 2010), Hender-
son y Wang (2007), Martin y Ottaviano (2001), Williamson (1965),
señalan que la urbanización y el crecimiento económico están es-
trechamente entrelazados. Si bien la urbanización per se no causa
crecimiento, el crecimiento económico sostenido no ocurre sin la
urbanización. Henderson (2003, 2005) señala que la concepción ur-
bana está asociada con las políticas e instituciones nacionales, así
mismo señala que en las primeras etapas de crecimiento el desar-
rollo económico se caracteriza por la urbanización, una transforma-
ción espacial de la economía, donde la población pasa de un área
rural basada en la agricultura a una donde la producción es más efi-
ciente.
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Por otra parte, Jedwad et al. (2015), Jedwab y Vollrath (2015)
sostienen que una parte no despreciable del rápido crecimiento ur-
bano y la urbanización de los países en desarrollo también puede
estar vinculado a factores demográficos, relacionado con un rápido
crecimiento interno de la población urbana o un impulso urbano. El
alto crecimiento natural urbano en los países en desarrollo de hoy
se deriva de una menor mortalidad urbana. Por el contrario, Bucci
(2008) indica que no hay relación entre el crecimiento económico
y la urbanización, pues el crecimiento económico es explicado por
otros factores.
La evidencia empírica se divide en dos partes, la primera
hace referencia a la relación entre la urbanización y el crecimiento
económico. Mientras que la segunda parte muestra los resulta-
dos obtenidos por medio de estrategias econométricas en algunos
países. Firebaugh (1979) en su análisis concluyó que el desarrollo
económico es sin duda el determinante más importante de la ur-
banización. Además, recomienda plantear teorías de urbanización
para naciones desarrolladas y subdesarrolladas, incorporando (1)
las fuentes de las restricciones rurales (aumento de la población,
¿forma de tenencia de la tierra ?, ¿escala de la agricultura?). (2) las al-
ternativas a la migración rural-urbana. Concordando con lo anterior,
Alperovich (1992) reveló una relación en forma de U entre desar-
rollo económico y concentración de la población en Israel. Moomaw
y Shatter (1996) encontraron que el porcentaje de población urbana
de una nación aumenta con el PIB per cápita. La industrialización
y la importancia agrícola tienen las mismas implicaciones para la
concentración de la población urbana en las ciudades con más de
100.000 habitantes. En este mismo grupo, Vélez (2016) encontró
evidencia de que a medida que aumenta la urbanización, aumenta
el PIB per cápita y que los países con un desarrollo más alto tienden
a especializarse en los servicios, los emergentes en la industria y los
subdesarrollados han experimentado una re-primarización de sus
economías. Una implicación de política es redireccionar la especial-
ización de los sectores de las economías hacia la manufactura y los
servicios y favorecer los procesos de urbanización. En esta misma
línea con una relación similar, Macas y Erazo (2019) manifiestan la
existencia de una relación de equilibrio de largo y corto plazo entre
el consumo de energía, el PIB per cápita y la urbanización.
Los países en desarrollo se han urbanizado rápidamente desde
1950 generando una serie de efectos (Jedwab et al., 2015). Glaeser
y Henderson (2017) señalan que el crecimiento de la urbanización
produce beneficios estáticos y dinámicos, incluido un crecimiento
económico más rápido. Chen et al. (2014) apoyan la noción gen-
eral de vínculos estrechos entre los niveles de urbanización y el PIB.
Aunque sostienen que un país determinado no puede obtener los
beneficios económicos esperados de la urbanización acelerada, es-
pecialmente si toma la forma de una urbanización dirigida por el
gobierno. Tolley (1987) afirma que el grado en que un país tenga
éxito en fomentar el crecimiento de la productividad urbana prob-
ablemente sea el principal determinante de su urbanización. Por
otro lado, Bucci (2008) y Jedwad et al. (2015) indican que no hay
relación entre el crecimiento económico y la urbanización. Comple-
mentariamente afirman que, el nivel de ingreso real per cápita son
independientes del tamaño de la población.
