La universalidad del subsidio al gas de uso doméstico...
Vol.10-N°2, Julio - Diciembre 2022
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
doméstico es en las fronteras de Perú y Colombia; existe un sistema
organizado de contrabando cuya principal facilidad la entrega el Esta-
do ecuatoriano mediante este subsidio. Según Fierro (2012) Ecuador
tiene el mayor nivel de subsidios a los combustibles. En vista del alto
sacrificio fiscal que representa esta subvención, el gobierno anunció
prohibir las importaciones de calefones para que no se desvíe el ob-
jetivo del subsidio. Sin embargo, Albornoz (2009) sostiene que el uso
del gas para calefones apenas representa un 6 % de la distribución to-
tal; o sea, se desvía la atención a un gasto que no es representativo.
Así mismo, como consecuencia de la falta de orientación y con-
cientización sobre esta carga que la asume el Estado, ha sido la li-
mitante para que algunos intentos por eliminar este subsidio hayan
fracasado. Han sido algunos presidentes que han tenido un alto costo
político y se han retractado en sus intentos por eliminar este subsidio.
Los exmandatarios Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón, Jamil Mahuad,
Gustavo Noboa y Lucio Gutiérrez, han tenido que dar marcha atrás,
por la presión ejercida por sectores sociales direccionado por lideres
que los direccionan. Indudablemente en el tema subsidios es suma-
mente fácil ofrecerlos en campaña y crearlos, lo difícil es quitarlos.
Sin embargo, las propuestas anteriores por quitar el subsidio,
estaban destinadas al fracaso, porque no reúnen ninguna de las ca-
racterísticas señaladas, así tenemos que el subsidio se lo mantiene
desde la década del 70, lo cual en vez de ser un subsidio transitorio,
se ha vuelto constante, tampoco reúne la características de focali-
zado, como ya lo demostramos en los resultados obtenidos, de este
subsidio se aprovecha las clases más pudientes, y finalmente de nin-
guna manera ha sido económicamente factible, porque nuestro país
en los periodos de carencia, ha tenido que subvencionarlo. Por últi-
mo, porque junto a ellas no se tomó en cuenta, el posible cambio en
la matriz energética y el cambio tecnológico para el uso de las cocinas
de inducción, que vayan de la mano con decisiones en base a criterios
administrativos y técnicos sustentables que prevalezca el interés de
toda la sociedad en su conjunto.
Se corrobora entonces que para que sea viable esta propuesta,
es necesaria la eliminación progresiva para llegar a la focalización. La
Figura 2, nos muestra esta preocupante diferencia y la injusta distri-
bución que se da en el beneficio del subsidio, pues de los 768,660
millones, solamente 169,105 millones benefician a casi la mitad de la
población, mientras que los 599,554 millones se van a los sectores
más beneficiados como ya se lo ha demostrado. En tal situación “Si el
Gobierno en realidad quisiera focalizar el subsidio lo eliminaría para
todos y esos 15 dólares del costo real de importación de cada cilindro
lo agregaría al Bono de desarrollo humano, para que así sólo llegue a
los pobres” (citado en Regional Zamora, 2011).
Resulta evidente que la propuesta de focalización, en primer lu-
gar, busca que mantenga el subsidio a los sectores más vulnerables,
esto es a las familias ubicadas en el primer y segundo quintil de la
población y también que el gran porcentaje del beneficio representa-
do en la Figura 4, esto es los 599´554 millones, tengan que dirigirse
a través de incentivos o programas, para el crecimiento y desarrollo
específicamente a estos sectores.
Quizá uno de los casos más emblemáticos en la experiencia en
la eliminación de subsidios y con mayor éxito, ha sido el caso de Irán,
al implementar una política pública con una excelente planificación y
una difusión apoyada por políticos, academia y por supuesto con el
compromiso de lideres sociales, conscientes de las necesidades de su
pueblo, pese a que la economía de este país ha Estado basada en las
actividades petroleras.
En esta experiencia, Espinoza Guayanlema (2017), menciona
que para el año 2009, los subsidios representaban el 20 % del PIB na-
cional. Razón por la cual, se convirtió en el país con mayor cantidad
de subsidios energéticos a nivel mundial. A causa de los bajos precios
en los combustibles, el consumo incrementó rápidamente, originando
también problemas de congestión vehicular, fugas por frontera y prin-
cipalmente, altos niveles de contaminación que afectaban la salud de
la población. Esta situación presionó al gobierno a buscar alternativas
para remover los subsidios.
