N° 21. Vol 11 - enero 2024
ISSN: 1390-9045
e-ISSN: 2602-8190
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el embarazo a término y entregar el bebé a los padres de intención después del nacimiento. Este
proceso, como se menciona, requiere tanto de procedimientos médicos como acuerdos legales,
y debe llevarse a cabo con el máximo cuidado y consideración para garantizar los derechos y el
bienestar de todas las partes involucradas, incluyendo, por supuesto, la gestación del futuro niño.
Es importante denir las responsabilidades de la parejas subrogantes o también conocidas como fu-
turos padres, se reeren a personas que, por diversas razones médicas o personales, desean tener un
hijo, pero no pueden concebir o adoptar. Como resultado, optan por el camino de la maternidad subro-
gada y llegan a un acuerdo o contrato con una mujer, la madre subrogante, que está dispuesta a asumir
el embarazo en su lugar. Según el criterio de Frankford et. al (2015) “los padres subrogantes son aquellos
que aspiran a obtener la paternidad legal del niño, nacido de un contrato de maternidad subrogada”,
(p. 286). Por otro lado, Guillot (1994) sostiene que “la pareja subrogante puede o no tener un vínculo
biológico con el niño, dependiendo de si contribuyen con su material genético al proceso” (p. 323).
Las responsabilidades de la pareja subrogante, denidas en gran medida por el acuerdo de subro-
gación, incluyen asegurarse de que el contrato sea legal y ético, facilitar los recursos necesarios para
el tratamiento médico y cuidado prenatal de la madre subrogante, cubrir todos los costos asociados
con el proceso, brindar apoyo emocional durante el embarazo, establecer la paternidad legal del niño
y asumir la responsabilidad completa de su crianza una vez nalizado el proceso de subrogación.
Para lograr una comprensión integral del fenómeno de la maternidad subrogada, es es-
encial considerar las diversas modalidades en las que puede presentarse, toman-
do en cuenta diferentes criterios de clasicación. Entre las múltiples variantes que emer-
gen de este proceso, según Viteri (2019) conceptualiza estas modalidades como: “a)
Maternidad portadora, b) La maternidad sustituta y c) La embriodonación” (pp. 23-24).
Otro punto importante son los derechos reproductivos se han convertido en un tema relevante en
las discusiones legales y éticas actuales, y la maternidad subrogada presenta un escenario complejo
donde estos derechos son particularmente importantes. El Comité de Derechos Humanos de las Na-
ciones Unidas dene los derechos reproductivos como el reconocimiento de “la capacidad básica de
todos los individuos de disfrutar y controlar su vida reproductiva de manera libre y responsable” (ONU,
2018, p.12). Este enfoque incluye “el derecho a decidir libremente sobre el número y espaciamiento
de los hijos, el derecho a la información y educación sobre salud sexual y reproductiva, y el derecho
a acceder a métodos de planicación familiar” (ONU, 2018, p. 13). Según la opinión de Blum, (2017):
La maternidad subrogada se ubica en este contexto como un medio potencial para que los in-
dividuos ejerzan sus derechos reproductivos, particularmente aquellos que no pueden conce-
bir hijos de manera natural. Sin embargo, este proceso también plantea desafíos éticos y legal-
es signicativos, como la necesidad de proteger los derechos de la madre subrogada, asegurar el
bienestar del niño y garantizar que los padres intencionados puedan formar una familia (p. 186).
La maternidad subrogada es una opción importante para aquellos que no pueden concebir natural-
mente, y se considera por muchos como una extensión de los derechos reproductivos internaciona-
lmente reconocidos. Estos derechos incluyen decidir sobre el número, espaciamiento y momento de
tener hijos, así como tener la información y medios para hacerlo. Es crucial proteger los derechos de
la madre gestante, lo que implica un contrato con consentimiento informado, derecho a atención
médica adecuada y comprensión clara de derechos y responsabilidades. El bienestar del niño es
fundamental en todas las leyes de familia, y en el contexto de la maternidad subrogada, incluye el
derecho a conocer su origen genético, recibir cuidados adecuados y tener una relación segura y
estable con sus padres. Es esencial asegurarse de que la maternidad subrogada no explote ni per-
judique al niño de ninguna manera. Además, los derechos de los padres de intención, incluido el
derecho a formar una familia y tener una relación con su hijo, deben ser respetados y protegidos.
En términos legales, es esencial que los contratos de maternidad subrogada estén diseñados de
manera que se respeten los derechos de todas las partes involucradas, y que las leyes naciona-
les e internacionales proporcionen un marco adecuado para la protección de estos derechos.
La maternidad subrogada ha sido un tema de debate en muchos países, y Ecuador no es la ex-
cepción. Aquellos en contra de esta práctica citan una variedad de preocupaciones, tanto éti-
cas como legales. No obstante, en el país existe cierta postura que considera que no es necesa-
rio legalizar la maternidad subrogada. Así, por ejemplo, para Pacheco y García (2018) se señalan
como argumentos en contra de la práctica de la gestación por sustitución o de madre subrogante:
Dichas prácticas infringen la naturaleza y dignidad humana, pervierten los lazos madre-hi-
Sarango, C. La Maternidad Subrogada en Ecuador: Análisis Jurídico de su Regulación como Contrato Individual de
Trabajo (2024).11 (21). 20 - 30