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COVID y su impacto en la agricultura ecuatoriana ...........
Vol.13-N°1, Enero - Junio 2025
p-ISSN:2602-8204 |e-ISSN 2737-6257
Los ingresos del sector agrícola están determinados por las
ventas de alimentos y productos derivados en los mercados nacio-
nales e internacionales. Estos ingresos dependen directamente de
factores como el precio por kilogramo en los mercados de importa-
ción y exportación, los niveles de oferta y producción, y los ajustes
de precios a lo largo de la cadena de suministro. Elementos como
la inflación de productos al consumidor, precios no rentables para
los productores o interrupciones en las cadenas logísticas afectan
significativamente los márgenes de ganancia.
Uno de los principales desafíos logísticos en la agricultura ra-
dica en la distancia entre las zonas rurales productoras y los consu-
midores finales. Las áreas rurales son el corazón de la producción
agrícola, abasteciendo tanto los mercados nacionales como interna-
cionales. Para las comunidades rurales, la agricultura representa el
principal medio de vida, ya sea en sistemas de producción familiar o
a mediana escala (FAO, 2008). Por lo tanto, sus ingresos están direc-
tamente relacionados con las dinámicas del mercado y los precios
de venta fijados por los productores.
Para analizar de manera integral esta situación, es necesario
considerar las condiciones laborales en las zonas rurales. No solo se
trata de la disponibilidad de mano de obra, sino también de la pro-
porción significativa de la fuerza laboral nacional que depende de la
agricultura. El ingreso de estas personas está estrechamente vincu-
lado a la volatilidad del mercado y a las fluctuaciones en la oferta y
demanda de productos agrícolas.
Por lo tanto, un crecimiento sostenido del sector rural puede
mejorar indirectamente la seguridad alimentaria, y no sólo de los
agricultores, sino de la población en general, como consecuencia
de la mayor integración en el sistema de mercado y el mejoramien-
to de los lazos con el resto de la economía (FAO, 1996). Desde 2018
la exportación de productos tradicionales y no tradicionales ha ido
en aumento, orientado a un mercado internacional extenso, lo cual
fue beneficioso para el Estado debido a sus ingresos desde los tri-
butos de exportación (Eras et al. 2021).
2.2 |Impactos del COVID-19 en los siste-
mas agrícolas
El COVID-19 generó impactos significativos en los sistemas
agrícolas a nivel global y local, alterando cada uno de sus compo-
nentes: producción, distribución, comercialización, y medios de vi-
da de los agricultores, causó una disminución de ingresos en mu-
chos hogares, cierre de actividades económicas y restricciones para
movilizarse, lo que incidió en limitar el acceso físico y económico
a los alimentos. A continuación, se desarrollan los principales efec-
tos observados (FAO, 2020; Schling et al., 2020; Zúñiga. L, Gary. B,
Moreno Salazar Calderón, K, y Lanchipa Ale, TM, 2021):
1. Las restricciones a la movilidad generaron importantes im-
pactos en la producción agrícola, especialmente en actividades in-
tensivas en mano de obra como la cosecha y el mantenimiento de
cultivos. Estas limitaciones afectaron la disponibilidad de trabajado-
res agrícolas, lo que, junto con el acceso restringido a insumos clave
como fertilizantes, semillas y maquinaria, provocó retrasos en las
operaciones, un aumento en los costos de producción y pérdidas
significativas de cultivos y productos perecederos. Los agricultores
enfrentaron serias dificultades para recolectar y transportar sus co-
sechas, lo que afectó de manera particular a sectores como el de
frutas, hortalizas y flores. Estas pérdidas no solo tuvieron un impac-
to económico directo sobre los productores, sino que también evi-
denciaron la fragilidad de las cadenas de suministro en contextos de
crisis.
2. Problemas en la distribución y logística: Puesto que se dieron
interrupciones en las cadenas de suministro como los bloqueos en
rutas y las restricciones internacionales impactaron particularmen-
te de productos como banano, cacao y flores, sectores clave para
la economía ecuatoriana. La disminución de la actividad en sectores
como turismo y restaurantes redujo la demanda de ciertos produc-
tos agrícolas.
