Salinas A. & Tillaguango B.
Vol.10-N°1, Enero - Junio 2022
p-ISSN:2602-8204 | e-ISSN 2737-6257
Precisamente, el periodo analizado para esta investigación es entre
1985 y 2015, con una muestra de 100 países a nivel mundial. El crec-
imiento económico varía según el ingreso per cápita de su población,
por lo tanto, varios autores clasifican estos países de acuerdo a su
nivel de ingreso para reducir la heterogeneidad (He, et al., 2017,
Le & Quah, 2018, Wang, Li & Fang, 2018), en este sentido, en la
presente investigación se agruparon los países en seis grupos de
acuerdo a su nivel de ingreso nacional bruto per cápita.
Los países de ingresos extremadamente altos (PIEB) son:
Bangladesh, Benín, Bolivia, Botsuana, Burkina Faso, Cameron,
China, Egipto, Ecuatorial Guinea, Gambia Honduras, India, Kenia,
Madagascar, Mali, Marruecos, Mozambique, Nicaragua, Níger, Nige-
ria, Pakistán, Filipinas, Polonia, Romania, Rwanda, Senegal, Sierra
Leone, Sri Lanka, Sudan, Suazilandia, Tailandia, Togo, Túnez, Uganda,
Uzbekistán, Vietnam, Zambia, Zimbabue cuyo ingreso nacional
bruto per cápita se encuentra hasta los USD 3000; los países
de ingresos bajos (PIB) son: Argelia, Antigua and Barbuda, Beliz,
Bulgaria, Chile, Colombia, Congo, Costa Rica, República Domini-
cana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Irán, Jordán, Corea, Malasia,
Namibia, Panamá, Paraguay, Perú, Sudáfrica, y Turquía cuyo ingreso
nacional bruto per cápita oscila entre USD 3001-7000; los países de
ingresos medios-bajos (PIMB) son Argentina, Barbados, Brasil, Croa-
cia, Chipre, Republica Checa, Hong Kong, Indonesia, México, Omán,
Portugal, Singapur , Surinam, Trinidad y Tobago, Ucrania, y Uruguay
cuyo ingreso nacional bruto per cápita está entre USD 7001-13000;
entre los países de ingresos per cápita medio-altos (PIMA) tenemos:
Las Bahamas, Finlandia, Gabón, Grecia, Irlanda, Italia, Japón, Es-
paña, Venezuela, donde su ingreso oscila entre USD 13001 y 21000;
los países de ingresos altos (PIA) son aquellos en los el PIB per
cápita se encuentra entre USD 21001 y 30000 los cuales son: Aus-
tralia, Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Países Bajos, Nueva Ze-
landa, Reino Unido y los Estados Unidos; y por división de la clasifi-
cación los países de ingresos extremadamente altos (PIEA) lo confor-
man: Canadá, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza, y Emiratos Árabes
Unidos con un ingreso per cápita de más de USD 30001.
Una vez especificado las variables y los grupos de países que se
tomaron para realizar la investigación. La Tabla 1 reporta los estadís-
ticos descriptivos de cada una de las variables. Como se mencionó
anteriormente, la investigación abarca 100 países a nivel mundial,
durante el periodo 1985 al 2015, cabe recalcar que algunos países
fueron omitidos del estudio por la falta de disponibilidad de datos
para las variables utilizadas. Además, la Tabla 2 indica los estadísti-
cos de las variables, como la media, la desviación estándar (a nivel
global, entre y dentro de los países), el valor máximo y mínimo.
Continuando con el análisis de los datos. La Figura 1 muestra
la correlación existente entre la desigualdad por ingresos y el crec-
imiento económico en todos los grupos de países. Los países corre-
spondientes a PIMB y PIA muestran una fuerte correlación positiva
entre las variables antes mencionadas, demostrando que a medida
que el producto interno bruto aumenta también lo hace la desigual-
dad. En cambio, los países pertenecientes a PIB, PIEB, PIMA y PIEA
la Figura 1 indica que a medida que aumenta el producto interno
bruto, la desigualdad se reduce ligeramente.
Asimismo, la Figura 2 muestra que existe una correlación alta
entre el Índice de Gini y la inversión extranjera directa en los PIEA y
PIA, por lo tanto, a medida que la IED aumenta la desigualdad tam-
bién lo hace. Por otra parte, los grupos de países restantes muestran
una ligera relación negativa entre ambas variables, concluyendo que
un incremento de la IED disminuirá la desigualdad levemente.
