Vol.9-N°2, Julio - Diciembre 2021
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
1|INTRODUCCIÓN
El constante incremento de la desigualdad puede llevar a todo tipo
de catástrofes políticas, económicas y sociales. El informe de de-
sigualdad global 2018 (Alvaredo, Chancel, Piketty, Sáez y Zucman,
2018) indica que la desigualdad económica es un hecho general-
izado que ha aumentado desde los años 1980, especialmente en
Norteamérica, China, India y Rusia. En las últimas décadas la de-
sigualdad de ingresos se ha incrementado en prácticamente todos
los países, aunque a ritmos diferentes, siendo las instituciones gu-
bernamentales y las políticas que se realizan decisivas para influir
en la desigualdad, en especial en los países en desarrollo. La de-
sigualdad de ingresos como el desempleo son factores que afectan
a la población de forma general tanto económica como socialmente.
Según la estimación reciente de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la tasa de desempleo mundial experimentaría un leve
descenso hasta el 5,5% en 2018 (desde el 5,6% en 2017), mar-
cando un giro tras tres años de ascenso de las tasas. Para 2019, la
tasa de desempleo mundial seguiría prácticamente sin cambios, y se
proyecta que el número de desempleados aumente en 1,3 millones.
En los últimos años, se han publicado varios estudios cuanti-
tativos utilizando datos de panel que examinan los factores que in-
fluyen en la desigualdad de ingresos (Mocan 2014; Mehic, 2018).
Jäntti y Jenkins (2009) analizan la relación entre los factores macroe-
conómicos y la distribución del ingreso usando datos sobre el in-
greso familiar disponible equivalente del Reino Unido para 1961-
1999. Los resultados sugieren que, el desempleo al igual que la
inflación disminuyen la desigualdad de ingresos. Otros estudios
que incluyen variables diferentes al desempleo, como el de Albanesi
(2006) verifican para los países de la OCDE durante el período 1966-
1990 que, la inflación se relaciona positivamente con la desigualdad
de ingresos. Por otro lado, Menna y Tirelli (2017) mostraron que una
combinación de mayor inflación y menores impuestos a la renta re-
duce la desigualdad de Estados Unidos.
El objetivo de esta investigación es examinar el impacto del
desempleo sobre la desigualad de ingresos a nivel mundial y por
grupos de países de acuerdo con su nivel de ingresos. Esta investi-
gación contribuye a la literatura existente que relaciona el desem-
pleo con la desigualdad de ingresos, dado que no existen teorías
especificas ni modelos econométricos que estudien la relación de
las variables antes mencionadas. Se utiliza un panel dinámico de 92
países en el período 1980-2016 y se agrupan los países de ingre-
sos extremadamente altos (PIEA), altos (PIA), medios altos (PIMA),
medios bajos (PIMB), bajos (PIB) y extremadamente bajos (PIEB). El
modelo utilizado para estimar el impacto del desempleo sobre la
desigualdad de ingresos es una regresión simple, y cointegración
de Pedroni (1999) y el modelo de Westerlund (2007) para determi-
nar la existencia de equilibrio a largo y corto plazo respectivamente.
Se utilizan los modelos de Mínimos Cuadrados Ordinarios Dinámi-
cos (DOLS) y de Panel Dinámico con Mínimos Cuadrados Ordinarios
(PDOLS) formalizaos por Pedroni (2001,2003) que miden la fuerza
del vector de cointegración de las variables para cada país y para
los grupos de países respectivamente; y se verifica la existencia de
relación causal del tipo Granger propuesta por Dumitrescu y Hurlin
(2012). Los resultados indican la existencia de equilibrio a largo en-
tre las dos variables a nivel global y por grupo de países, también
existe equilibrio en el corto plazo a nivel global, y en todos los gru-
pos de países excepto en los PIEA y los PIMA. Los resultados de
la prueba de causalidad muestran la existencia de causalidad unidi-
reccional en los PIA que va desde el desempleo a la desigualdad de
ingresos y causalidad bidireccional en los PIB entre las variables de
estudio.
El documento se divide de la siguiente forma: una revisión de
investigaciones previas sobre el tema se proporciona en la segunda
sección. En la tercera sección, presentamos los datos y la estrategia
econométrica. En la cuarta sección discutimos los resultados encon-
trados y, las conclusiones se extraen en la quinta sección.
