Tasa de natalidad y gasto público en salud: Un análisis del caso ecuatoriano
Vol.12-N°2, Julio - Diciembre 2024
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
Se direccionan estos recursos hacia el fortalecimiento de la in-
fraestructura y prestación de servicios gratuitos y de alta calidad
con impactos positivos en el nivel de empleo y comercio (Carrillo,
2023). Sin descartar que, la inversión pública desempeña un papel
fundamental en el impulso del crecimiento económico, centrándo-
se en sectores claves como la salud, especialmente la edificación de
hospitales y centros de atención adicionales, destinados a ofrecer
servicios ambulatorios, incluyendo el suministro de equipamiento
médico y recursos, respaldados por profesionales de la salud, que
adquieren una importancia esencial para el abordaje de las necesi-
dades de la población (Carpio et al., 2021).
De acuerdo a lo expuesto por Parra (2022) el gasto público en
salud hace alusión al gasto recurrente y de capitales que obtienen
su financiamiento del presupuesto público estatal, deuda externa,
donaciones internacionales de otros organismos gubernamentales
y no gubernamentales y los fondos de seguro de salud social. El gas-
to en salud total es el conjunto del gasto privado en salud y gasto
estatal.
El gasto público en salud en Ecuador durante el periodo 2000-
2021 denotó un crecimiento simultaneo, esto se debió a la profun-
dización de políticas públicas en las áreas del servicio de estudio y la
distribución homogénea del uso de los recursos públicos destinados
a la mejora de la calidad de vida (CEPAL, 2024a). Este significativo
aumento, esencial para la economía interna, destinados en la expan-
sión de programas y proyectos, incluyeron la modernización de las
infraestructuras (Parra, 2022). Cabe recalcar que, el acceso a los ser-
vicios médicos es y ha sido un derecho, contribuye a la reducción de
la mortalidad infantil, pero es necesario acotar que, este mismo indi-
cador se vio afectado por la corta gestación y el bajo peso al nacer,
problemas aún no controlados en territorio.
Esto implica que, en el ámbito de la salud, se trata de evitar las
distorsiones del mercado a través de una gestión justa y equitati-
va, fomentando el acceso generalizado a servicios sociales y promo-
viendo una gestión sostenible a largo plazo. Parte del financiamiento
de este rubro son los obtenidos del sistema tributario, asegurando
una infraestructura sanitaria óptima para la población (Guarderas et
al., 2021).
Guarderas et al. (2021) además da énfasis a que el Estado se en-
cuentra bajo la responsabilidad de dar cautela a la seguridad de los
ciudadanos, buscando mediante sus acciones mejorar su entorno
de vida, asegurando sus derechos básicos a una vivienda, salud y
servicios básicos, salvaguardando así su desarrollo óptimo.
2.2 |Gasto público en salud comparado
con el PIB Per cápita
Siendo el PIB Per cápita, una métrica macroeconómica actual-
mente utilizada, evalúa el desempeño económico de un país al con-
siderando la relación directa con su población. Este indicador es re-
presentativo de la riqueza nacional, debido que ilustra la capacidad
adquisitiva real de los individuos, permitiendo que las familias satis-
facer las necesidades de manera efectiva (Reascos, 2020).
A pesar de la gran utilidad que representa el PIB per cápita, el
autor Torres (2022) recalca que aunque el PIB per cápita o la renta
per cápita puedan aumentar, la pobreza y las desigualdades econó-
micas podrían incrementarse también, lo que complica el diseño de
políticas públicas en economías que suelen concentrarse exclusiva-
mente en mejorar este indicador.
En la Tabla 1, se observa que el gasto público per cápita en sa-
lud se sitúa en un rango de países en desarrollo, con una inversión
promedio de $274.00 USD por habitante en 2017, incrementando
esta cifra a 325,67 dólares para el 2021, lo que significa la constan-
te inversión en cuanto a este rubro. Un dato a relucir, es que esta
inversión promedio en salud, sitúa al país como la undécima
Tabla 1. Gasto Público en Salud comparado al PIB Per cápita periodo 2000-2021
Gasto Salud G. Salud G. Salud G. Salud Pública
Año (M.$) ( % G. Público Total) % PIB Per Cápita
2000 $176.00 4,14 0,96 $14.00
2001 $307.10 6,21 1,26 $24.00
2002 $403.30 6,55 1,41 $31.00
2003 $541.00 8,21 1,67 $41.00
2004 $634.00 8,46 1,73 $47.00
2005 $698.50 7,87 1,68 $51.00
2006 $850.70 8,57 1,82 $61.00
2007 $ 1.137.90 9,25 2,23 $80.00
2008 $ 1.411.50 6,49 2,29 $98.00
2009 $ 1.659.80 8,05 2,65 $113.00
2010 $ 2.220.40 9,20 3,19 $149.00
2011 $ 2.955.00 9,44 3,73 $195.00
2012 $ 3.675.10 10,38 4,18 $238.00
2013 $ 4.174.90 10,03 4,39 $267.00
2014 $ 4.525.40 10,20 4,45 $285.00
2015 $ 4.211.00 10,69 4,24 $261.00
2016 $ 4.234.00 10,99 4,24 $258.00
2017 $ 4.549.00 11,92 4,36 $274.00
2018 $ 5.730.00 16,77 5,33 $ 336,66
2019 $ 5.488.00 15,73 5,08 $ 316,49
2020 $ 5.196.00 17,33 5,23 $ 295,40
2021 $ 5.797.00 18,58 5,46 $ 325,67
economía en América Latina, por debajo de naciones como:
Chile ($422.87 UDS), Argentina ($410.45 USD), Brasil ($387.99
USD) y Colombia ($301.16 USD), siendo un claro panorama de la
situación del sector salud pública en Ecuador y las variaciones pre-
sentadas en el gasto público per cápita desde el inicio de análisis en
año 2000 (Torres, 2022).
2.3 |Salud pública y tasa de natalidad
Este enfoque económico de la economía en la salud y la salud
pública comparte un objetivo fundamental: lograr su bienestar de la
gente mediante un mecanismo secuencial y organizado, respaldado
en las teorías del bienestar y sistemas. Así, se manifiesta como segu-
ridad y oportunidades en la infancia, con un futuro para los jóvenes,
con un sólido cuidado local y una población creciente, por ende, se
tiene una comunidad que disfruta de salud y felicidad el resto de su
vida (Segura, 2018).
Actualmente, la gratuidad de los servicios de salud en el ámbi-
to público mantiene la obligación de proporcionar atención inmedia-
ta sin requisitos económicos previos en situaciones de riesgo vital,
prevalece sobre los intereses comerciales, garantizando inversiones
en infraestructura para asegurar un acceso continuo y eficiente pa-
ra abordar las necesidades de la población, a diferencia del privado
por los elevados costos y poco acceso (Guarderas, 2019).
Así, la tasa de natalidad, también conocida como la tasa bru-
ta de natalidad, evalúa actualmente la frecuencia de nacimientos,
estableciendo una conexión directa con el crecimiento de la pobla-
ción, siendo esencial, tener en cuenta que los alumbramientos son
un componente clave en la demografía, por lo que no debe confun-
dirse con el indicador de tasa de crecimiento poblacional (Alvarado,
2019).
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