Incidencia de las TIC sobre la expansión económica en Ecuador...
Vol.10-N°2, Julio - Diciembre 2022
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
plazo, ya que una persona preparada es competitiva. Esto fortalece-
rá las inversiones en las regiones que cuenten con la mano de obra
calificada que las empresas nacionales e internacionales requieren
para realizar sus procesos productivos. Incluso, se debe tomar en
cuenta que otro de los beneficios de un capital humano calificado
es su aporte a la seguridad social que a futuro le garantizará una
gran calidad de vida.
Asimismo, Bresnahan, Timothy, Brynjolfsson y Hitt (2019) y
Skorupinska, Torrent-Sellens (2020), Mora-Rivera García (2021) y
Kumar, Stauvermann y Samitas (2019) encuentran un mayor apor-
te de las TIC en el crecimiento económico gracias al potenciamien-
to del capital humano, puesto que cuando las personas adquieren
nuevos conocimientos y habilidades tecnológicas, aportan a la agi-
lización de los procesos, ya que el valor de sofisticación de una in-
dustria está fuertemente relacionado con el talento (Bustos Yıldırım,
2020), calidad institucional y políticas (Yrigoyen, 2020).
El acceso a los celulares es un factor indispensable dentro de
la alfabetización, y viceversa, tal como lo indican Qin (2021) y Sar
Misra (2020), lo que a futuro ayuda enormemente empleabilidad.
Por ello, destacamos la importancia de asignar recursos a la alfa-
betización a través del acceso a las TIC. Por otro lado, también es
importante considerar los efectos adversos del fortalecimiento del
capital humano, como la brecha laboral entre los más formados y
los menos formados, la cual resulta negativa en el crecimiento eco-
nómico. Coincidiendo con Giuri, Torrisi y Zinovyeva (2020) y Bhag-
wati (2019), quienes en sus investigaciones muestran una relación
negativa entre el crecimiento económico y el capital humano, pues
los incrementos retributivos por el alto nivel de formación provocan
tensiones inflacionistas y aumenta la desigualdad.
En el caso de la edad, esta tiene una relación negativa y signi-
ficativa sobre el crecimiento económico, dando a entender que los
aumentos de esta característica no representan incrementos en la
producción, haciendo mención a los rendimientos decrecientes que
poseen las mismas. Al respecto Xueliang (2020) y Nadezda (2020)
en sus investigaciones apuntan que existe una brecha laboral entre
los mayores y jóvenes, debido a la productividad y a causas de el
débil desarrollo de la autoeficacia en el acceso y uso de las TIC y
en la restauración de las necesidades motivacionales y conductua-
les de los jóvenes. Además, el bajo nivel ingresos, limita el acceso a
la información y las oportunidades. A pesar de que los jóvenes tie-
nen el desafío de ser promotores y conductores de un proceso de
desarrollo económico y social que permita, a la vez, reducir la pobre-
za y los abismantes índices de desigualdad social y económica, que
atentan contra la estabilidad económica y la convivencia; promover
un crecimiento económico basado en fundamentos sustentables a
corto y largo plazo, y competitivos, y mejorar la calidad de vida; sus
niveles de educación son muy bajos y no están familiarizados con
las nuevas tecnologías de producción, comunicación, manejo y pro-
cesamiento de información, lo cual dificulta su desarrollo cognitivo
y personal.
Mientras que la población envejecida sí influye de manera posi-
tiva y significativa en el crecimiento económico. Este resultado impli-
ca que el aumento de esta característica representa incrementos en
la producción. Además, el aporte del acceso a los celulares, hace que
su rol sea mayor. A similares conclusiones llegaron Bloom, Canning
y Fink (2020) y Khan, Mafizur y Khanam (2020) quienes señalan que
en este grupo etario hay un capital creciente en el proceso de forma-
ción en la economía. Debido a que tienen niveles de educación más
altos; están mucho más familiarizados con las nuevas tecnologías
de producción, comunicación, manejo y procesamiento de informa-
ción, cuyo conocimiento y uso son claves para el desempeño futuro;
han experimentado el ritmo incesante del cambio, lo que permitirá
que puedan enfrentar las transformaciones futuras con mayor flexi-
bilidad y rapidez y se desenvolverán en un escenario demográfico
más holgado.