La experiencia anterior concuerda plenamente con la necesa-
ria focalización, es decir, la eliminación tendría que darse mediante
un incremento gradual de precios con un plan bien estructurado re-
duciendo las posibilidades del rechazo social y no como se lo había
planteado en nuestro país que lamentablemente se ha pretendido ha-
cerla sin planificación y de una sola vez, en el caso de Irán, se plantea-
ron reemplazar los subsidios por nuevas transferencias monetarias y
programas gubernamentales en beneficio de la población.
La distribución de beneficios consideró repartir 50 % de los re-
cursos liberados a las transferencias monetarias para toda la pobla-
ción; 30 % se destinó para las compañías del sector privado para que
pudieran ajustarse a los nuevos precios de los energéticos e incre-
mentar la eficiencia energética; y, finalmente, se destinó el 20 % res-
tante para el gasto gubernamental (CIDAC, 2015).
Apoyados en los datos del presente estudio, tenemos que el
49 % de los ecuatorianos se ubican en los quintiles 1 y 2, esto repre-
senta en la actualidad y mediante la proyección realizada, tenemos
que 18’010.326 seguirían manteniendo el beneficio del subsidio al
GLP durante el presente año.
Es importante recalcar que, subsidiar a los segmentos ubicados
en el tercer, cuarto y quinto quintil, es un desperdicio de recursos
dado que representa una parte de la sociedad que no lo necesita y
resulta una carga en el presupuesto nacional, esta desigualdad tie-
ne que desaparecer a través de estrategias y políticas que busquen
equidad y mejorar el bienestar de toda la sociedad en su conjunto.
El número de posibles beneficiados está planteado y también el
beneficio porcentual y el egreso que le representa al país. Mientras se
mantenga el subsidio a toda la población, será más difícil de acceder a
la utilización de fuentes alternativas de energía, porque más del 90 %
de los ecuatorianos lo utilizan al GLP para cocinar, hay que considerar
de muchos hogares también lo utilizan como insumo para sus peque-
ñas empresas y esto no deja de ser importante en el crecimiento de
este sector.
Coincide el presente trabajo de investigación, con la investiga-
ción realizada por el diario El Universo en un estudio realizado en mar-
zo del 2015, en donde asegura que el 20 % de la población más rica
consume el 50 % de los combustibles (gasolina, diésel y gas), mien-
tras que el 20 % más pobre consume solo el 7 % de los combustibles.
El cilindro de Gas Licuado de Petróleo para uso doméstico de 15 kg
a nivel internacional tiene un costo de 16,50 dólares y el precio en
Ecuador es de 1,60 dólares. Perú, país vecino de Ecuador, lo vende a
12 dólares, y en Colombia se comercializa a 15 dólares. En realidad,
esta acentuada diferencia es el principal motivo para que el contra-
bando prolifere en perjuicio de la mayoría. En Ecuador, entre los años
2007 al 2013 el monto de las pérdidas en millones de dólares fue de
3 736 en GLP, de 5 054 en diésel y de 2 519 en gasolina de alto
octanaje, para un total de 11 309 millones de dólares.
Para finalizar y sin desconocer, es indudable que el subsidio be-
neficia a los hogares más pobres, pero, universalizar esto, resulta so-
cialmente regresivo, principalmente porque se convierte en una car-
ga para el Estado al beneficiar en mayor proporción a las clases pu-
dientes, en este sentido Proaño, (2018) refiriéndose al subsidios a los
combustibles; Es regresivo porque el volumen mayor del subsidio lo
reciben las personas de más altos ingresos, que poseen autos de alta
gama tanto en precio como en cilindraje del motor, por ello se está
beneficiando el 81,4 % de la clase media y alta con el subsidio, es ob-
vio visibilizar esto, un auto de alto por lo general de alta gama con un
cilindraje de 3.500 cm3, por ejemplo, consume más del doble de com-
bustible que un auto estándar de 1.500 cm3, por tanto aun cuando
los dos propietarios adquieren al mismo valor cada galón de gasolina,
sin embargo el que posee un vehículo de gama alta recibe más del
doble del subsidio que el de gama baja, por tanto el gobierno habría
terminado ayudando más a quien más dinero posee, este principio se
denomina regresivo, quien más gana o tiene, menos paga.
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