El aumento de la población urbana crea reservas en recursos
naturales limitados, reduce la formación de capital público y privado
y desvía las adiciones a los recursos de capital para mantener en lu-
gar de aumentar el stock de capital por trabajador (Easterlin, 1967).
Otro de los beneficios de la urbanización es que fomenta la acu-
mulación de capital humano (Bertinelli y Black, 2004). Wheaton
y Shishido (1981) encuentran una relación consistente y plausible
entre el desarrollo económico y la concentración urbana. Compara-
ndo los países por nivel de desarrollo, Wongboonsin y Phiromswad
(2017) sugieren que la estructura demográfica contribuye al crec-
imiento económico de manera diferente entre los países desarrolla-
dos y en desarrollo. Para los países desarrollados un aumento de la
urbanización tiene un efecto positivo en el crecimiento económico
a través del aumento del número de trabajadores, de las institu-
ciones, la inversión y los canales de educación. En cambio, Brülhart
y Sbergami (2009) encuentran evidencia consistente que respalda la
"hipótesis de Williamson": la aglomeración aumenta el crecimiento
del PIB solo hasta un cierto nivel de desarrollo económico. Esto im-
plica que los beneficios de la aglomeración perderán cada vez más
importancia, y que la compensación entre el crecimiento nacional
y la equidad interregional puede perder gradualmente su relevan-
cia a medida que la economía mundial continúe creciendo. De ahí
que es en los países más pobres donde las políticas destinadas a in-
hibir la concentración económica espacial son más perjudiciales en
términos de crecimiento no deseado. Por último, Frick y Rodríguez
(2018) afirman en su investigación que la concentración urbana ha
sido beneficiosa para los países de altos ingresos, pero no para los
países en desarrollo.
La segunda parte de la evidencia hace referencia a los resulta-
dos obtenidos en algunos países con series de tiempo y datos de
panel. Jedwab y Vollrath (2015) concluyen en su investigación que
la urbanización se asocia con el crecimiento económico en los úl-
timos cinco siglos, descubrieron que triplicar el PIB per cápita de
una nación aumenta la tasa de urbanización en un promedio del
20 por ciento. Así mismo encuentran que el mundo entero se ha
urbanizado muy seriamente en los últimos 500 años, independien-
temente del nivel de ingreso per cápita, en un 25 a 30 por ciento.
Por otra parte, Kusnetz (1966) concluye que existe crecimiento del
PIB a tasas significativamente más altas que el crecimiento de la
población. La correlación entre el crecimiento de la población y el
crecimiento en el producto per cápita es negativa y la asociación
es estadísticamente significativa, aunque no a niveles exigentes.
Gollinet al. (2016) documentan una fuerte relación positiva entre
las exportaciones de recursos naturales (crecimiento económico) y
la urbanización en una muestra de 116 países en desarrollo durante
el período 1960-2010. En los países que dependen en gran medida
de las exportaciones de recursos, la urbanización parece concen-
trarse en las "ciudades de consumo", donde las economías consisten
principalmente en servicios no comerciables. Además, los autores
sugieren que las rentas de los recursos pueden impulsar la urban-
ización con la misma eficacia que el desarrollo industrial. El hecho
de que la urbanización no sea homogénea abre la posibilidad de que
el crecimiento futuro dependa de si la urbanización está dirigida por
los recursos o por la industria.
He y Sim (2015) demuestran que el efecto del crecimiento en
la urbanización es similar en condiciones de crecimiento y / o caída,
donde el incremento en la urbanización aumenta en un 0.4% cuando
el crecimiento del PIB per cápita aumenta en un 1%. El crecimiento
puede ayudar a acelerar la urbanización. En este sentido, Glaeser
y Henderson (2017) y Easterlin (1967) sugieren más investigación
sobre los fundamentos del crecimiento de la ciudad en toda la jer-
arquía urbana y sobre el impacto macroeconómico de dicho crec-
imiento en el auge económico nacional en el mundo. Bertinelli y
Black (2004) sostienen que se deben diseñar políticas para reducir el
grado de urbanización excesiva siempre que no tengan un impacto
adverso sobre el crecimiento económico.