3. Impactos en la seguridad alimentaria: Las interrupciones en
la producción y distribución redujeron la oferta de alimentos en cier-
tas regiones, afectando especialmente a comunidades rurales y ur-
banas vulnerables, se generó fluctuaciones en los precios, afectando
la capacidad de compra de los hogares.
2.3 |Teoría de la Resiliencia
EL termino resiliencia ha venido siendo usado durante décadas
por varias disciplinas (Gunderson, L., y Holling, C.,2003; Berkes, F.,
J. Colding, y C. Folke. 2003.)., en el contexto agrícola, la resiliencia
es un enfoque integral que combina aspectos sociales, ecológicos
y económicos para analizar cómo los sistemas pueden responder,
adaptarse y transformarse ante perturbaciones o crisis. En el caso
del sector agrícola ecuatoriano, esta teoría permite evaluar su ca-
pacidad para enfrentar los desafíos impuestos por el COVID-19 y
diseñar estrategias para fortalecer su sostenibilidad.
De acuerdo con Jacquet (2020), la resiliencia del sector agro-
pecuario ecuatoriano podría potenciarse mediante una mayor inver-
sión en programas públicos dirigidos a mejorar la productividad y la
competitividad agropecuaria. Sin embargo, Vasconcellos Fernández,
N. A., Gordillo Manssur, F. A., y Castañeda Aguiar, L. G. (2023), ar-
gumentan que las políticas estatales en Ecuador han estado parcia-
lizadas, favoreciendo a los agroexportadores y a la industria alimen-
taria empresarial, lo que ha dejado en una situación vulnerable a la
agricultura campesina, especialmente en momentos de emergencia
sanitaria, cuando la prioridad es garantizar la seguridad alimentaria
nacional.
En este contexto, Blanco-Capia (2020) y Zúñiga. L, Gary. B, Mo-
reno Salazar Calderón, K, y Lanchipa Ale, TM (2021) ; Pu y Zhong
(2020) sugiere que la única manera de mejorar la situación es me-
diante una presión sobre el Gobierno para que preste más atención
a los sistemas de producción agropecuaria y a su comercialización.
Según la CEPAL, FAO, IICA (2021), la transformación del sector agro-
pecuario requiere acciones innovadoras y nuevas relaciones colabo-
rativas entre los actores públicos, privados, la sociedad civil, la aca-
demia y los organismos de cooperación internacional, lo que subra-
ya la necesidad de una cooperación más estrecha y la integración de
diferentes actores en el proceso de recuperación y fortalecimiento
del sector.
Por otro lado, la pandemia del COVID-19 reveló la vulnerabili-
dad del sector agrícola, especialmente debido a restricciones como
la limitación del transporte. Salazar y Cols. (2020) y Kumar y Jolly
(2021) identifican que estas restricciones obligaron a los agriculto-
res a adoptar medidas de autoconsumo, intercambio y reducción de
precios, lo que dejó a la mayoría de los agricultores familiares en una
situación de inseguridad alimentaria durante varios meses. De for-
ma similar, Macías-Badaraco et al. (2021), Cobos Mora et al. (2023),
y Bastidas Quintana et al. (2022) destacan cómo la pandemia exa-
cerbó las vulnerabilidades existentes en las cadenas de suministro
agrícola, afectando la producción de cultivos de exportación como
el cacao y el banano, debido a la caída de la demanda global y las
interrupciones logísticas.
Estos efectos son congruentes con las observaciones de Haya-
kawa y Mukunoki (2021), quienes sostienen que la pandemia alteró
los sectores de transporte en los países exportadores, aumentando
los costos de exportación debido a los mayores costos de manejo en
puertos y terminales. Sin embargo, organismos como la FAO (2021)
subrayan que algunos cultivos básicos, como el arroz y el maíz, mos-
traron una mayor resiliencia debido a la demanda interna, aunque
enfrentaron desafíos significativos relacionados con el acceso a in-
sumos y mano de obra.
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