3.2 | Metodología
En base al objetivo plateado en la investigación, al formular la
estrategia econométrica se considera procedimientos de cointe-
gración de las variables. En este sentido, la estrategia econométrica
de divide en cinco etapas. En la primera etapa se estima un modelo
de Mínimos Cuadrados Ordinarios (OLS) para verificar la relación
entre las variables. En la segunda parte, para determinar si nuestras
variables son estacionarias aplicamos el test de raíz unitaria para
asegurar que las series no tengan un efecto tendencial. Una vez de-
terminada la estacionalidad de las variables, en la tercera etapa se
procede a utilizar técnicas de cointegración para verificar la existen-
cia de equilibrio a largo plazo entre el Índice de Gini, el producto
interno bruto y la IED, mientras que para determinar la existencia
de equilibrio en el corto plazo se lo verifica a partir de un modelo
de corrección de error. En la cuarta parte, para estimar la fuerza del
vector de cointegración utilizamos modelos PDOLS para estimar en
forma individual y modelos DOLS para los grupos de países. Final-
mente, en la quinta etapa estimamos la existencia y dirección de
causalidad tipo Granger.
Como se ha indicado, en la primera etapa se plateo un modelo
básico de regresión con datos de panel, donde la variable dependi-
ente es el Índice de Gini y las variables independientes son los log-
aritmos del producto interno bruto (PIB) y la inversión extranjera
directa (IED). La Ecuación 1 formaliza la relación planteada.
GI N I
i t
=
(
α
0
+ β
0
)
+ γ
1
l P I B
i t
+ γ
2
l I E D
i t
+ ε
i t
(1)
La elección de efectos fijos y aleatorios se determina mediante
el test de Hausman (1978). En la segunda etapa de la estrategia
econométrica, siguiendo a Maddala y Wu (1999), se aplica la prueba
de raíz unitaria mediante los test de Dickey & Fuller Aumentado
(1981) y el test de Phillips & Perron (1988); las cuales son conocidas
en la literatura de datos de panel como ADF y PP respetivamente.
Asimismo, Enders & Sandler (1995) señala que se puede estimar el
orden de integración de las series con tendencia e intercepto a partir
de la Ecuación 2.
Y
t
= α
0
+ λy
t −1
+ α
1
t +
p
Õ
i =2
β
j
y
t −i −1
+ ε
t
(2)
En la Ecuación 2, y
t
es la variable a ser verificada la existencia
de raíz unitaria, α
0
es el intercepto y α
1
captura el efecto tendencial,
t es el tiempo, ε
t
es un ruido gaussiano blanco, y p representa la lon-
gitud del rezago. Si el parámetro α de la Ecuación (1) es significativo,
es posible concluir que todos los paneles contienen raíces unitarias.
El número de rezagos de la serie es determinado mediante al criterio
de información de Akaike (1974). Al mismo tiempo, los resultados
de las pruebas ADF y PP son contrastados con los resultados de las
pruebas propuestas por de Levine, Lin & Chu (2002), Im, Pesaran &
Shin (2003) y Breitung (2001), esto asegura que las series utilizadas
en las estimaciones posteriores no tienen problema de raíz unitaria.
Continuando con la estrategia econométrica, con el fin de determi-
nar la existencia de una relación de equilibrio a largo plazo entre las
variables en la tercera parte usamos la prueba de cointegración de-
sarrollada por Pedroni (1999), en cual puede ser estimado a partir
de la Ecuación 3.
y
i t
= α
i
+
n−1
Õ
j =1
β
i j
X
i t −j
+
n−1
Õ
j =1
ω
1j
y
i t −j
+ π
j
E CT
t −1
+ ε
i t
(3)
En la Ecuación 3, y
i t
representa la variable dependiente del
país i en el tiempo t . El parámetro t representa 1, 2, 3, . . . , N obser-
vaciones. El parámetro α
i
= 1, 2, . .., N es el término constante. Los
parámetros β , ω, π son los estimadores asociados con los regresores,
mientras que E CT
t −1
es el término de corrección de error obtenido
del vector de cointegración y ε
i t
es el término de error aleatorio
estacionario con media cero y j es la longitud del rezago.
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