Los resultados obtenidos para México indican que existe una
relación estable de largo plazo y positiva entre el producto, la inver-
sión y un índice de urbanización (Galindo et al., 2004). Ello indica
que la inversión y el proceso de urbanización han favorecido el ritmo
de crecimiento económico. Por consiguiente, el acelerado proceso
de urbanización del país durante el siglo XX tuvo efectos positivos
sobre el ritmo de crecimiento económico. Torres y Eljaiek (2012)
y Martínez y Rodríguez (2014) encuentran que la urbanización de
Colombia ha experimentado cierta convergencia del PIB per cápita,
la urbanización tiene un efecto positivo sobre la tasa de crecimiento
económico en Colombia, entre 1970 y 2011. Por otro lado, los resul-
tados obtenidos por medio de la aplicación de la prueba de causali-
dad de Granger, permitieron confirmar que es la variable de urban-
ización la que causa al crecimiento económico y no al contrario, por
Méndez P.
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lo menos durante el periodo de tiempo analizado.
Por su parte, Liu et al. (2011) utilizando la teoría de la cointe-
gración, el modelo de corrección de errores y la teoría de la prueba
de causalidad de Granger realizan una investigación empírica sobre
la relación entre la urbanización y PIB en China en el periodo 1978-
2009, en la que concluyen que existe un equilibrio a largo plazo
entre la urbanización y el crecimiento económico. Cada incremento
del 1% de la urbanización puede generar un incremento de 4.82%
del PIB; en cuanto a la prueba de causalidad de Granger, encuen-
tran una relación unidireccional del crecimiento económico hacia la
urbanización.
Frick y Rodríguez (2017) utilizando datos de panel de 113
países entre 1980 y 2010 exploraron si: 1) hay ciertos tamaños
de ciudades que mejoran el crecimiento y; 2): cómo los factores
adicionales destacados en la literatura afectan la relación tamaño-
crecimiento de la ciudad. Los resultados sugieren una relación no
lineal que depende del tamaño del país. En contraste con la opinión
prevaleciente de que las grandes ciudades son inductoras de crec-
imiento para la mayoría de los países, ciudades relativamente pe-
queñas de hasta 3 millones de habitantes son más propicias para
el crecimiento económico. Además, la relación depende en gran
medida del contexto: una gran proporción de las industrias que se
benefician de las economías de aglomeración, una infraestructura
urbana bien desarrollada y un nivel adecuado de eficacia de la gob-
ernanza permiten a los países aprovechar los beneficios de la aglom-
eración de las ciudades más grandes.
De igual manera, Sarker et al. (2016) utilizando datos de panel
para los países del sur de Asia, el test de Dickey-Fuller (ADF) y
Phillips-Perron (PP), y estimando el modelo de Vector Error Correc-
tion Model (VECM) concluyen que el crecimiento de la población
urbana puede tener un impacto significativo en el crecimiento
económico en el sur de Asia a largo plazo. Sin embargo, en el corto
plazo, no encuentran ninguna relación entre las variables. Por lo
tanto, se puede decir que el crecimiento de la población urbana
no afecta de manera inmediata el crecimiento económico en el sur
de Asia. Por otro lado, Frick y Rodríguez (2017), utilizando datos
de panel de 114 países para el período comprendido entre 1960 y
2010, estimaron el modelo GMM para abordar estadísticamente la
causalidad inversa de la urbanización y el crecimiento económico.
El análisis reveló que no hay una relación sostenible entre las vari-
ables. Sin embargo, en los países de altos ingresos existe una influ-
encia de la población urbana sobre el crecimiento económico, Por
el contrario, en los países en desarrollo el tamaño de la ciudad no
es un motor de crecimiento económico.
Por último, cabe mencionar que existen pocos estudios empíri-
cos que muestren la relación entre la urbanización y el crecimiento
económico en Ecuador. Esta investigación trata de cubrir ese vacío
en la literatura tradicional y ofrecer evidencia empírica al respecto.