Asimismo, Leea, Songa y Kwakb (2020) afirman que dicho im-
pacto es aún más significativo, cuando esa fuerza laboral mayor se
ubica en industrias con una gran proporción de uso de TIC. En ese
sentido, Belyakov, Kurbatskiy y Prettner (2020) alegan que la longe-
vidad aumenta los ahorros y reduce el consumo de las personas, lo
que provoca una disminución en la tasa de interés. Asimismo, Ace-
moglu Restrepo (2019), Leea Shinb (2019) y Bloom, Canning y Fink
(2020) fundamentan que cuando el envejecimiento es más rápido, la
economía y la población en edad de trabajar crece más rápidamente
debido a la adopción más rápida de tecnologías de automatización,
el aumento de la población femenina, de la edad legal de jubilación
y la disminución de la tasa de fertilidad. Esto hace que las relaciones
entre la población activa y la población envejecida aumente, ya que
la proporción cada vez menor de jóvenes compensa con creces la
inclinación de los adultos hacia las edades más avanzadas.
La etnia del trabajador también influye positiva y significativa-
mente en el crecimiento económico. Este hallazgo concuerda con
el planteamiento de Goren (2020), quien indica que en muchos ám-
bitos la etnia produce efectos directos positivos en el crecimiento
económico, gracias a las sólidas redes étnicas y culturales que han
fomentado, habilidades laborales variadas, tendencias de consumo
y diversidad de producción empresarial. Esto es impulsado por el
comercio internacional y las altas tasas netas de fecundidad de este
grupo étnico. Sin embargo, autores como Easterly y Levine (2019),
García-Montalvo y Reynal-Querol (2020) y Annett (2019) afirman
esta parte de la población inhibe el crecimiento económico. La cul-
tura mestiza es importante dentro de la formación de una identidad
y del fortalecimiento de la economía del país, ya que su visión de
unión de la sociedad como un todo, ha aportado significativamente
en los diferentes procesos sociales, políticos y económicos del país.
El sector donde laboran las personas influye significativamente
en la producción total, y es negativo para el sector público. Debido
a que la productividad del sector público es menor que la del sec-
tor privado, a pesar de que en el sector público gozan de una prima
salarial mayor y además los trabajadores están más satisfechos con
la seguridad laboral que les proporciona este sector. En relación al
componente discriminatorio, este estaría relacionado con el com-
portamiento por parte del Estado, que concentra un mayor número
trabajadores en el sector público, con una prima salarial mayor pe-
se a un nivel de productividad bajo, que no compensa esta prima.
Estos resultados son consistentes con los resultados obtenidos por
Goren (2020) quien sostiene que las personas más talentosas par-
ticipan en ocupaciones de búsqueda de rentas, debido a la falta de
protección de los derechos de propiedad.
Implica que este sector redistribuye la riqueza, pero no crea
una nueva. En ese sentido, Mushtaq y Bruneau (2019), Gaudio, Por-
zio, Sampagnaro y Verdoliva (2020), Shahena, Kotania, Kakinakae y
Managi (2020) y Erlando, Riyanto y Masakazu (2020) indican que los
instrumentos TIC, en el marco de la inclusión financiera, en este sec-
tor, no aumentan el crecimiento económico, así como el bajo nivel
de escolaridad. Además, la acumulación de capital físico es obsta-
culizada por un deficiente progreso tecnológico, que según Kumar
y Dahiya (2019) es resultado de los altos costos y difícil uso de las
TIC. Asimismo, este sector posee un débil sistema de digitalización
de servicios gubernamentales y una infraestructura de telecomuni-
caciones poco avanzada.
Finalmente, nuestros resultados evidencian que el aumento de
la población perteneciente al área urbana influye de manera positi-
va y significativa en el crecimiento económico, producto del centra-
lismo de los servicios básicos, salud y educación a los que pueden
acceder las personas pertenecientes a este sector, lo cual mejora
sus condiciones de vida. Resultados similares son encontrados por
Huanga, Hong y Ma (2020), Palau (2020), Di Wang Tao Zhou Ma-
tus (2021), Ramírez (2019) y Mora-Rivera García (2021) quienes
defienden la idea de que la red urbana tiene una relación positiva y
significativa sobre la calidad de vida de las personas, al reducir, en
parte, la brecha digital, sobre todo en el sector urbano. Estos resul-
tados también coinciden con los de Thaia, Khuatb y Kimc (2020).
106