Malla-Bravo, L., Bravo-Benavides, D., Toledo-Macas, E.
Vol.12-N°2, Julio - Diciembre 2024
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
1|INTRODUCCIÓN
Los residuos de aceite, provenientes de la industria alimentaria,
restaurantes u otro tipo de establecimientos de servicio de alimen-
tos y de los hogares, representan un significativo problema ambien-
tal. Según González et al. (2015), un litro de aceite usado contamina
el equivalente a 1000 litros de agua, exacerbando los costos asocia-
dos con el mantenimiento de las redes de alcantarillado y el trata-
miento de aguas residuales (Dias et al., 2014). Esta contaminación
tiene consecuencias ambientales graves y, además, implica gastos
adicionales para mitigar sus efectos en la infraestructura de sanea-
miento.
A pesar de que nuestro planeta está compuesto mayoritaria-
mente por agua, sólo el 2.5 % es agua dulce y tan sólo el 0.007 %
del agua existente en la Tierra es potable, cantidad que se reduce
año a año debido a la contaminación (Aquae Fundación, 2024). Se-
gún la OMS el agua contaminada es causante de una gran cantidad
de enfermedades. Si bien son muchas las causantes de esta contami-
nación, un enemigo es el aceite vegetal usado cuyo uso se extiende
a gran parte de la población.
Los compuestos generados a partir de la degradación de los
aceites de cocina pueden tener efectos mutagénicos, cancerígenos,
neurotóxicos y hepatotóxicos, entre otros (Tsoutsos et al., 2016),
esto está asociado a la eliminación inapropiada, después de su uso
se vierten en desagües sin ningún tratamiento (Zhang et al., 2012),
creando una capa sobre la superficie de agua que dificulta el paso
del oxígeno pudiendo matar a los seres vivos de los ríos, mares y obs-
taculizando el tratamiento de aguas residuales (Lopes et al., 2020).
En muchas ciudades del país se eliminan directamente en alcantari-
llas, y desagües, donde generan olores desagradables, obstruyen el
drenaje, dañan hormigones y contaminan hábitats terrestres y acuá-
ticos (Diaz. A, Trujillo. J, 2022; Parede y Vidal, 2017).
Dentro de la ciudad de Loja no existe un sistema adecuado de
recolección de aceite doméstico o de cocina, lo que genera una can-
tidad considerable de desechos. La falta de conocimiento sobre la
forma adecuada de desechar este producto y la falta de una orde-
nanza completa para la recolección de aceite en establecimientos
comerciales contribuyen a este problema. La investigación propues-
ta tiene como objetivo determinar la disposición a pagar (DAP) de
los hogares de la ciudad de Loja por el servicio de recolección de
aceite de cocina usado. También busca analizar la percepción de los
ciudadanos sobre este sistema y las estrategias para el manejo y dis-
posición final del aceite vegetal usado. El estudio pretende propor-
cionar información relevante y contribuir a la protección del medio
ambiente y la conservación de los recursos naturales.
2|REVISIÓN LITERARIA Y CON-
TEXTUAL
La economía ambiental, se enfoca en comprender cómo las ac-
tividades económicas impactan en el medio ambiente y en promo-
ver el desarrollo sostenible (Brannlund, 2005). Desde la perspectiva
de la economía ambiental, los problemas ambientales se analizan
no solo desde una óptica ecológica, sino también desde un enfo-
que económico que considera los costos y beneficios de las decisio-
nes relacionadas con el medio ambiente. Los economistas clásicos
(Smith, Lloyd, Malthus y Ricardo), sentaron las bases de la conser-
vación de los recursos naturales y la importancia de gestionarlos
de manera responsable. Sin embargo, el concepto de economía am-
biental emergió de manera más destacada en las décadas de 1960
y 1970, en respuesta a los desafíos ambientales globales que reque-
rían una atención más detallada desde la ciencia económica (Brann-
lund, 2005).
Este enfoque se fortaleció aún más con la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en 1972, que impulsó po-
líticas y programas para abordar los desafíos ambientales desde una
perspectiva económica. Desde entonces, la economía ambiental ha
proporcionado herramientas analíticas y marcos de evaluación que
ayudan a entender mejor los impactos económicos de las decisiones
ambientales y a diseñar políticas más efectivas para la gestión de los
recursos naturales y la protección del medio ambiente a través de la
valoración económica (Cristeche y Penna, 2008). Este método nos
permite monetizar bienes e investigar la disposición a pagar (DAP)
(Riera et al., 2005) para desarrollar políticas de protección ambiental.
(Chen y Jim, 2012; Hauwermeiren, 1999; Cristeche y Penna, 2008;
Ortúzar, 2000).
Dadas las implicaciones anteriores, se hace necesario cuanti-
ficar el valor económico del aceite usado de cocina y así poder in-
centivar su uso y evitar algún tipo de impacto ambiental físico y/o
social al no dar manejo adecuado de la disposición final. De allí la
importancia de aplicar y gestionar modelos de gestión de la cadena
de suministros a fin para mejorar los procesos logísticos en las em-
presas con relación a las materias primas requeridas (Osorio, 2004;
Gómez, et.al., 2019; Lopes et al., 2020). Además, los estudios de
valoración ayudan a recopilar las preferencias de los consumidores,
para facilitar la incorporación de políticas, programas, etc.
En el estudio llevado a cabo por Zhang et al. (2012) se exa-
mina la participación de los hogares coreanos en la recolección de
aceite de cocina usado, revelando que el sistema de recolección, los
gastos en aceite de cocina, los niveles de incentivo y el número de
miembros familiares afectan la participación de los encuestados en
la recolección de aceite. La educación ambiental como factor signifi-
cativo lo estudió (Rodríguez et al., 2022; Cabrera, 2022) y llegó a la
conclusión que los programas educativos, campañas de sensibiliza-
ción y actividades de divulgación influyen en la percepción del valor
de los servicios ambientales y la disposición a contribuir económica-
mente a su financiamiento. Los resultados sugieren que una mayor
exposición a la educación ambiental se relaciona positivamente con
una mayor disposición a pagar por servicios de reciclaje.
En esta linea, Cabrera (2022) destaca que la educación y con-
cienciación de la población local es fundamental para promover
cambios de comportamiento y hábitos más sostenibles. La propues-
ta de coordinación con instituciones locales para fortalecer la capa-
citación técnica y mejorar los servicios de recolección de basura es
una estrategia integral que puede contribuir significativamente a la
mejora del ambiente urbano y la calidad de vida de los habitantes.
La influencia de la legislación ambiental fue estudiada por Ló-
pez et al, (2021), Auquilla (2023), Pinargote y Sánchez (2023), Mar-
tínez (2021), Tacias et al. (2016), Ortiz et al. (2017), Thode et al.
(2017), Gabriel y Pérez (2019) sus hallazgos indican que una legis-
lación ambiental más estricta está asociada con una mayor dispo-
sición a pagar por servicios de gestión de residuos y la propuesta
de un programa de manejo sustentable y de valorización de los re-
siduos son pasos fundamentales para minimizar la contaminación
ambiental y mejorar la gestión de residios en la ciudad Varios fac-
tores demográficos como el ingreso, la edad, el nivel educativo y el
género tienen impactos estadísticamente significativos en la dispo-
sición a pagar. Yacob et al. (2015), Rusli et al. (2015) mostró que el
nivel de ingresos, la edad, el nivel educativo, la etnia el género fe-
menino fueron variables significativas en la disposición a pagar de
los hogares.
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