Se estimó los modelos dinámicos VEC y ARDL y el test de causal-
idad de Engle y Granger (1990) para dilucidar la relación entre las
variables planteadas en el modelo.
Por ende, para la presente investigación se tomó como tema
de análisis la tecnología y el desempleo presente en los diferentes
países. Contrastándolo con el trabajo de Keynes (1930), el cual
manifiesta que es importante analizar el efecto de las innovaciones
tecnológicas frente al mercado laboral, ya que presenta argumen-
tos poderosos donde los trabajadores desempleados no encuentran
ocupación, debido al desplazamiento de los factores productivos.
Significando que un aumento de mejoras tecnológicas aumenta la
tasa de desempleo. Esta investigación se diferencia de otras debido
a la escasa existencia de evidencia empírica de la relación de estas
dos variables gasto en tecnología y desempleo, para un grupo de
países clasificados por su nivel de ingresos y que utilicen datos de
panel.
3|DATOS Y METODOLOGÍA
3.1 |Datos
Para examinar empíricamente la relación entre el crecimiento
económico y la urbanización se utilizó datos compilados por los in-
dicadores de desarrollo del Banco Mundial (2016). La investigación
se realiza para Ecuador en el período 1961-2015. Las variables uti-
lizadas en este articulo son las mismas que utilizan Galindo et al.
(2004) para México, Sánchez y Eljaiek (2012), Martínez y Rodríguez
(2014) para Colombia y Liu et al. (2011) para China. La variable
dependiente es la urbanización (Urb) y la variable independiente es
el crecimiento económico (PIB), ambas variables fueron calculadas
como la tasa de crecimiento.
La Figura 1 indica el comportamiento de la urbanización y el
crecimiento económico. Como se advierte en el panel (a) la tasa
de crecimiento de la población urbana sigue una tendencia decre-
ciente, con incrementos en el año 1977. En cambio, en el panel (b)
el crecimiento económico muestra un comportamiento cíclico con
puntos de inflexión en los años 1999 y 2000 lo cual podría asociarse
a la crisis del país por la dolarización. Dado que la gráfica (a) tiene
un comportamiento estacionario se hizo necesaria la aplicación del
test de Dickey y Fuller (1979) aplicando primeras diferencias a la
tasa de población urbana. El resultado de este test se observa de
manera más clara en la gráfica (c).
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Figura 1. Evolución de la tasa de urbanización y crecimiento económico.
A continuación, se muestra un resumen de las variables em-
pleadas en el modelo. El modelo econométrico cuenta con 55 datos
para cada variable, tomados desde el año 1961 a 2015. Este período
se utilizó dada la disponibilidad de datos, y para obtener resulta-
dos más robustos. La Tabla 1, muestra los valores de la media, la
desviación estándar, así como los valores mínimos y máximos de
cada variable.
Tabla 1. DResumen de los estadísticos descriptivos.
Variable Obs. Mean Std. Dev Min Max
tpu 55 3.51 1.08 1.88 5.02
tpib 55 4.00 3.10 -4.73 13.95
3.2 |Metodología
Para examinar la existencia de una relación causal dinámica a corto
y largo plazo entre las variables, se realizó primero el test de Dickey
y Fuller (1979), para identificar la estacionalidad de las series de
tiempo, luego se estimaron los modelos VEC y ARDL que permi-
tieron pronosticar el impacto del crecimiento económico en la ur-
banización y viceversa y finalmente se realizó la prueba de Engle y
Granger (1990) para observar si había vínculos casuales entre las
variables. La estrategia utilizada en este artículo es parecida a la uti-
lizada por Galindo et al. (2004), Sánchez y Eljaiek (2012), Martínez y
Rodríguez (2014), y Liu et al. (2011). La Tabla 2 resume los trabajos
sobre la relación de la urbanización y crecimiento económico.
Tabla 2. Resumen de estudios sobre la relación urbanización y crecimiento económico.
No Autores Periodo País- territorio Metodología Variables Resultados causalidad
1 Easterlin (1967) 1957-1958
1963-1964.
