Ochoa D., Armas R., & Pereira C.
Vol.10-N°1, Enero - Junio 2022
p-ISSN:2602-8204 | e-ISSN 2737-6257
1 | INTRODUCCIÓN
Un entorno internacional cada vez más dinámico y competiti-
vo, junto a mayores procesos de liberalización comercial y de globali-
zación de mercados, exige que aspectos como la causa de industria-
lización y el nivel de productividad en una economía sean asumidos
como un eje de la política de desarrollo de todo país, y aún más,
como un factor indispensable en la efectiva transición de una eco-
nomía en vías de desarrollo, hacia una economía generadora de alto
valor agregado. Esto, en cuanto, un nivel de industrialización eleva-
do propicia un cambio estructural de la economía, sustentado en la
transformación desde la producción de bienes primarios a bienes
secundarios.
Un factor clave dentro del nivel de crecimiento en un país, es
el sector manufacturero, cuyo crecimiento, según manifiesta Kaldor
(1966), a más de aumentar la tasa de crecimiento de la productividad
del propio sector manufacturero, indirectamente tenderá a aumen-
tar la tasa de crecimiento en otros sectores. Por su parte, para el ca-
so económico de la India, Dagsgupta y Singh (2006) encuentran que
inclusive dentro de la era digital o informática, el sector manufactu-
rero aún se constituye como el motor de crecimiento económico,
pudiendo ser una excepción el sector de tecnologías de la informa-
ción y comunicación.
En el caso ecuatoriano, el sector manufacturero aún no pre-
senta un desarrollo significativo; representa el 20.8 % del total de
producción del país, mientras el sector servicios y el sector primario
representan el 64.2 % y el 14.9 % respectivamente. Si bien es cier-
to, en términos sociales se habían tenido avances sustanciales hasta
2016, dicho cambio no vino acompañado de importantes transfor-
maciones y mejoras en el ámbito productivo. La tasa de crecimiento
del sector industrial, durante el periodo 2007 - 2020 fue del 1.5 %
mientras el sector de servicios y primarios crecieron al 3 % y 2.7 %
respectivamente. Por otro lado, al considerar que el sector manu-
facturero es la base del desarrollo al ser el encargado de liderar el
crecimiento sectorial y de la productividad del trabajo, y el sector
primario un componente complementario de su dinámica de desa-
rrollo, para Ochoa-Jiménez et al. (2011); Alvarado e Iglesias (2017),
en Ecuador sucede justamente lo contrario, el sector primario a tra-
vés de las exportaciones, determina la trayectoria de crecimiento y
el sector manufacturero complementa dicho crecimiento. Esta dife-
rencia ha traído varias consecuencias, como el hecho de que nuestro
país sea demasiado dependiente del comercio internacional y no le
sea posible afianzar un mercado interno fuerte que le permita ami-
norar los efectos de choques externos (precios en commodities).
En cuanto a las industrias manufactureras clasificadas dentro
de bienes de consumo, ésta participaba en 1999 con el 42 % del
producto manufacturero, los bienes intermedios 47 % y los bienes
de capital con el restante 10 %; mientras tanto, para el 2020 los
porcentajes fueron de 51 %, 39 % y 10 %, con lo que se denota que
los bienes de capital ganaron participación hasta el año 2014, para
luego volver a descender a niveles registrados a principio del siglo
XXI.
Dado que Ecuador busca alcanzar un modelo que privilegie
una producción diversificada y de mayor valor agregado y dejar de
lado un modelo primario exportador y extractivista, es importante
analizar el rol y la influencia del sector manufacturero en el resto de
la economía y como mediante este sector se puede generar un ma-
yor dinamismo en el crecimiento económico del país. Es por ello por
lo que, el presente estudio, estará enfocado a analizar la influencia
de variaciones en el crecimiento del sector manufacturero sobre los
sectores no manufactureros de la economía ecuatoriana, tomando
como fundamento teórico las tres leyes de crecimiento económico
de Kaldor (1966), para el período 2007 – 2020.
Por tanto, en este documento, se plantea como hipótesis que
las tasas de crecimiento económico están asociadas con tasas de
crecimiento del sector manufacturero, siendo ésta una caracterís-
tica de una fase intermedia del desarrollo de una economía. Para
abordar este tema, el resto de este documento se divide en cua-
tro apartados: inicialmente, se aborda una revisión de literatura pre-
via donde se exponen los fundamentos conceptuales y teóricos que
sustentan las leyes del desarrollo económico de Kaldor, junto con las
modificaciones hechas a las mismas por algunos economistas con-
temporáneos; en el segundo apartado se analiza la información uti-
lizada, se realiza un análisis al sector manufacturero de la economía
y la metodología econométrica utilizada; en el tercer apartado se
examina el cumplimiento de las leyes de Kaldor mediante la aplica-
ción de modelos econométricos de panel usando datos provinciales
para el período de estudio; finalmente, se establecen las conclusio-
nes principales y se proveen algunas recomendaciones de política
pública.
2 | REVISIÓN DE LITERATURA PRE-
VIA: CRECIMIENTO ECONÓMICO
E INDUSTRIA MANUFACTURERA
El crecimiento económico de una nación y los factores inheren-
tes al mismo, han sido objeto de estudio de varios economistas por
muchos años, existiendo así varios aportes teóricos que de alguna
forma han contribuido a esclarecer y comprender mejor cuáles son
las condiciones inherentes al mismo.
Uno de los primeros autores en explicar la importancia que tie-
nen las manufacturas en el logro de dicho crecimiento fue Smith
(1776), quien afirmaba que, con la división del trabajo, especialmen-
te en las actividades manufactureras, se crea el progreso más impor-
tante en las facultades productivas del trabajo, debido a que genera
una mayor especialización en los trabajadores y permite mayor in-
ventiva en favor de los procesos, incrementando la producción por
unidad de trabajo (productividad).
De esta forma, Smith (1776) reconoce la existencia de rendi-
mientos crecientes a escala, por lo que es posible incrementar el
volumen de la producción en una dimensión mayor al aumento de
los insumos, a lo que se añade que no existe posibilidad para este
tipo de rendimiento en otros sectores, mucho menos en el sector
agrícola. Ciertamente, un factor de producción fijo como la tierra
mantendrá rendimientos decrecientes a medida que se incrementa
el trabajo.
Años más tarde Young (1928), recupera la visión del crecimien-
to como un proceso acumulativo que tiene como base los rendimien-
tos crecientes generados en el sector industrial. Young aporta a lo
manifestado por Smith (1776) principalmente: el tener en cuenta
las operaciones realizadas entre industria, concibiendo a estas como
un todo interrelacionado y reinterpreta la relación entre división del
trabajo y tamaño del mercado. Similar pensamiento sería desarrolla-
do luego por economistas como Rosenstein-Rodan (1943), Nurske
(1953), Myrdal (1957) y Prebisch (1959), pioneros en la economía
del desarrollo, quienes establecieron teorías que mantenían un en-
foque céntrico en la industria.
No obstante, la globalización si bien no ha restado potencial
al sector manufacturero en muchos países, ha hecho que haya una
concentración geográfica en determinados países (Harauchi et al.,
2017). A partir de la década de los 90, la aportación del sector ma-
nufacturero al crecimiento del PIB es menor (Szirmai y Verspagen,
2015). También hay que destacar que el aporte de cada rama de la
industria al crecimiento no es igual, siendo las ramas más intensivas
en capital y/o tecnología las que registran mayores contribuciones
al crecimiento de la productividad debido a una mayor tasa de ex-
pansión de la demanda (Fernández y Palazuelos, 2018).
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