2|REVISIÓN DE LITERATURA
John Maynard Keynes, uno de los economistas más influyentes en
la historia del pensamiento económico en su libro más importante
“La teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero, publicado
en 1936”, popularizó la idea de que el consumo es el motor de la
economía. De acuerdo con esta premisa, la “inversión” depende de
la iniciativa privada, mientras que el “consumo”, de los consumidores
y del Gobierno. Para Keynes, las crisis surgen cuando los inversion-
istas bajan su nivel de inversión, lo cual lleva a un aumento en el
desempleo y como resultado el nivel de consumo disminuye. Dicha
disminución del consumo lleva a una consecuente disminución del
ingreso y a más desempleo. Para sacar a la economía de crisis, el Go-
bierno debe ser un participante activo en la economía del país, esta-
bilizando el consumo a través del gasto público. Además, en contra
de los autores "clásicos", Keynes propuso redistribuir parte del in-
greso de los ricos entre los pobres, porque un aumento del consumo
elevaba la producción e impulsaba el crecimiento económico; es de-
cir, una mayor distribución del ingreso lleva a un mayor crecimiento
(Keynes y Hornedo, 1951). La evidencia empírica que verifica el im-
pacto del desempleo en la desigualdad de ingresos se divide en 2
grupos. En el primero se presentan estudios que relacionan el de-
sempleo y la desigualdad y en el segundo se muestran los estudios
que analizan el efecto de variables diferentes al desempleo sobre la
desigualdad de ingresos.
En el primer grupo de investigaciones, se encuentran estudios
(Tamai, 2009; Sheng, 2011; Cysne y Turchick, 2012; Mocan 2014;
Costantini y Paradiso, 2018; González y Menendez, 2016; Fosu,
2016) que han encontrado evidencia del impacto positivo del de-
sempleo sobre la desigualdad de ingresos. Además, Galbraith et al.,
(1999) señalan que la desigualdad y el desempleo están relaciona-
dos positivamente en todo el continente europeo. Esto contradice
la opinión, a menudo repetida, de que el desempleo en Europa se
puede atribuir a estructuras salariales rígidas, salarios mínimos ele-
vados y sistemas de bienestar social generosos. Ellos recalcan que,
los países que poseen la baja desigualdad de tales sistemas pro-
ducen menos desempleo que aquellos que no lo hacen. Los estudios
realizados por Fournier y Koske (2013), Quintana y Royuela (2012),
Gupta y Dutta (2011), Galbraith (2009) y Jäntti y Jenkins (2009),
señalan que el impacto del desempleo sobre la desigualdad de in-
gresos es negativo. Rice y Lozada (1983) indican que los aumentos
en la tasa de desempleo tienden a aumentar el alcance de la de-
sigualdad del ingreso y que la inflación tiende a reducir el alcance
de dicha desigualdad. Un resultado importante es el aportado por
Aaberge et al., (2002) quienes en su estudio realizado en Dinamarca,
Finlandia, Noruega y Suecia a fines de los años ochenta y principios
de los noventa, encontraron que el desempleo aumentó dramática-
mente en los cuatro países. Una medida estándar de desigualdad,
el coeficiente de Gini, fue sorprendentemente estable en todos los
países durante este período. Uren (2018) establece que el desem-
pleo trae consigo beneficios para la disminución de la desigualdad,
tales como proporcionar seguro a los trabajadores en caso de pér-
dida de empleo y redistribuir la riqueza de las personas con más, a
las que tienen menos oportunidades económicas.
Variables diferentes del desempleo que influyen positivamente
en la desigualdad son el crecimiento económico. Así lo demues-
tran Yang y Greaney (2017) y Rubin y Segal (2015). Por otro lado,
Bernardo y D’Alessandro (2016) encontraron que la inversión baja
en carbono y el crecimiento aumentan la desigualdad de ingresos.
Además, Meschi y Vivarelli (2009) sugieren que el comercio con
países de altos ingresos empeora la distribución del ingreso en los
países en desarrollo, a través de las importaciones y las exporta-
ciones.
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