Países de África, Asia y
América Latina Series de tiempo Urbanización y PIB per cápita No está clara
2 Galindo et al. (2004) 1975-2000 México Series de tiempo Modelo VAR,
Causalidad de Engle y Granger
PIB e índice de urbanización
Control: inversión
UrbPIB
3 Torres y Eljaiek (2005) 1941-2005 Colombia Series de tempo PIB per cápita y urbanización UrbPIB
4 Martínez y Rodríguez (2014) 1970-2011 Colombia Series de tiempo, MCO,
Causalidad de Granger
PIB, y urbanización,
Control: escolaridad e inversión UrbPIB
5 Ai-Ying et al. (2011) 1978-2009 China Series de tiempo, VAR,
Causalidad de Granger Urbanization y PIB PIBUrb
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La urbanización y el crecimiento económico están es-
trechamente entrelazados, si bien la urbanización per se no causa
crecimiento, el crecimiento económico sostenido no ocurre sin ur-
banización (Henderson, 2003). Esta teoría supone que las primeras
etapas de crecimiento vienen acompañadas del aumento de la
población urbana, pero a largo plazo puede que la urbanización sea
la causante de mayor crecimiento económico. A continuación, se
especifica formalmente lo anterior:
U r b =f(LP I B )) (1)
Donde Urb es la tasa de crecimiento de urbanización y LPIB
es el logaritmo del PIB. Con el fin de observar si hay vínculos
causales y una relación de largo plazo entre las variables de la fun-
ción planteada anteriormente, se plantío un modelo autoregresivo
de retardos (ARDL) y se verificó la existencia de vectores de cointe-
gración. En este modelo, todas las variables son endógenas y cada
variable está en función de sus propios rezagos y los rezagos de las
otras variables de la función. La longitud del rezago fue determi-
nada con el criterio de información de Akaike (1974). Asimismo, se
considera el orden de integración de las variables mediante el test
de Dickey y Fuller (1979) con el cual se determinó que todas las
variables tienen un orden de integración I (1).
Pesaran et al. (2001) han propuesto un nuevo enfoque para
examinar la existencia de una relación de largo plazo en niveles en-
tre una variable dependiente y un conjunto de variables independi-
entes, cuando no se conoce con certeza el orden de integración de
las variables regresoras. Los estadísticos subyacentes a este desar-
rollo son el F y el t usados para observar la significatividad de las
variables rezagadas en niveles en una ecuación de corrección de er-
rores. Estos muestran que las distribuciones asintóticas de ambos
estadísticos son no estándar bajo la hipótesis nula de que no existe
una relación en niveles entre las variables incluidas independiente-
mente de si las variables regresoras tiene orden de integración I (0)
o I (1).
Los autores proveen dos conjuntos de valores críticos asintóti-
cos para los casos polares: el primero asume que todas las variables
son integradas en I (1), mientras que el segundo supone que todas
son integradas en I (0). De este modo quedan delimitadas para
cualquier clasificación, todas las posibilidades a partir de la com-
binación de esos valores límites. Si el estadístico computado cae
fuera de la zona delimitada por aquellos valores, entonces se puede
extraer una inferencia conclusiva sobre la relación de largo plazo
independientemente si las regresoras son I (0), I (1) o mutuamente
cointegrados. No obstante, si el estadístico cae dentro del área de-
limitada, la inferencia sería inconclusa y se necesitaría conocer el
orden de integración de las represoras. La ecuación para estimar el
modelo ARDL es la siguiente:
U r bt=α0+α1P I B1t+dummy9 6 +ε1t(2)
U r bt=α0+α1
n
Õ
i=1
U r b1t1+α1
n
Õ
i=1
P I B1t1+ε1t(3)
P I Bt=α3+α4
n
Õ
i=1
U r b1t1+α5
n
Õ
i=1
P I B1t1+ε2t(4)
Donde """ denota la primera diferencia. La estimación del mod-
elo de corrección de errores (VEC) para las ecuaciones (3) y (4) re-
quieren la adición del término de error rezagado como una variable
independiente. Si el coeficiente que acompaña a este término es
significativo, se puede concluir que hay una relación o equilibrio a
corto plazo entre las variables. La ecuación por estimar para el mod-
elo VEC es la siguiente:
U r bt=α0+α1
n
Õ
i=1
U r b1t1+α2
n
Õ
i=1
P I B1t1+α2
n
Õ
i=1
ε1t1+µ1t
(5)
P I Bt=α4+α5
n
Õ
i=1
U r b1t1+α6
n
Õ
i=1
P I B1t1+α7
n
Õ
i=1
ε1t1+µ2t
(6)
4|DISCUSIÓN Y RESULTADOS
En esta sección se muestran los resultados del test de Dickey y
Fuller (1979). Los resultados muestran que sólo la tasa de crec-
imiento de la población urbana en niveles es estacionaria, y el efecto
tendencial se elimina al obtener la primera diferencia de la variable.
Ello permite minimizar la posibilidad de realizar inferencias estadís-
ticas equivocadas (Maddala y King, 1998). La Tabla 3 resume los
resultados de esta prueba.
Tabla 3. Resultados del test de ADF.
Niveles 1era diferencia I(q)
Valor calculado Valor critico Valor calculado Valor cítrico
1% 5% 10% 1% 5% 10%
Tasa Urb 0.130 -3.574 -2.927 -2.598 -5.805 -3.574 -2.927 -2.598 1
Tasa PIB -4.899 -3.574 -2.927 -2.598
Luego de verificar que las series son no estacionarias en
primeras diferencias, se realizó el modelo de retardo distributivo
autorregresivo también conocido como el enfoque de prueba de
límites ARDL para la cointegración realizada por Pesaran et al.
(2001) para verificar la relación de largo plazo entre las variables
de estudio. La longitud del rezago (de orden 2) fue determinado
con el mediante el criterio de Akaike (1974). La Tabla 4 resume los
resultados de la prueba. La hipótesis nula es la no existencia de una
relación entre las variables a largo plazo. El estadístico F es 28.78
un valor mayor que los valores críticos de orden de integración I (1).
Por lo tanto, se rechaza la hipótesis y se concluye que hay un equi-
librio o relación a largo plazo entre la urbanización y el crecimiento
económico de Ecuador en el periodo 1961-2015. Después de re-
alizar el modelo ARDL estimé el modelo de vectores de corrección
del error (VEC) para examinar si existe una relación a corto plazo
entre las variables de estudio. Los resultados indican la existencia
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de una relación a corto plazo entre la urbanización y el crecimiento
económico.
Los resultados obtenidos de la prueba de cointegración son
similares a los encontrados por Galindo et al. (2004) en México, en
el que concluyen que existe una relación estable de largo plazo y
positiva entre el producto, la inversión y un índice de urbanización.
Así mismo, concuerdan con los resultados encontrados por Torres
y Eljaiek (2012) en Colombia en el que demuestran la existencia de
una relación estable a largo plazo entre la urbanización y el crec-
imiento económico. Por otro lado, en cuanto a los resultados de una
relación a corto plazo concuerdan con los demostrados por Liu et al.
(2011) en el que, utilizando la teoría de la cointegración, los mod-
elos de corrección de errores realizan una investigación empírica
sobre la relación entre urbanización y PIB en China en el periodo
1978-2009 concluyen que existe un equilibrio a corto plazo entre la
urbanización y el crecimiento económico. Cada incremento del 1%
de la urbanización puede hacer un incremento de 4.82% del PIB. Se
debe tener en cuenta que, aunque Ecuador a diferencia de México,
Colombia y China tiene niveles de producción muy inferiores, con
tasas de crecimiento relativamente prudentes, así como un modelo
económico basado en la extracción de recursos naturales y activi-
dades relacionadas con la agricultura, el proceso de urbanización y
crecimiento económico, siguen un comportamiento parecido.
Sin embargo, aunque los resultados son similares a los encon-
trados en otros países, no se puede afirmar que en Ecuador la urban-
ización ha generado externalidades positivas, así como lo predice
Henderson (2003, 2005, 2010). En este contexto, Carrión (1986)
afirma que desde años anteriores la urbanización en Ecuador sigue
un comportamiento diferente a los demás países de la región y el
mundo, pues aun cuando la evolución de la población urbana está
relacionada con las fluctuaciones del crecimiento económico del
país, al tener un modelo agro-exportador, la actividad económica
se ha visto limitada por la venta de petróleo. Es así que, dado el
agotamiento de los modelos tradicionales de producción, sustenta-
dos en una estructura agraria en descomposición, no se pudo rever-
tir el auge petrolero en beneficio del establecimiento, de un equi-
librio urbano-regional. Por lo tanto, la economía de enclave que
caracteriza a la explotación petrolera, aunada a una serie de fac-
tores político-económicos no permitió la integración efectiva de la
región oriental y la consolidación de una "red urbana" más articu-
lada y homogénea, tal como era de esperarse. Es interesante re-
calcar que el desarrollo alcanzado por las ciudades, en las fases
correspondientes a la producción predominantemente hacendaria
y de plantación, estuviera sustentado por la consolidación de for-
mas productivas principalmente rurales, lo cual comporta, paradóji-
camente, que la urbanización de las ciudades haya estado acom-
pañada por la "ruralización" de la economía, contrariamente a la
fase industrial-petrolera, que es inducida por la distribución del
auge petrolero vía gasto público y concentración industrial en las
ciudades que históricamente fueron formando y concentrando las
condiciones generales de la producción: Quito y Guayaquil, prepon-
derantemente.·Por el contrario, lo que en la actualidad se percibe es
un proceso cada vez más concentrado, que tiende a agudizar los de-
sequilibrios y desigualdades a todo nivel y a consolidar una bicefalia
urbana que, en su interior, también reproduce el mismo esquema
concentrador y excluyente.
Tabla 4. esultados del test de Pesaran/Shin/Smith (2001).
H0: no levels relationship F = 28.78
Accept if Fcritical value for I (0) regressors
Reject if Fcritical value for I (1) regressors
I (0) I(1) I (0) I (1) I (0) I (1) I (0) I (1)
L_1 L_1 L_05 L_05 L_025 L_025 L_01 L_01
4.04 4.78 4.94 5.73 5.77 6.68 6.84 7.84
En este sentido, las planificaciones de los procesos de urban-
ización pueden convertirse en instrumento de política para mejorar
la calidad de vida de la población en la medida que se reconozca a
“la ciudad como núcleo de crecimiento y desarrollo urbano” (Banco
Mundial, 2009). Sarker, Khan y Mannan (2016) sugieren el desar-
rollo de programas de urbanización acelerada diseñados para estim-
ular el crecimiento económico.
Como ya se mencionó anteriormente, la metodología utilizada
posibilita conocer la causalidad de Granger. Se observa la existencia
de causalidad de la urbanización hacia el crecimiento económico en
el periodo de estudio. Algo que se debe resaltar es que a diferencia
de los estudios en otros países, en Ecuador la tasa de urbanización
sigue una tendencia contraria a la que se supone debería tener, pues
los niveles de urbanización en lugar de aumentar han disminuido
en comparación con países como México, Colombia, y China. Aun
así, los resultados de causalidad de este estudio concuerdan con los
encontrados por Galindo et al. (2004) quienes realizaron el mismo
estudio en México en el periodo 1970-2001 y atribuyen a la urban-
ización el crecimiento económico. Por otra parte, en Colombia y
para periodos distintos Martínez y Rodríguez (2014) y Sánchez y El-
jaiek (2012) hallaron vínculos de causalidad de la urbanización hacia
el crecimiento económico. Por último, Liu et al. (2011) encuentran
una relación unidireccional del crecimiento económico hacia la ur-
banización. En este sentido, no se puede afirmar que el aumento
de la urbanización sea beneficioso para países en vías de desarrollo
como Ecuador, un país con escasos niveles de industrialización de-
pendiente de la agricultura.
La urbanización provoca una concentración desigual de la
población y de la producción, pues en Ecuador ciudades como
Guayaquil y Quito tienen altos niveles de industria en comparación
con el resto de ciudades. Se debe tener en cuenta que los altos nive-
les de urbanización generan problemas asociados con la dotación
de servicios, desempleo, e incluso altos niveles de contaminación.
Incluso suena contradictorio que mientras las altas tasas de urban-
ización amenacen el crecimiento económico de los países más po-
bres, otras naciones de ingresos medianos y con poblaciones esta-
bles estarán más preocupadas por el impacto de la migración y la
urbanización, y las más ricas deberán centrarse en las formas de
apoyar a su población envejecida y en descenso. Una de las formas
en las que se puede aprovechar el crecimiento urbano para impulsar
el crecimiento económico, según Garza (1983), es evitar la especu-
lación inmobiliaria, el alza considerable de las rentas urbanas y los
elevados costos per cápita de la inversión pública en infraestructura
y servicios urbanos. Estos gastos constituyen fuertes desviaciones
de la inversión productiva que pueden llegar a ser elementos ex-
plicativos de la falta de competitividad de la industria nacional en el
comercio exterior. Esto a su vez, contribuye a agravar el desequilib-
rio del sector externo que frena la expansión del aparato productivo.
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5|CONCLUSIONES E IMPLICA-
CIONES DE POLÍTICA
Este articulo examinó el vínculo entre la urbanización y el crec-
imiento económico de Ecuador utilizando series de tiempo del pe-
riodo 1961-2016. Los resultados muestran una relación de corto
y largo plazo entre la urbanización y el crecimiento económico. Se
observa que el proceso de urbanización tiene un efecto positivo so-
bre el producto, aunque los altos niveles de urbanización se concen-
tren en pocas ciudades. La prueba de causalidad de Engle y Granger
(1970) mostró que es la urbanización la que influye o provoca el crec-
imiento económico en Ecuador, al menos en el periodo de estudio.
Conforme a lo visto en la revisión de la bibliografía, teórica y em-
píricamente se muestra que la urbanización estimula el crecimiento
y viceversa. Por lo tanto, se acepta la hipótesis planteada en este
trabajo. Una alternativa es utilizar el índice de primacía y observar si
la urbanización realmente propicia el crecimiento económico a nivel
nacional o solo en las ciudades con mayor población urbana. Otra
alternativa es realizar el estudio comparando países en vías de desar-
rollo dependientes de los recursos naturales y países desarrollados.
Esto permitirá evitar el error de considerar que todas las economías
siguen el mismo patrón de crecimiento de la población urbana (Frick
y Rodríguez, 2017). Se requiere que las estrategias y objetivos de
los planes sectoriales consideren la función activa del crecimiento
urbano en el desarrollo económico (Garza, 1983).
Según Anthony (2014), Garza, (1983) las implicaciones de
política sugieren aumentar los niveles de capital e inversión (gasto
público en carreteras, mejores escuelas, centros de salud, hospitales,
entre otros) en las ciudades con mayor población urbana para que
se conviertan en centros industriales generadores de crecimiento
económico. Por otro lado, Sarker et al. (2016) consideran que los
gobiernos deben implementar políticas para garantizar que los ben-
eficios del crecimiento urbano se compartan de manera equitativa
y sostenible. La sostenibilidad requiere más información sobre
saneamiento, energía, transporte e información. La urbanización
sostenible exitosa requiere gobiernos competentes, receptivos y re-
sponsables, con gestión de ciudades y expansión urbana. También
requiere el uso de tecnologías de información y comunicación para
una prestación de servicios más eficientes. Se sugiere que la evalu-
ación de la urbanización se puede mejorar a partir de los siguientes
dos aspectos. En primer lugar, se pueden analizar las condiciones
avanzadas de la urbanización, como el número de empleos no agrí-
colas, el nivel de infraestructura y la capacidad de suministro de los
servicios públicos. En segundo lugar, los efectos directos de la ur-
banización deben evaluarse exhaustivamente, incluida la sostenibil-
idad económica, social y ambiental. Los países en vías de desarrollo
deberían centrarse en la creación de capacidades institucionales y
la aplicación de enfoques integrados. Al mismo tiempo, al diseñar
políticas y reformas urbanas.
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